Conozca al galardonado con el premio nacional para adultos del evento "Camine para curar la artritis": el ex lanzador de la MLB, Tom Walker.
Tom Walker, quien ha sido galardonado con el premio nacional para adultos en el evento Camine para curar la artritiss y fue lanzador de la MLB, afirma que la mente juega un rol fundamental cuando se trata de su dolor de artrosis (OA). Cada día, se levanta y se desafía a superarse a pesar de los obstáculos que se le presentan, como tener más dificultades para caminar.
Tom se describe a sí mismo como un "caso emblemático" de la artritis, una enfermedad que lo acompaña desde hace más de 40 años. Cuando tenía 25 años y jugaba para los Cardinals de St. Louis, se dirigió a Florida para los entrenamientos de primavera, y a mitad del entrenamiento, el dolor articular se extendió desde el codo hasta el hombro, lo que fue imposible de ignorar.
Tom fue remitido a un reumatólogo que le diagnosticó gota, una forma de artritis inflamatoria. Inmediatamente empezó a tomar medicamentos para controlar la inflamación y aplacar el dolor, lo que le permitió volver a caminar. Sin embargo, el dolor le costó una temporada: no pudo jugar, y eso fue muy duro a nivel emocional.
"No sabía que pasar una temporada en el banquillo era solo el comienzo de mi historia con la artritis", cuenta Tom. "El deporte profesional tiene muchos altibajos, a veces se gana y a veces se pierde, lo que se parece mucho a la vida con artrosis. Se tienen días buenos y días malos. El juego profesional definitivamente me preparó para lo que me esperaba".
En 1978, Tom se retiró oficialmente del béisbol de las grandes ligas debido a la progresión de su OA.
"Ya no podía lanzar lo suficientemente fuerte como para jugar en las grandes ligas. El dolor en el hombro y el codo era demasiado intenso y detuvo mi carrera", afirma.
Tom siguió adelante y pasó más de 30 años trabajando para empresas sanitarias y criando a su familia. Ahora tiene la suerte de disfrutar de sus 10 nietos, de entre seis meses y ocho años. Además de disfrutar de la vida, ha dedicado innumerables horas a cuidar de su salud y ha soportado dos operaciones de reemplazo total de rodilla y cadera, y muy probablemente necesite una prótesis de hombro pronto.
Cuando Tom se retiró en 2014, su mujer, junto con su hijo, Neil Walker (que juega para los Mets de New York), lo alentaron para que participara y se mantuviera activo. Antes de que pudiera decir "No, quiero disfrutar de los placeres de jubilarme", Neil coordinó una reunión con la Arthritis Foundation.
La oficina de la Arthritis Foundation de Great Lakes pidió a Tom que fuera el homenajeado local del evento Camine para curar la artritis en Pittsburgh... y el resto es historia.
"Me di cuenta rápidamente de que esta es la organización perfecta para retribuir parte de lo que recibí. Tengo artritis y ha afectado a mi vida, aunque no la ha controlado", afirma Tom. "A través de mi participación, aprendí más sobre la enfermedad y la Fundación, lo que me ha permitido ayudar a otros a controlar su artritis teniendo una mente fuerte y una actitud positiva".
Tom señala que, a pesar de tener desafíos —tiene OA y está legalmente ciego de un ojo por un derrame cerebral— sus problemas no son tan graves como los de otras personas. Como él dice, "siempre hay alguien que tiene mayores dificultades que tú, y te debes sobreponer a la artritis y seguir con tu día".
Para obtener más información sobre Tom Walker, quien fue galardonado con el premio nacional para adultos del evento WCA, haga clic aquí o busque un evento WCA cerca suyo.
Tom se describe a sí mismo como un "caso emblemático" de la artritis, una enfermedad que lo acompaña desde hace más de 40 años. Cuando tenía 25 años y jugaba para los Cardinals de St. Louis, se dirigió a Florida para los entrenamientos de primavera, y a mitad del entrenamiento, el dolor articular se extendió desde el codo hasta el hombro, lo que fue imposible de ignorar.
Tom fue remitido a un reumatólogo que le diagnosticó gota, una forma de artritis inflamatoria. Inmediatamente empezó a tomar medicamentos para controlar la inflamación y aplacar el dolor, lo que le permitió volver a caminar. Sin embargo, el dolor le costó una temporada: no pudo jugar, y eso fue muy duro a nivel emocional.
"No sabía que pasar una temporada en el banquillo era solo el comienzo de mi historia con la artritis", cuenta Tom. "El deporte profesional tiene muchos altibajos, a veces se gana y a veces se pierde, lo que se parece mucho a la vida con artrosis. Se tienen días buenos y días malos. El juego profesional definitivamente me preparó para lo que me esperaba".
En 1978, Tom se retiró oficialmente del béisbol de las grandes ligas debido a la progresión de su OA.
"Ya no podía lanzar lo suficientemente fuerte como para jugar en las grandes ligas. El dolor en el hombro y el codo era demasiado intenso y detuvo mi carrera", afirma.
Tom siguió adelante y pasó más de 30 años trabajando para empresas sanitarias y criando a su familia. Ahora tiene la suerte de disfrutar de sus 10 nietos, de entre seis meses y ocho años. Además de disfrutar de la vida, ha dedicado innumerables horas a cuidar de su salud y ha soportado dos operaciones de reemplazo total de rodilla y cadera, y muy probablemente necesite una prótesis de hombro pronto.
Cuando Tom se retiró en 2014, su mujer, junto con su hijo, Neil Walker (que juega para los Mets de New York), lo alentaron para que participara y se mantuviera activo. Antes de que pudiera decir "No, quiero disfrutar de los placeres de jubilarme", Neil coordinó una reunión con la Arthritis Foundation.
La oficina de la Arthritis Foundation de Great Lakes pidió a Tom que fuera el homenajeado local del evento Camine para curar la artritis en Pittsburgh... y el resto es historia.
"Me di cuenta rápidamente de que esta es la organización perfecta para retribuir parte de lo que recibí. Tengo artritis y ha afectado a mi vida, aunque no la ha controlado", afirma Tom. "A través de mi participación, aprendí más sobre la enfermedad y la Fundación, lo que me ha permitido ayudar a otros a controlar su artritis teniendo una mente fuerte y una actitud positiva".
Tom señala que, a pesar de tener desafíos —tiene OA y está legalmente ciego de un ojo por un derrame cerebral— sus problemas no son tan graves como los de otras personas. Como él dice, "siempre hay alguien que tiene mayores dificultades que tú, y te debes sobreponer a la artritis y seguir con tu día".
Para obtener más información sobre Tom Walker, quien fue galardonado con el premio nacional para adultos del evento WCA, haga clic aquí o busque un evento WCA cerca suyo.