Equidad en el sector de la salud
La conferencia se centra en los retos y las soluciones para la diversidad, la equidad y la inclusión en la atención reumatológica.
Por Jill Tyrer | 10 de noviembre de 2022
Los afroamericanos, los hispanos y otras personas de color en Estados Unidos tienen, por lo general, menos probabilidades de recibir una atención de salud oportuna y eficaz, y más probabilidades de tener peores resultados de salud que los estadounidenses blancos. Esa inequidad ha sido demostrada en numerosos estudios, y también está presente entre las personas que viven con artritis.
Por eso la Arthritis Foundation está duplicando sus esfuerzos, no solo para allanar el camino para que más personas de comunidades desatendidas reciban atención, sino también para aumentar la diversidad, la equidad y la inclusión entre los profesionales de salud que atienden a pacientes con artritis.
Recientemente recalcamos las deficiencias en la atención y la escasez de proveedores de atención sanitaria de minorías subrepresentadas celebrando una Cumbre de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) para reumatólogos, investigadores y otros profesionales de la salud.
Varias personas presentaron sus investigaciones en la Cumbre de la DEI que financia la Arthritis Foundation. Entre ellas, hubo presentaciones sobre las repercusiones sanitarias raciales y socioeconómicas en los niños con artritis juvenil, las barreras a la atención reumatológica a las que se enfrentan los niños con artritis, la toma de decisiones compartida para que más afroamericanos puedan beneficiarse del reemplazo total de rodilla y las barreras generales a la atención de salud a las que se enfrentan las personas negras e hispanas en los Estados Unidos.
Confianza y comprensión del paciente
¿Por qué es importante aumentar la diversidad en la atención de salud? "Porque los estadounidenses, y los pacientes, son cada vez más diversos, y necesitan proveedores en los que puedan confiar", afirma la doctora Sharon Dowell, profesora adjunta de medicina interna en Howard University y reumatóloga del Howard University Hospital.
"Creo que es muy importante que los pacientes puedan ver o tengan la opción de ver a médicos con los que se sientan más identificados", explica la Dra. Dowell. Ella y la doctora Gail Kerr, jefa de reumatología del VA Medical Center y del Howard University Hospital, hablaron en la Cumbre de la DEI sobre modelos de colaboración para aumentar la diversidad en el personal de reumatología.
Los pacientes necesitan proveedores que comprendan sus retos y circunstancias particulares, afirmó el orador principal Will Ross, MD, MPH, decano adjunto para la diversidad en la School of Medicine de la Washington University en St. Louis. Eso le quedó claro con uno de los primeros pacientes que vio cuando era estudiante en 1981 en Washington University. Las manos del paciente, un hombre afroamericano, estaban deformadas por la artritis reumatoide.
"Lo que era único en este paciente era que realmente no tenía un proveedor que entendiera las dificultades a las que se enfrentaba para realizar las actividades de la vida diaria", recordó el Dr. Ross durante su presentación en la Cumbre de la DEI. "Le preocupaba que todo el mundo se fijara en sus manos y que nadie se fijara realmente en él como paciente. Eso fue una lección, creo, más que las deformidades causadas por la artritis reumatoide".
Desde entonces, el Dr. Ross ha tratado de cerrar las brechas de diversidad y equidad en la atención médica, y avanzar en la salud de la comunidad, en parte mediante la creación y promoción de programas para diversificar al personal contratando a más estudiantes de medicina de color.
Un problema histórico
Según datos censales, se prevé que los estadounidenses no blancos superen en número a los blancos en unos 20 años, y ya lo hacen en algunos estados. Al mismo tiempo, por el contrario, el número de estudiantes de medicina de color no ha aumentado de forma significativa en los últimos 30 años.
A principios del siglo XX, los estadounidenses negros tenían acceso a más de 150 facultades de medicina, pero el Informe Flexner de 1920 cerró la mayoría de las instituciones, explicó la Dra. Kerr. El Dr. Ross agregó que el número de estudiantes aumentó durante el movimiento por los derechos civiles, pero que desde entonces se ha estabilizado.
De hecho, menos hombres afroamericanos empezaron a estudiar medicina en 2014 que en 1980, afirma el Dr. Ross. En 2011, el 7.3% de los aspirantes de las facultades de medicina eran negros, mientras que el 54.6% eran blancos. Solo el 2% de los profesores de medicina son negros, y el número de graduados afroamericanos en las facultades de medicina no ha cambiado desde que se graduó en el 1980. "Esto es abismal, es inconcebible", dijo.
La situación es similar entre el personal docente de las facultades de medicina. Mientras que el número de profesores noveles negros ha aumentado, el porcentaje de profesores titulares ha pasado del 2% en 1960 a solo el 4% en 2015. En reumatología, "fue igual de aleccionador". Un estudio sobre el personal realizado en 2015 por el American College of Rheumatology reveló que solo el 0.8% de los reumatólogos adultos son afroamericanos y el 8.5% son hispanos, en comparación con el 73.6% de profesionales blancos.
Menos médicos, más pacientes
La reumatología se enfrenta a los mismos retos que otras disciplinas médicas: los reumatólogos se jubilan, las exigencias del lugar de trabajo han aumentado y los sistemas de salud no suelen planificar la sucesión como solían hacer los médicos de centros privados. Al mismo tiempo, el número de pacientes de los que se ocupa cada médico ha aumentado dado que más personas buscan atención médica, la prevalencia de las enfermedades reumáticas ha aumentado, especialmente entre la población negra e hispana, y la población estadounidense envejece y requiere más atención.
Estudios han demostrado que las personas negras e hispanas que padecen enfermedades reumáticas no solo tienen una enfermedad más activa y peores tasas de remisión, sino que también es menos probable que reciban atención médica con la misma rapidez que los pacientes blancos, lo que puede dar lugar a peores resultados. Así pues, hay un gran número de personas con artritis grave que no tienen acceso a médicos que comprendan realmente su situación y los retos a los que se enfrentan, sobre todo en lo que respecta a los obstáculos sociales y sistémicos.
"¿Cómo hace este paciente para sobrellevar su día a día? ¿Y quién está ahí para brindarle ayuda con los cuidados? Esto es especialmente importante cuando se observan estas tasas más bajas de remisión", explica el Dr. Ross.
Por el bien de los pacientes y de la propia profesión médica, es importante aumentar la diversidad. Las instituciones académicas y las organizaciones médicas deben comprometerse a ello, dijo, en parte creando programas que alienten a los estudiantes, incluso desde la escuela secundaria, a seguir una carrera en medicina, y les faciliten el camino.
La Arthritis Foundation tiene como prioridad ayudar a aumentar la diversidad entre los proveedores de atención médica que tratan a las personas con artritis. Nuestro programa de becas anima a los estudiantes de medicina a cursar especialidades reumatológicas y a ejercer en regiones del país especialmente marginadas. Además, en 2021, la fundación introdujo un programa de becas DEI, que se está ampliando, para atraer a estudiantes de medicina y residentes de minorías subrepresentadas a la reumatología.
Las doctoras Kerr y Dowell analizaron otros retos y posibles soluciones que podrían ayudar a aumentar la diversidad en la atención reumatológica. Desde que el Informe Flexner cerró muchas facultades de medicina para personas negras, solo quedan unas pocas incluso hoy, y las facultades y universidades históricamente negras han producido desde entonces una gran proporción de médicos negros, afirma la Dra. Kerr. Algunas de las posibles soluciones son una mayor colaboración entre instituciones académicas, médicas y de otros tipos para la enseñanza de la reumatología, así como ayudas económicas y becas, con las que la Arthritis Foundation está comprometida.
Otras soluciones incluyen mejores iniciativas para promover la reumatología y retener al personal docente en este campo. Esto incluye a profesionales de la salud de otros países formados en reumatología, que a menudo abandonan los Estados Unidos debido a las dificultades para conseguir la ciudadanía, los puestos de investigación que desean y otros factores, como el racismo, explica la Dra. Dowell.