Tratamiento de la depresión y la ansiedad en personas con artritis 

En los momentos que se siente deprimido o demasiado ansioso, es posible que esté muy abrumado para cuidar apropiadamente de su artritis o de su salud emocional. Dado que el dolor, la salud mental y la discapacidad están estrechamente relacionados, el hecho de no reconocer o no tratar alguno de ellos puede repercutir negativamente en los demás. Es importante considerar la atención a la salud mental una parte esencial para controlar los síntomas de artritis. 

Por ejemplo, la depresión puede provocar que no tenga la voluntad o la energía para hacer ejercicio, lo que a su vez puede ocasionar una pérdida de funcionalidad. Por otro lado, tener mucho dolor e inflamación puede dificultar el ejercicio y provocar depresión o ansiedad. Con el tiempo, este círculo vicioso perjudica el sueño, la actividad diaria, las interacciones sociales, el seguimiento del tratamiento y el cuidado personal.  

Cuándo acudir al médico por la ansiedad 

Puede que, en lugar de sentirse decaído y sin energía, se sienta inquieto y lleno de preocupación y angustia. A veces, la reacción de las personas ante las enfermedades crónicas y al estrés es la ansiedad y no la depresión. Si los siguientes síntomas son incontrolables o afectan a su vida diaria (por ejemplo, le hacen desistir de sus actividades cotidianas, como ir al trabajo o a la escuela, o pasar tiempo con sus amigos y familiares), es momento de acudir a un médico. 

Se preocupa o se obsesiona con asuntos de mayor o menor importancia. 

• Tiene miedo a las cosas que pueden ocurrir ahora o en el futuro. 
• Se siente inquieto, nervioso e irritable. 
• Tiene problemas para concentrarse. 
• Se inquieta por controlar las preocupaciones. 
• Se le dificulta tomar decisiones debido al miedo a equivocarse. 
• Presenta síntomas físicos como tensión muscular, aceleración del ritmo cardíaco, malestar estomacal, mareos o sofocos. 

Cuándo acudir al médico por la depresión 

Sentirse deprimido a veces también forma parte de la vida. Un día se siente desanimado y con el ánimo por los suelos; al día siguiente, recobra las fuerzas. No obstante, si estos sentimientos negativos se prolongan durante dos o más semanas, podría tratarse de una depresión clínica. Los expertos sugieren acudir a un profesional médico si presenta alguno de los siguientes síntomas de depresión: 

• Su desánimo dura dos semanas o más. 
• ​La depresión obstaculiza sus relaciones o su trabajo. 
• Tiene pensamientos sobre hacerse daño a sí mismo(a). 
• Tiene síntomas físicos como dolores de cabeza, trastornos digestivos y dolor crónico que no están asociados a la artritis y que no se alivian con el tratamiento habitual. 
• Presenta al menos cinco de los siguientes síntomas: insomnio o exceso de sueño; pérdida de apetito o comer en exceso; llanto frecuente y sentimientos de tristeza; dificultad para concentrarse; desinterés por las cosas que suele disfrutar; fatiga; irritabilidad, inquietud o movilidad lenta; sentimiento de inutilidad o culpabilidad generalizada. 

Opciones de tratamiento 

Si siente ansiedad o depresión, existen muchas opciones de tratamiento, que van desde los medicamentos, la psicoterapia, la relajación profunda hasta la acupuntura. Contar con un equipo de atención médica solidario es vital para obtener buenos resultados. Debe tratar la inflamación y el dolor de su artritis, pues se sabe que esto favorece la salud mental. Pregúntele a su reumatólogo y a su especialista en salud mental si coordinan el tratamiento de tal manera que eviten posibles interferencias entre los medicamentos. 

Psicoterapia 

En la terapia de conversación o el asesoramiento, un terapeuta trabaja con usted para reducir la ansiedad o la depresión. Algunos ejemplos son la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia interpersonal y la terapia de resolución de problemas. La TCC es uno de los métodos más conocidos. Se centra en cambiar los patrones de pensamiento y los comportamientos negativos. El método más eficaz para usted dependerá de sus síntomas, su personalidad y sus preferencias. 

Medicamentos 

Se utilizan diversos tipos de medicamentos para tratar la ansiedad y la depresión. Hable con su médico sobre los beneficios, los riesgos, los posibles efectos colaterales y las reacciones con otros medicamentos que esté tomando. 

• Antidepresivos. Los tratamientos con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) son los más utilizados para la depresión y la ansiedad. Otros tipos de antidepresivos son los tricíclicos, los inhibidores de la monoaminooxidasa y los atípicos (que no se incluyen en ninguna de las otras categorías). 
• ​Medicamentos contra la ansiedad. La buspirona es un medicamento contra la ansiedad que puede tomarse de forma prolongada. Las benzodiacepinas son sedantes que alivian la ansiedad, pero crean dependencia y se utilizan únicamente a corto plazo. 

Terapias complementarias y cuidado personal 

Las elecciones de estilo de vida saludable y las medidas de cuidado personal son de gran ayuda para aliviar los síntomas, especialmente cuando se complementan con la psicoterapia o la medicación. Entre ellas se encuentran la acupuntura, los masajes, el yoga, la actividad física, la nutrición saludable, la meditación, la visualización y los grupos de apoyo.