Cómo superar los obstáculos habituales para perder peso
Su cuerpo puede estar luchando contra usted en la batalla del peso. Pero usted puede vencerlo con estas soluciones probadas y verdaderas.
Por Nichole Owens
Le duele la espalda, le duelen las rodillas y ya no se mueve con la misma facilidad que antes. Si pudiera perder algunas libras (¡y no volver a aumentarlas!), se sentiría mucho mejor. Pero sin importar cuántos dulces elimine o cuántas millas camine, esas libras obstinadas no se van a ninguna parte. Podría parecer que su cuerpo tiene su propia mente, y en cierto modo, así es. Los siguientes son algunos motivos por los que su cuerpo podría estar trabajando contra sus esfuerzos por perder peso, y lo que puede hacer para ganar la batalla.
Cambios en su cuerpo
A medida que envejecemos, perdemos masa muscular y aumentamos la masa grasa. "Los músculos usan más energía o calorías que la masa grasa", dice la dietista certificada Lauren Fialkoff, dietista clínica bariátrica en Tufts Medical Center en Boston. "Cuanta más grasa y menos masa muscular tenga alguien en su cuerpo puede ser que queme menos calorías en reposo", dice.
Solución: aumente el entrenamiento de fuerza. Incluya mancuernas, bandas de resistencia y ejercicios que utilicen el peso de su propio cuerpo. Si las mancuernas no son lo suyo, pruebe hacer yoga o Pilates.
Menor actividad física
Es difícil mantenerse físicamente activo cuando sus articulaciones están rígidas y duelen y la fatiga empieza a hacer efecto, pero cuando la actividad física se ralentiza, también lo hace el metabolismo.
Solución: muévase. Póngase como objetivo hacer 150 minutos de actividad física por semana, incluso tres días de ejercicios cardiovasculares, como caminar, andar en bicicleta o nadar, y dos días de entrenamiento de resistencia, como levantar pesas livianas, dice Leah Groppo, dietista certificada de Stanford Healthcare en San Mateo, California.
Falta de sueño
Los síntomas de artritis y algunos medicamentos que se utilizan para tratarla pueden alterar el sueño. El insomnio no solo tiende a desencadenar los antojos -especialmente de alimentos poco saludables-, sino que los estudios han demostrado que la hormona leptina, que estimula al cerebro a dejar de comer, es menor en las personas que duermen menos horas cada noche. Este descenso de la leptina indica un aumento del hambre y el apetito, y el cuerpo quema menos calorías. ¿El resultado? Probablemente aumente más de peso aunque no coma más alimentos, dice Fialkoff. La falta de sueño también puede afectar negativamente la resistencia a la insulina y los niveles de azúcar en sangre. La resistencia a la insulina aumenta el riesgo de aumento de peso, diabetes y enfermedad cardíaca.
Solución: haga que dormir bien por la noche -de seis a ocho horas, idealmente- sea una prioridad. Aumente la actividad física, lo que, según las investigaciones, probablemente mejorará la calidad del sueño. Si debe comer un refrigerio tarde por la noche, Groppo recomienda elegir algo saludable, como hummus y zanahorias o una bolsa pequeña de palomitas de maíz.
Cambios hormonales
En las mujeres que han llegado a la menopausia, los niveles de estrógeno descienden. El estrógeno ayuda a regular el metabolismo. Una vez que los niveles de estrógeno bajan, las mujeres tienden a aumentar de peso, especialmente en la zona abdominal, las caderas y los muslos. Las mujeres no son las únicas afectadas por los cambios en los niveles hormonales. "Tanto los hombres como las mujeres por lo general pierden masa corporal magra a medida que envejecen", señala Groppo. La disminución natural de la producción de testosterona también puede provocar un aumento de peso en los hombres.
Solución: si bien no hay una solución nutricional para regular el estrógeno o la testosterona, la actividad física regular, consistente en entrenamiento tanto cardiovascular como de resistencia, y seguir una dieta saludable puede hacer mucho para ayudarlo a perder peso y mantenerlo. "Hay muchos aspectos del envejecimiento que están fuera de nuestro control", dice Fialkoff. "Lo más importante que debe recordar es concentrarse en los aspectos que puede controlar, como la calidad de la dieta, la actividad física y el ejercicio, el control del estrés y la higiene del sueño". Groppo coincide. "Aunque suene poco sensual, la lentitud y la constancia ganan la carrera. Perder entre 1 y 2 libras por semana es realmente algo que la mayoría de las personas pueden sostener".