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Consejos de una paciente con AJ para salir adelante en la universidad

Una joven egresada de la universidad brinda recomendaciones para aprovechar al máximo esta etapa educativa.

Por Rachel Mershon

A los 13 años, me diagnosticaron artritis después de innumerables visitas al médico, dolores insoportables durante actividades diarias y de que me dijeran "Dios te hizo así". Mi relación con la Arthritis Foundation comenzó inmediatamente después de que me diagnosticaran. He participado en el evento Camine para curar la artritis cada año, en las capacitaciones sobre defensa en Washington D.C. y Sacramento, y en otros eventos diversos para recaudar fondos.

Durante mi paso por la universidad, quise seguir recaudando fondos y participar en la fundación. Sin embargo, no pensé que mi participación estaría tan relacionada con mis actividades curriculares. En mi primer año, decidí pasar por el proceso de selección formal. Finalmente acepté una oferta de Alpha Omicron Pi (AOII), que está asociada con la Arthritis Foundation como su filantropía. La fraternidad era perfecta para mí: pude encontrar amigos que sabían sobre la artritis y me apoyarían a lo largo de mi carrera universitaria. Como miembro activa de la AOII, pude ayudar a coordinar el evento Camine para curar la artritis en San Luis Obispo dos años. Me convertí en mentora de mis compañeros, en oradora y voluntaria en el California Coast Classic Bike Tour, y en coordinadora de nuestro programa Vínculo en el campus. 

Ahora que recién me gradúo de la universidad, veo de qué forma he utilizado estos últimos cuatro años como una oportunidad para controlar mejor mi condición aprendiendo a equilibrar las tareas universitarias, los compromisos sociales y el cuidado de mi salud mental. Hubo mucho pruba y error, pero me ayudó a encontrar lo que mejor funciona para mí. Estas son algunas actitudes (sin ningún orden en particular) que me ayudaron a transitar mi paso por la universidad:

  • Mantener la mente abierta y no tener miedo a salir de la zona de confort: Esto lo ayudará a convertirse en un estudiante más completo y a aprender desde diferentes perspectivas. Ya sea participando en un club, estudiando en el extranjero o tomando una clase de la que no sabe nada, es importante desafiarse a sí mismo. El crecimiento se produce cuando uno se siente un poco incómodo.
  • Enfocarse en la comunicación:  Concéntrese en mejorar su capacidad de comunicación con muchas personas diferentes a lo largo de la semana. Se necesita un poco de planificación para poder mantener el contacto con los amigos y la familia, ya sea mediante llamadas o correos electrónicos. Del mismo modo, no tenga miedo de hablar cuando tenga un problema. Los profesores no pueden leer su mente. Si algo no va bien o tiene un brote, no tenga miedo de hacérselo saber a su profesor y hablarlo con él, para eso están las horas de oficina.
  • Mantener hábitos saludables: Concéntrese en comer sano, mantenerse activo y prestar atención a las señales que le envía su cuerpo. Descubrí que llevar una dieta principalmente vegetal, ir a pie a clase y no tener miedo a comer algo rico de vez en cuando me funcionaba bien. Además, aprenda a decir que no y no se lamente por ello. Los horarios ajetreados son muy comunes en la universidad, pero esforzarse demasiado no lo ayuda a usted, a su salud mental ni a su rendimiento académico. Aprenda cuánto es demasiado y no tenga miedo de dedicarse tiempo a usted mismo.
  • No perder de vista el objetivo: Estudie lo que le apasiona, y si no le apasiona la especialidad que eligió, cámbiela. Si no le gusta el campo que está estudiando, dedicará su vida a una carrera que lo aburre. Estudie con un amigo o un compañero de clase para que la información sea más interesante.
  • Ampliar su red profesional y social: Desarrollar relaciones significativas con sus profesores y compañeros dará sus frutos más adelante, cuando necesite una carta de recomendación o le avisen de puestos de trabajo disponibles. Del mismo modo, mantenga las amistades de la escuela y de su lugar de origen. Poder hablar con los amigos con los que estudia y con los que son de su lugar de origen es una gran manera de mantener el equilibrio social.
  • Realizar evaluaciones constantemente y cuidarse: Si es infeliz, haga algo para ser feliz. ¿Odia una clase? Déjela (después de intentarlo, por supuesto). ¿Una amistad no le hace bien? Aléjese de esa persona. ¿No es feliz en su relación? Replantéese qué significa esa relación para usted.
  • Administrar bien el tiempo es fundamental: Sea responsable con los plazos personales y consiga una agenda. Al principio del semestre, anote todas las fechas de entrega en su agenda para que no haya sorpresas. Esto ayudará a que completar las tareas sea más fácil de controlar cuando los exámenes parciales y las tareas parezcan acumularse. Dé a cada clase el respeto que merece y evite subestimar los supuestos "sobresalientes fáciles".
  • Escuchar al cuerpo y ocuparse de él: Esto implica varias cuestiones, pero algunas fundamentales son priorizar el sueño y la medicación. Las ganas de quedarse despierto toda la noche estudiando para un examen son tentadoras, pero una buena noche de sueño es la mejor manera de prepararse para un examen. Además, al priorizar su medicación, se sentirá lo mejor posible, lo cual es esencial para concentrarse en las tareas universitarias.
  • Tomar decisiones maduras: La universidad es un lugar de aprendizaje académico, pero también está aprendiendo a ser un adulto. Diviértase, pero no olvide por qué está allí. No haga nada que pueda traerle problemas más adelante.
  • Estar preparado para superar dificultades emocionales: No se castigue si tiene un mal día. Haga lo que pueda, mentalícese para el éxito e inténtelo nuevamente al día siguiente. Deje de lado la energía negativa y céntrese menos en lo que los demás piensen de usted. El centrar su tiempo en temas innecesarios es agotador y, en última instancia, lo aleja del estudio. No será un cambio inmediato (¡me costó años aprenderlo!), pero por fin poder soltar lo que no hace bien es una de las mejores sensaciones. Valórese. No se conforme con menos.
  • Vivir el momento: No se distraiga. La universidad pasa TAN rápido, especialmente los últimos 2 años. Valore cada examen parcial estresante, cada actividad, cada clase, cada salida, cada segundo. Siguiendo esa misma mentalidad, no se estrese con pequeños detalles. Dentro de cinco años, es probable que ni siquiera se acuerde de la persona que lo ignoró o de la mala puntuación que obtuvo en un examen.

Sé que es mucho para asimilar y que controlar la artritis en la universidad puede ser difícil, pero estos consejos pueden hacer las cosas un poco más fáciles. ¡Mucha suerte!

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