1,100 millas para combatir la artritis  

Por Allison Wilcosky | 8 de junio de 2023

Kelly Beerman siempre se ha mantenido activo y en forma gracias al senderismo, el ciclismo, la natación y otras actividades. Pero hace nueve años, tuvo un dolor en el pie. Pensando que podría tratarse de una fractura, fue al médico, quien le diagnosticó gota. "Eso me dejó estupefacto, porque soy bastante sano", cuenta. 

Sin embargo, no era su primera experiencia con una forma de artritis. 

"Mi madre estuvo lisiada por la artritis reumatoide. Fue terriblemente debilitante para ella y su estilo de vida. Fue entonces que realmente tomé conciencia, probablemente hace un par de décadas, de lo grave que es esta afección", afirma.
A principios de este año, Kelly se encontraba temporalmente sin trabajo y con ganas de hacer algo con un propósito.

"Siento que es muy importante devolver más de lo que hemos recibido como seres humanos en este mundo", afirma. "Hago cosas simples durante todo el año con amigos, trabajando como voluntario aquí y allá, pero quería hacer algo a mayor escala".

Decidió combinar este deseo con su pasión por el ciclismo y pedalear desde Bellingham, Washington, hasta San Francisco, California, para recaudar fondos y lograr más concientización para la Arthritis Foundation.

"Ando en bicicleta hace mucho tiempo. Tengo un estado físico bastante bueno y andar en bicicleta es sólo una de las muchas actividades que hago", dice. "Y lo genial de andar en bicicleta es que es lo bastante rápido como para cubrir cierta distancia pero a la vez lo bastante lento para que te vea mucha gente. Fue algo natural para mí, y sólo pensé que andar en bicicleta ofrecería más exposición para beneficio de la Arthritis Foundation".

Pedalear por una causa

En abril de 2023, Kelly completó el recorrido, en el que cubrió más de 1,100 millas y recaudó casi $10,000 en donaciones.

En el camino, conoció a muchas personas y habló con ellas sobre la Fundación. "Había gente que no conocía a la Arthritis Foundation, pero muchas de las personas con las que hablé tenían artritis o conocían a alguien que tenía artritis o tenían un familiar cercano que tenía artritis", dice. 

La experiencia fue difícil, pero gratificante. Semanas después de completar el recorrido, Kelly parece desear que no hubiese terminado.

"Extraño el recorrido, extraño su simplicidad. Extraño el contacto con la gente", dice. "Claro que hubo dificultades en el recorrido: las lluvias y chubascos al salir de Washington durante siete u ocho días fueron torrenciales, y luego las enormes colinas desde la mitad de Oregon hasta California fueron enormes desafíos. Pero todo eso se disipa cuando comienzas a pensar en las interacciones mágicas que tuve con las personas a lo largo del camino".