Pruebas de diagnóstico por imágenes y de los nervios para la artritis

Radiografías

Por lo general, estas pruebas se utilizan en el diagnóstico y control de la artritis inflamatoria, la artritis degenerativa, la fibromialgia y otras afecciones que causan dolor, el dolor de espalda y las afecciones musculoesqueléticas. 

 Se pasa una forma de radiación electromagnética a través de la cadera para generar una imagen bidimensional de los huesos.

Tomografía axial computarizada (TAC o TC)

Combina equipos de radiografías con computadoras para registrar imágenes bidimensionales del cuerpo y, en algunos casos, imágenes tridimensionales, que muestran tejidos blandos como ligamentos y músculos con mayor claridad que las radiografías tradicionales.

Resonancia magnética

Utiliza un potente imán conectado a una computadora para crear una imagen detallada de una sección transversal del cuerpo que ofrece imágenes claras y detalladas de los huesos y las estructuras de los tejidos blandos, como los músculos, cartílagos, ligamentos, discos, tendones y vasos sanguíneos.

Gammagrafía ósea

Después de inyectar una pequeña cantidad de tinte radiactivo, se utiliza una cámara especial para escanear el área a fin de detectar un aumento en el flujo sanguíneo y la actividad de las células formadoras de hueso, lo que podría indicar un tumor, una infección o una fractura.

Absorciometría de rayos X de doble energía (DEXA o DXA)

En algunos momentos, se pueden necesitar pruebas de diagnóstico por imágenes más especializadas, especialmente cuando se diagnostica osteoporosis o problemas de espalda o pies.

Se utiliza para diagnosticar la osteoporosis mediante el uso de una pequeña cantidad de radiación para determinar la densidad o el espesor del hueso en la columna vertebral y otras áreas del cuerpo. 

Discograma

Después de una inyección de tinte radiactivo, el médico realiza una tomografía computarizada, que muestra desgarros, cicatrices o cambios en los discos de la espalda. 

Videofluoroscopia

Combina el uso de una radiografía y una pantalla fluorescente para mostrar las estructuras internas y los movimientos del pie.

Artrografía

Inyección de un tinte de contraste en el tobillo para que el médico pueda ver mejor la articulación en la radiografía.

Electromiografía (EMG o miograma)

Estas pruebas se pueden utilizar para diagnosticar problemas en la espalda o para afecciones como el síndrome del túnel carpiano.

Se insertan electrodos a través de la piel y en los músculos para detectar actividad eléctrica que pueden ayudar al médico a ver cómo responden los músculos a la estimulación nerviosa.

Evaluación de los nervios de la parte inferior del cuerpo

El médico pasa un dispositivo llamado molinete desde las caderas hasta los pies para buscar áreas que sean anormalmente sensibles o insensibles al estímulo, lo que sugeriría una posible afectación nerviosa en la columna inferior.

Evaluación de la fuerza muscular

Verificar la fuerza de diferentes grupos musculares en la parte inferior del cuerpo le permite al médico detectar posibles problemas nerviosos; un grupo muscular debilitado puede sugerir daño nervioso. 

Prueba de elongación del nervio ciático

El paciente levanta las piernas una a la vez (mientras las extiende y las relaja) para ayuda al médico a determinar si elongar el nervio ciático causa dolor, lo que sugiere una posible afectación de la raíz nerviosa.

Estudios de conducción nerviosa

Se colocan electrodos en la muñeca y las manos y se envían pequeñas descargas eléctricas al antebrazo, la muñeca y el dedo para medir la velocidad de conducción a través de las fibras nerviosas con el fin de diagnosticar el síndrome del túnel carpiano.