Escalar montañas para derrotar la artritis
Las personas escalan montañas por muchas razones. Para algunas, es una prueba de resistencia y fuerza física. Otras lo hacen para sentir euforia y una descarga de adrenalina. Alex Jakobson lo hace para demostrarse a sí mismo que puede vencer el dolor y las limitaciones de la artritis.
Alex tenía una vida magnífica cuando la artritis asomó su horrible cara. Tenía 35 años, estaba casado con el amor de su vida y vivía en Francia, donde gozaba de un estilo de vida activo y de mucha vida social.
"Jugaba al fútbol en el equipo de la Embajada Británica", explica Alex. "Cabeceé una pelota e inmediatamente sentí dolor en mi cuello. El dolor empeoró al día siguiente y se extendió a mi hombro. Después de una semana, no podía levantar mi brazo izquierdo ni mover mi cuello".
El examen que le hizo su médico no dio ninguna respuesta. Al no encontrar nada mal en él, su doctor le dijo que no se preocupe por el dolor y que seguramente se íria solo.
El empeoramiento de los síntomas lo llevó tener varias citas más con doctores y a una estadía de 10 días en el hospital en la cual le diagnosticaron artritis reumatoide. En la actualidad usa una silla de ruedas y empezó un régimen de tratamientos que incluía grandes dosis de medicamentos antiinflamatorios.
Los resultados significativos recién se vieron luego cinco años de tratamiento y un cambio de dieta. Con el tiempo, se sintió lo suficientemente bien como para dejar las medicaciones. Seis meses más tarde, la artritis estaba en remisión, y tres años después de eso, la artritis reapareció y requirió de más tratamiento.
[caption id="attachment_655" align="alignright" width="300"] Alex, el tercero desde la derecha de la primera fila, monte Kilimanjaro.[/caption]
"Cuando estaba en el hospital, decidí que escalaría una montaña". dijo Alex. "Pensé que, si podía escalar una montaña, podría vencer mi artritis. Elegí el monte Kilimanjaro".
Cuando les contó a su familia y sus amigos sobre su plan de escalar el monte Kilimanjaro, no sabía cuál sería su reacción.
"Me sorprendió. Nunca sabes lo que esto significa para otras personas", dijo Alex. "Algunos de mis amigos dijeron: 'mi mamá o mi amigo tiene artritis'. Es algo importante para muchas personas, especialmente aquellas que han sido afectadas por la artritis y quieren encontrarle una cura".
Uno de los donantes de Alex lo resumió magníficamente en lo que escribió en su página de recaudación de fondos de CrowdRise: "gracias por hacerlo. Las personas como tú hacen que el mundo sea un mejor lugar".
Alex se propuso recaudar $3,000 para apoyar a la Arthritis Foundation, les solicitó promesas a su familia y sus amigos y se preparó para conquistar el monte Kilimanjaro.
La escalada incluía una caminata a través de cinco zonas de hábitats diferentes, que comenzaba en la selva tropical y terminaba en una zona ártica. La parte más difícil de la escalada fue el último día: escalar desde el campamento base hasta la cumbre, a más de 19,300 pies por encima del nivel del mar y a temperaturas gélidas.
[caption id="attachment_654" align="alignleft" width="300"] Alex presenta un cheque por más de $7,000 al personal de la Arthritis Foundation de New York City.[/caption]
"Fue una experiencia increíble y algo de lo que me considero muy afortunado de poder haber hecho", dijo Alex. "También me siento muy privilegiado por el apoyo que recibí de mi familia y mis amigos. Mi objetivo era recaudar $3,000 y terminé recaudando $7,127: ¡mucho más allá de mis expectativas!".
Actualmente, Alex vive en Brooklyn, New York, junto a su esposa y dos hijos. Su artritis está otra vez en remisión y el único efecto residual es una dificultad para mover su muñeca izquierda.
"Es duro", dijo Alex. "Cuando siente mucho dolor, parece que nunca va a terminar. Debe creer que hay una respuesta para usted y nunca darse por vencido".
Alex tenía una vida magnífica cuando la artritis asomó su horrible cara. Tenía 35 años, estaba casado con el amor de su vida y vivía en Francia, donde gozaba de un estilo de vida activo y de mucha vida social.
"Jugaba al fútbol en el equipo de la Embajada Británica", explica Alex. "Cabeceé una pelota e inmediatamente sentí dolor en mi cuello. El dolor empeoró al día siguiente y se extendió a mi hombro. Después de una semana, no podía levantar mi brazo izquierdo ni mover mi cuello".
El examen que le hizo su médico no dio ninguna respuesta. Al no encontrar nada mal en él, su doctor le dijo que no se preocupe por el dolor y que seguramente se íria solo.
El empeoramiento de los síntomas lo llevó tener varias citas más con doctores y a una estadía de 10 días en el hospital en la cual le diagnosticaron artritis reumatoide. En la actualidad usa una silla de ruedas y empezó un régimen de tratamientos que incluía grandes dosis de medicamentos antiinflamatorios.
Los resultados significativos recién se vieron luego cinco años de tratamiento y un cambio de dieta. Con el tiempo, se sintió lo suficientemente bien como para dejar las medicaciones. Seis meses más tarde, la artritis estaba en remisión, y tres años después de eso, la artritis reapareció y requirió de más tratamiento.
[caption id="attachment_655" align="alignright" width="300"] Alex, el tercero desde la derecha de la primera fila, monte Kilimanjaro.[/caption]
"Cuando estaba en el hospital, decidí que escalaría una montaña". dijo Alex. "Pensé que, si podía escalar una montaña, podría vencer mi artritis. Elegí el monte Kilimanjaro".
Cuando les contó a su familia y sus amigos sobre su plan de escalar el monte Kilimanjaro, no sabía cuál sería su reacción.
"Me sorprendió. Nunca sabes lo que esto significa para otras personas", dijo Alex. "Algunos de mis amigos dijeron: 'mi mamá o mi amigo tiene artritis'. Es algo importante para muchas personas, especialmente aquellas que han sido afectadas por la artritis y quieren encontrarle una cura".
Uno de los donantes de Alex lo resumió magníficamente en lo que escribió en su página de recaudación de fondos de CrowdRise: "gracias por hacerlo. Las personas como tú hacen que el mundo sea un mejor lugar".
Alex se propuso recaudar $3,000 para apoyar a la Arthritis Foundation, les solicitó promesas a su familia y sus amigos y se preparó para conquistar el monte Kilimanjaro.
La escalada incluía una caminata a través de cinco zonas de hábitats diferentes, que comenzaba en la selva tropical y terminaba en una zona ártica. La parte más difícil de la escalada fue el último día: escalar desde el campamento base hasta la cumbre, a más de 19,300 pies por encima del nivel del mar y a temperaturas gélidas.
[caption id="attachment_654" align="alignleft" width="300"] Alex presenta un cheque por más de $7,000 al personal de la Arthritis Foundation de New York City.[/caption]
"Fue una experiencia increíble y algo de lo que me considero muy afortunado de poder haber hecho", dijo Alex. "También me siento muy privilegiado por el apoyo que recibí de mi familia y mis amigos. Mi objetivo era recaudar $3,000 y terminé recaudando $7,127: ¡mucho más allá de mis expectativas!".
Actualmente, Alex vive en Brooklyn, New York, junto a su esposa y dos hijos. Su artritis está otra vez en remisión y el único efecto residual es una dificultad para mover su muñeca izquierda.
"Es duro", dijo Alex. "Cuando siente mucho dolor, parece que nunca va a terminar. Debe creer que hay una respuesta para usted y nunca darse por vencido".