Escasez de infusiones de Actemra
La escasez de tocilizumab (Actemra) debida a una mayor demanda para tratar casos de COVID-19 puede afectar a algunas personas con artritis reumatoide (AR) y artritis idiopática juvenil (AIJ) que usan esta medicación.
La escasez actual se da en las formulaciones intravenosas (IV), que se utilizan para tratar el COVID-19 bajo una autorización de uso de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos, de acuerdo con el fabricante de medicamentos Genentech. En EE. UU., el producto IV de 200mg y 400mg SKU está agotado desde el 16 de agosto, y se espera que el de 80mg SKU se agote antes del fin de esta semana, de acuerdo con una alerta del 16 de agosto de Genentech. El suministro de la forma inyectable subcutánea, que no está autorizada para el tratamiento del COVID-19, aún está disponible, aunque hay escasez y "la situación del suministro sigue avanzando".
La formulación IV está aprobada para tratar la AIJ poliarticular y la AIJ sistémica en niños de 2 años o más (y para tratar el síndrome de liberación de citocina inducido por las células T con el receptor de antígeno quimérico, una afección que puede resultar de una terapia contra el cáncer). La forma subcutánea, autoinyectable y precargada, se utiliza para tratar la AR, la AIJ poliarticular y la AIJ sistémica en niños de 2 añoso más, y para tratar la arteritis de células gigantes y la enfermedad pulmonar intersticial asociada a la esclerosis sistémica.
La mayoría de las personas con artritis reumatoide o artritis juvenil que hacen tratamientos con tocilizumab reciben formas inyectables de esta medicación, que no se ven tan seriamente afectadas por el momento, explica Liana Fraenkel, MD, MPH, profesora de Reumatologìa en Yale School of Medicine y jefa de reumatología del VA Connecticut Healthcare System.
Esta escasez se vio impulsada por el aumento significativo de casos de COVID-19 en los Estados Unidos y en el mundo, según Genentech. "La brusca aparición de la variante Delta [de coronavirus], además de los inesperadamente bajos índices de vacunación en los Estados Unidos, ha conducido a una incidencia devastadoramente alta de hospitalizaciones por COVID-19 en determinadas áreas del país", establece la declaración.
Se espera que el stock de tocilizumab esté repuesto para fines de agosto, dice la declaración. "Sin embargo, si la pandemia sigue propagándose al ritmo actual, anticipamos que habrá escasez nuevamente en las semanas y los meses próximos".
Estos periodos de escasez pueden disparar las alarmas de quienes usan tocilizumab, pero hay alternativas para algunos de ellos, explica Donald Miller, PharmD, profesor de Práctica Farmacéutica de la North Dakota State University en Fargo. "Los pacientes que usan Actemra IV, quizás puedan reemplazarla por la formulación subcutánea. Ese sería el reemplazo ideal. Normalmente, se indica cada dos a cuatro semanas, así que se puede espaciar un poco la dosis si la enfermedad está controlada".
Los pacientes preocupados por su tratamiento con tocilizumab deben comunicarse con su reumatólogo para analizar las opciones, dice el Dr. Fraenkel. "Deberían quedarse tranquilos porque hay otros DMARD (medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad) que también son muy efectivos para tratar la AR si necesitaran cambiar la medicación".
Por ejemplo, el sarilumab (Kevzara) es un inhibidor de la interleucina-6 del mismo tipo que puede ser un reemplazo adecuado", agega miller.
Debe saber que los reumatólogos están al tanto de este problema y trabajan activamente con el American College of Reumathology para explorar opciones", dice Miller. -JILL TYRER
La escasez actual se da en las formulaciones intravenosas (IV), que se utilizan para tratar el COVID-19 bajo una autorización de uso de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos, de acuerdo con el fabricante de medicamentos Genentech. En EE. UU., el producto IV de 200mg y 400mg SKU está agotado desde el 16 de agosto, y se espera que el de 80mg SKU se agote antes del fin de esta semana, de acuerdo con una alerta del 16 de agosto de Genentech. El suministro de la forma inyectable subcutánea, que no está autorizada para el tratamiento del COVID-19, aún está disponible, aunque hay escasez y "la situación del suministro sigue avanzando".
La formulación IV está aprobada para tratar la AIJ poliarticular y la AIJ sistémica en niños de 2 años o más (y para tratar el síndrome de liberación de citocina inducido por las células T con el receptor de antígeno quimérico, una afección que puede resultar de una terapia contra el cáncer). La forma subcutánea, autoinyectable y precargada, se utiliza para tratar la AR, la AIJ poliarticular y la AIJ sistémica en niños de 2 añoso más, y para tratar la arteritis de células gigantes y la enfermedad pulmonar intersticial asociada a la esclerosis sistémica.
La mayoría de las personas con artritis reumatoide o artritis juvenil que hacen tratamientos con tocilizumab reciben formas inyectables de esta medicación, que no se ven tan seriamente afectadas por el momento, explica Liana Fraenkel, MD, MPH, profesora de Reumatologìa en Yale School of Medicine y jefa de reumatología del VA Connecticut Healthcare System.
Esta escasez se vio impulsada por el aumento significativo de casos de COVID-19 en los Estados Unidos y en el mundo, según Genentech. "La brusca aparición de la variante Delta [de coronavirus], además de los inesperadamente bajos índices de vacunación en los Estados Unidos, ha conducido a una incidencia devastadoramente alta de hospitalizaciones por COVID-19 en determinadas áreas del país", establece la declaración.
Se espera que el stock de tocilizumab esté repuesto para fines de agosto, dice la declaración. "Sin embargo, si la pandemia sigue propagándose al ritmo actual, anticipamos que habrá escasez nuevamente en las semanas y los meses próximos".
Estos periodos de escasez pueden disparar las alarmas de quienes usan tocilizumab, pero hay alternativas para algunos de ellos, explica Donald Miller, PharmD, profesor de Práctica Farmacéutica de la North Dakota State University en Fargo. "Los pacientes que usan Actemra IV, quizás puedan reemplazarla por la formulación subcutánea. Ese sería el reemplazo ideal. Normalmente, se indica cada dos a cuatro semanas, así que se puede espaciar un poco la dosis si la enfermedad está controlada".
Los pacientes preocupados por su tratamiento con tocilizumab deben comunicarse con su reumatólogo para analizar las opciones, dice el Dr. Fraenkel. "Deberían quedarse tranquilos porque hay otros DMARD (medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad) que también son muy efectivos para tratar la AR si necesitaran cambiar la medicación".
Por ejemplo, el sarilumab (Kevzara) es un inhibidor de la interleucina-6 del mismo tipo que puede ser un reemplazo adecuado", agega miller.
Debe saber que los reumatólogos están al tanto de este problema y trabajan activamente con el American College of Reumathology para explorar opciones", dice Miller. -JILL TYRER