Dexametasona

Las dosis de los corticoesteroides varían mucho, según cuál enfermedad se trate. Los corticoesteroides pueden tener un efecto mayor en personas con fibrosis del hígado (cirrosis) o poca actividad de la glándula tiroides (hipotiroidismo). Por lo tanto, es posible que se recomiende una dosis menor en esos casos. Tal vez haga falta aumentarle la dosis durante períodos de estrés fuera de lo común.

Hematomas, cataratas, problemas cardíacos, incluido ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, presión arterial alta, niveles altos de colesterol y triglicéridos, aumento de la glucemia, glaucoma, endurecimiento de las arterias (ateroesclerosis), aumento del apetito, mayor riesgo de infección, insomnio, cambios de estado de ánimo, debilidad muscular, nerviosismo o agitación, osteoporosis, úlceras estomacales, piel fina, aumento de peso.

Tome los corticoesteroides junto con las comidas. Una sola dosis diaria debe tomarse junto con el desayuno. A veces, la dosis se divide y se toma varias veces al día.

Los corticoesteroides aumentan las probabilidades de tener infecciones. Estos medicamentos también pueden ocultar los signos de una infección. Antes de tomar cualquier corticoesteroide, informe al médico si tiene una infección activa o antecedentes de tuberculosis. También dígale al médico si cree que estuvo en contacto con alguien que tiene una infección grave como varicela o sarampión. Los corticoesteroides pueden reducir la respuesta del cuerpo a las vacunas.
 

                                        FECHA DE LA ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 01/22/2015