EN

Artritis psoriásica y embarazo

Esto es lo que debe saber si está embarazada o planea quedar embarazada y amamantar.

La decisión de tener un bebé es una de las más importantes que usted y su pareja van a tomar. Pero si tiene artritis psoriásica, la decisión requiere consideraciones adicionales: ¿la artritis o los medicamentos que tomo afectarán a mi bebé? ¿El embarazo afectará a mi artritis o a mi enfermedad de la piel? ¿La enfermedad afectará a mi parto? ¿Seré físicamente capaz de cuidar a mi bebé?

En la mayoría de los casos, las respuestas son bastante tranquilizadoras, dice Mehret Birru Talabi, MD, PhD, profesora adjunta de medicina en la División de Reumatología e Inmunología Clínica de la Universidad de Pittsburgh. Si tiene artritis psoriásica, esto es lo que necesita saber sobre el embarazo, desde las etapas de planificación hasta el momento del parto, y más adelante.

Planificación del embarazo

No existen evidencias de que tener artritis psoriásica afecte a su capacidad de quedarse embarazada, por lo que es importante practicar un control de natalidad eficaz hasta que decida que es el momento adecuado para tener un hijo.

Lo ideal es hablar de los temas de planificación familiar con su reumatólogo desde el principio, no solo cuando haya decidido que quiere empezar a intentar tener un bebé, dice Lisa Sammaritano, MD, profesora asociada de medicina clínica en la División de Reumatología del Hospital for Special Surgery - Weill Cornell Medicine.

Efecto de la artritis psoriásica (AP) y los medicamentos en el bebé: la planificación siempre implicará una discusión sobre qué medicamentos puede y no puede continuar con seguridad durante el embarazo, y encontrar alternativas para los que no. Al menos uno de los medicamentos recetados para la artritis psoriásica, el metotrexato, y unos cuantos utilizados específicamente para la enfermedad de la piel, como el tazaroteno, la acitretina y la isotretinoína, deben suspenderse antes de intentar el embarazo. Debe consultar con su reumatólogo otros medicamentos y sopesar los riesgos y beneficios individuales.  Existe un componente genético en las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide (AR). La planificación le permitirá a usted y a su reumatólogo asegurarse de que la actividad de la enfermedad es baja mientras toma medicamentos compatibles con el embarazo, dice la Dra. Sammaritano. "Este proceso puede llevar algún tiempo, ya que cambiar una medicación significa darle varios meses para comprobar que funciona y que no provoca efectos colaterales", agrega. Afortunadamente, dice, los riesgos de la mayoría de los medicamentos recetados para la AP terminan cuando el fármaco está fuera del torrente sanguíneo. Ni los medicamentos que tomó en el pasado ni la AP en sí deberían afectar al desarrollo de su bebé.

Transmisión de la AP: existe un componente genético en las enfermedades autoinmunes, como la AP.  Aunque existe la posibilidad de que su hijo desarrolle AP u otra enfermedad autoinmune, es realmente importante recordar que muchas mujeres con enfermedades autoinmunes tienen bebés sanos que no desarrollan artritis ni ningún otro tipo de enfermedad autoinmune.

Actividad de la enfermedad durante el embarazo: de la misma manera, es probable que tener un bebé no tenga un impacto negativo considerable en el curso de su artritis psoriásica. En un estudio canadiense de 42 embarazos en 29 mujeres con artritis psoriásica, la artritis mejoró o se mantuvo estable con una actividad baja de la enfermedad en el 58 por ciento de los embarazos, mientras que empeoró o se mantuvo estable con una actividad alta de la enfermedad en el 32 por ciento.  El resto presentó un patrón mixto de mejora seguido de empeoramiento. La actividad de la piel mejoró o se mantuvo en un estado bajo estable en el 88 por ciento de los embarazos.

Cuidar del nuevo bebé: existe la posibilidad de que experimente un brote después del parto y sienta mucha fatiga. "Por eso, es importante que las mujeres que se plantean un embarazo también tengan en cuenta sus sistemas de apoyo y se aseguren de tenerlos antes del parto", dice la Dra. Birru Talabi.
 

Embarazo: los nueve meses completos

Si los medicamentos que tomaba en el momento de la concepción controlan su enfermedad, es probable que su médico le indique continuar tomándolos durante todo el embarazo, siempre y cuando sean compatibles.

El efecto de la AP en el parto: si la artritis afecta a la espalda o a las caderas, puede notar más dolor en esas articulaciones a medida que el bebé crece y ejerce más presión sobre ellas. Pregunte si su obstetra tiene experiencia en trabajar con mujeres con discapacidades. Si es posible, averigüe lo mismo sobre el anestesista que trabajará con usted en la sala de partos. En algunos casos, la afectación de las caderas y la columna vertebral podría dificultar un parto vaginal y la inflamación de la columna podría dificultar la administración de una epidural, es decir, la inyección de un analgésico directamente en el espacio que rodea la médula espinal para adormecer la mitad inferior del cuerpo durante el parto.  Debe discutir ambas posibilidades con su médico.  Una cesárea, si es que la necesita, podría causar el fenómeno de Koebner, una enfermedad en la que un traumatismo en la piel provoca un brote de la psoriasis.

Planificación de los cuidados del recién nacido: durante el embarazo es importante planificar la ayuda que necesitará después del parto. Aunque su enfermedad esté bien controlada podría experimentar más fatiga que otras madres primerizas, por lo que probablemente necesite ayuda adicional una vez que nazca el bebé.

Capacidad de amamantar: no hay pruebas de que la AP disminuya la producción de leche. Sin embargo, algunas mujeres experimentan dolor al intentar sujetar a sus bebés para amamantarlos, especialmente si su AP no está bien controlada. Aunque no puede transmitir la AP a su hijo mediante la lactancia materna, sí puede transmitirle algunos medicamentos. Muchos medicamentos son seguros durante la lactancia, y el paso de medicamentos a través de la leche materna es relativamente bajo en muchos casos.
 

Después del parto

Para la mayoría de las mujeres con AP es posible tener un parto y un bebé sanos.

Actividad de la enfermedad: si nota un empeoramiento de los síntomas, comuníquese con su reumatólogo, ya que es más probable que se produzca un brote en los meses posteriores al parto. El mismo estudio canadiense también descubrió que en el 40 por ciento de los embarazos se produjo un empeoramiento o una elevada actividad de la enfermedad después del parto.

E incluso si su enfermedad es estable, el parto y el cuidado de un recién nacido son agotadores, por lo que la fatiga es algo común.

Medicación y lactancia: si el control de su enfermedad después del parto requiere un cambio de medicación, asegúrese de informar a su médico si está amamantando. Muchos medicamentos, aunque no todos, son seguros durante el período de lactancia. Si tiene una afectación de la piel alrededor de los pezones, el uso de una crema hidratante para la piel puede ayudar a aliviar las molestias. Pero asegúrese de hablar con su médico sobre un producto que sea seguro para su bebé. Evite utilizar medicamentos tópicos para la psoriasis alrededor de los pezones.

Cuidado del bebé: cuidar de sí misma ahora es especialmente importante. Tome sus medicamentos, coma de forma saludable, duerma la siesta cuando el bebé lo haga y busque la ayuda de su pareja y de familiares y amigos de confianza, e incluso pague por obtener ayuda, si fuera necesario o posible. La maternidad es un trabajo desafiante que dura toda la vida, pero puede proporcionar alegrías únicas. Cuidar de sí misma ahora puede ayudarla a asegurarse de que podrá seguir cuidando a su hijo durante los próximos años.
 

Manténgase informado. Viva en el sí.

Participe en la comunidad de la artritis. Cuéntenos un poco acerca de usted y, de acuerdo a sus intereses, recibirá correos electrónicos con la información más reciente y los recursos necesarios para vivir una vida plena y para conectarse con otras personas.