Bursitis

La bursitis es la inflamación de una bursa, un pequeño saco lleno de líquido que actúa como amortiguador entre un hueso y un músculo, la piel o un tendón. El tipo de bursitis depende de dónde se encuentre la bursa afectada. Esta enfermedad del tejido blando suele afectar el hombro, el codo, la cadera, los glúteos, las rodillas y las pantorrillas.  Los atletas, los ancianos y las personas que realizan movimientos repetitivos, como los trabajadores manuales y los músicos, tienen más probabilidades de sufrir bursitis.  

La bursitis a veces se confunde con la artritis porque el dolor se produce cerca de una articulación.

La bursitis causa hinchazón, sensibilidad y dolor en la zona que rodea una articulación. Mover la articulación afectada en toda su amplitud de movimiento causa dolor. El dolor causado por la bursitis puede producirse repentinamente, puede durar unos días o más tiempo, y suele mejorar con el reposo o el tratamiento. La bursitis también puede producirse en la misma zona más de una vez.

La bursitis suele producirse a causa de lesiones deportivas o movimientos repetitivos. Pero también puede ser causada por:

• Un moretón o una herida infectada.
• Una mala postura o malos hábitos al caminar.
• Esfuerzo de los tejidos blandos debido a una anomalía o una mala posición de una articulación o un hueso (como diferencias en la longitud de las piernas o deformidades articulares).
• Algunos tipos de artritis y enfermedades relacionadas (artritis reumatoide, artrosis o gota).
• Enfermedades metabólicas, como la diabetes.

El diagnóstico se basa en el análisis de los síntomas, la historia clínica y un examen físico. El enrojecimiento o la hinchazón persistentes cerca de una articulación, junto con fiebre o escalofríos, deberían evaluarse de inmediato. Estos síntomas pueden ser causados por una infección.

La bursitis puede desaparecer con el tiempo si se implementan cuidados personales. Si no desaparece, un médico de atención primaria se concentrará en reducir el dolor y la inflamación y preservar la movilidad. Es posible que el médico lo remita a un reumatólogo, un cirujano ortopédico o un fisioterapeuta para que reciba tratamiento especializado. Al realizar un tratamiento apropiado, la bursitis no provoca ninguna discapacidad ni daño articular permanente.

Las opciones de tratamiento habituales para la bursitis incluyen:

Férulas y dispositivos ortopédicos
Muchas enfermedades del tejido blando son causadas por la sobrecarga muscular, de modo que el primer tratamiento puede incluir reposar la zona dolorida o evitar una actividad en particular por un tiempo. Las férulas, los dispositivos ortopédicos o los cabestrillos brindan un soporte adicional a la zona afectada hasta que el dolor se alivie.

Medicamentos
El médico puede recomendar un analgésico, como acetaminofeno, o un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (NSAID), como ibuprofeno o naproxeno.  Puede empezar usando versiones de venta libre. Si el dolor es intenso o la versión de venta libre no ayuda, el médico puede recetar una versión más fuerte.  De ser necesario, quizás se inyecte un medicamento antiinflamatorio llamado corticoesteroide en la bursa. Obtenga más información acerca de los medicamentos utilizados para tratar la bursitis en la guía de medicamentos para la artritis.

Fisioterapia
Un fisioterapeuta puede proporcionar lo siguiente:

• Tratamientos con calor/frío y terapias de ultrasonido, láser y agua
• Terapia manual del tejido blando
• Órtesis o dispositivos para aliviar la presión para los brazos y las piernas
• Un programa de ejercicio personalizado
• Análisis de la postura y el caminar
• Educación acerca de las maneras de evitar lesiones por sobrecarga

Terapia ocupacional
Un terapeuta ocupacional puede enseñar diferentes maneras de hacer las actividades cotidianas y adaptar los hábitos laborales para evitar forzar o lesionar una zona afectada. El terapeuta también puede crear férulas para la mano y la muñeca y sugerirle dispositivos de asistencia para ayudarlo a facilitar sus actividades cotidianas.

Cirugía
Quizás sea necesario realizar una cirugía si los síntomas no mejoran dentro de un período de seis mes a un año.

La mejor manera de prevenir o reducir el dolor y la hinchazón causados por la bursitis es: 

• Usar una terapia de calor y frío. Una compresa fría puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor iniciales. La terapia de frío es más eficaz durante las primeras 48 horas después del inicio del dolor y la hinchazón. Después de 48 horas o para el dolor crónico, el calor seco o húmedo (por ejemplo, un baño tibio) es más eficaz.
• Evite o ajuste las actividades que causan el problema.
• Mantenga un peso saludable para quitarles presión a las articulaciones hinchadas y doloridas.
• Haga ejercicios que estimulen la amplitud de movimiento para mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez.
• Amortigüe la zona afectada al agregar presión (por ejemplo, al arrodillarse o al apoyarse en los codos).