Las mujeres y los pacientes con espondilitis anquilosante de larga duración corren el riesgo de padecer otras afecciones
Las mujeres que tienen espondilitis anquilosante y los hombres y las mujeres que han tenido la enfermedad por más tiempo tienen un riesgo mayor de desarrollar síntomas potencialmente debilitantes más allá de las articulaciones, según un nuevo estudio presentado en la Reunión Anual del American College of Rheumatology.
La espondilitis anquilosante (EA) es tipo inflamatorio crónico de artritis que afecta principalmente la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas, es decir, las dos articulaciones que conectan la base de la columna vertebral con los lados derecho e izquierdo de la pelvis. Es el subtipo más común de un grupo de trastornos llamados espondiloartropatías axiales (EspA-ax). Las espondiloartropatías axiales están asociadas a varios síntomas, causados por la misma inflamación descontrolada que afecta todo el cuerpo y que provoca la artritis, que no se presentan en las articulaciones (llamados manifestaciones extraarticulares). Entre ellos se incluyen:
Pero hasta ahora, no se sabía cuántos pacientes con EA desarrollan estas tres afecciones, quiénes tienen mayor riesgo o qué síntomas son más comunes en determinado subgrupo de pacientes.
A fin de tener una mejor idea, los investigadores analizaron datos sobre 564 pacientes (casi el 80% hombres) incluidos en el Registro de espondilitis anquilosante de Irlanda. Esto es lo que observaron:
La coautora del estudio Gillian Fitzgerald, MD, becaria de reumatología del St. James's Hospital en Dublin, Irlanda, señala que estas afecciones se suman a la carga de enfermedad o "morbilidad".
"Cada una de estas manifestaciones extrarticulares por sí sola conlleva morbilidad, y nuestros pacientes a menudo pueden tener varias de estas afecciones además de la morbilidad producto del dolor de espalda de origen inflamatorio", explica. "Esto puede tener un impacto enorme en la calidad de vida. Por eso, es importante que nosotros, como reumatólogos, entendamos tanto como podamos sobre estas afecciones".
La Dra. Fitzgerald señala que no se sabe por qué las mujeres presentan un riesgo mayor de sufrir estas afecciones, pero agrega que es importante ser conscientes de esto, en especial porque durante mucho tiempo, se pensó que la espondilitis anquilosante era una enfermedad que afectaba mayormente a los hombres, a pesar de que los estudios de investigación recientes indican que no es así.
"El mensaje clave es que ahora no solo tenemos que pensar que las mujeres pueden tener la enfermedad, sino que en las mujeres que la tienen, también tenemos que considerar que es más probable que tengan algunas de estas manifestaciones extraarticulares. Por lo tanto, cada vez que atendamos pacientes mujeres, debemos tener esto en cuenta, preguntar acerca de estos síntomas, evaluar cuando sea necesario y asegurarnos de que no se nos pase por alto", explica la Dra. Fitzgerald.
"Creo que muchos pacientes piensan que solo deberían mencionar el dolor de espalda, pero a nosotros nos interesa conocer todos los síntomas. Por lo tanto, si tienen problemas en los ojos o en la piel, o padecen enfermedad intestinal inflamatoria, les recomendamos que hablen con el reumatólogo al respecto", aconseja.
Theodore Fields, MD, reumatólogo del Hospital for Special Surgery en la ciudad de New York, dice que el Registro de espondilitis anquilosante de Irlanda, que recopila datos desde el año 2013, es un valioso recurso.
"Con el tiempo, a medida que aumentan los años de acumulación de datos prospectivos, los datos de este registro pueden ayudar a anticipar las complicaciones de la espondiloartropatía axial en diferentes grupos de pacientes", agrega.
Incluso ahora, el estudio tiene valor para la práctica clínica, señala, ya que incita a los médicos a aumentar el control de la uveítis en las mujeres y las personas con enfermedad de larga duración y a vigilar detenidamente la presencia de una enfermedad intestinal inflamatoria sutil.
"Por el momento, todos los pacientes con espondiloartropatía axial deben estar bajo observación por el espectro de afecciones asociadas, pero una mayor definición de los subconjuntos de pacientes con un riesgo especial de presentar manifestaciones particulares nos ayudará a enfocar mejor nuestra evaluación", explica el Dr. Fields.
La Dra. Fitzgerald está de acuerdo con que se necesita investigar más sobre el tema. Tiene previsto realizar más estudios para identificar otras características que puedan predecir el desarrollo de estas afecciones.
Autora: Jennifer Davis para la Arthritis Foundation
La espondilitis anquilosante (EA) es tipo inflamatorio crónico de artritis que afecta principalmente la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas, es decir, las dos articulaciones que conectan la base de la columna vertebral con los lados derecho e izquierdo de la pelvis. Es el subtipo más común de un grupo de trastornos llamados espondiloartropatías axiales (EspA-ax). Las espondiloartropatías axiales están asociadas a varios síntomas, causados por la misma inflamación descontrolada que afecta todo el cuerpo y que provoca la artritis, que no se presentan en las articulaciones (llamados manifestaciones extraarticulares). Entre ellos se incluyen:
- uveítis (inflamación de una parte determinada del ojo)
- psoriasis (erupciones cutáneas crónicas y graves)
- enfermedad intestinal inflamatoria (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa)
Pero hasta ahora, no se sabía cuántos pacientes con EA desarrollan estas tres afecciones, quiénes tienen mayor riesgo o qué síntomas son más comunes en determinado subgrupo de pacientes.
A fin de tener una mejor idea, los investigadores analizaron datos sobre 564 pacientes (casi el 80% hombres) incluidos en el Registro de espondilitis anquilosante de Irlanda. Esto es lo que observaron:
- Un poco más del 50 por ciento de los participantes del estudio tenían al menos una de las tres afecciones
- El 35.5 por ciento de los pacientes tenía uveítis, la más común de las tres
- La prevalencia de uveítis fue significativamente mayor en mujeres que en hombres (46.7 por ciento versus 32.3 por ciento) y en hombres y mujeres que habían tenido la enfermedad durante 10 años o más que en aquellos que la habían tenido menos de 10 años (39.8 por ciento versus 21.7 por ciento)
- El 17.8 por ciento tenía psoriasis
- El 9.7 por ciento tenía enfermedad intestinal inflamatoria (EII)
- La prevalencia de EII era significativamente mayor en mujeres que en hombres (16.5 por ciento versus 7.7 por ciento)
La coautora del estudio Gillian Fitzgerald, MD, becaria de reumatología del St. James's Hospital en Dublin, Irlanda, señala que estas afecciones se suman a la carga de enfermedad o "morbilidad".
"Cada una de estas manifestaciones extrarticulares por sí sola conlleva morbilidad, y nuestros pacientes a menudo pueden tener varias de estas afecciones además de la morbilidad producto del dolor de espalda de origen inflamatorio", explica. "Esto puede tener un impacto enorme en la calidad de vida. Por eso, es importante que nosotros, como reumatólogos, entendamos tanto como podamos sobre estas afecciones".
La Dra. Fitzgerald señala que no se sabe por qué las mujeres presentan un riesgo mayor de sufrir estas afecciones, pero agrega que es importante ser conscientes de esto, en especial porque durante mucho tiempo, se pensó que la espondilitis anquilosante era una enfermedad que afectaba mayormente a los hombres, a pesar de que los estudios de investigación recientes indican que no es así.
"El mensaje clave es que ahora no solo tenemos que pensar que las mujeres pueden tener la enfermedad, sino que en las mujeres que la tienen, también tenemos que considerar que es más probable que tengan algunas de estas manifestaciones extraarticulares. Por lo tanto, cada vez que atendamos pacientes mujeres, debemos tener esto en cuenta, preguntar acerca de estos síntomas, evaluar cuando sea necesario y asegurarnos de que no se nos pase por alto", explica la Dra. Fitzgerald.
"Creo que muchos pacientes piensan que solo deberían mencionar el dolor de espalda, pero a nosotros nos interesa conocer todos los síntomas. Por lo tanto, si tienen problemas en los ojos o en la piel, o padecen enfermedad intestinal inflamatoria, les recomendamos que hablen con el reumatólogo al respecto", aconseja.
Theodore Fields, MD, reumatólogo del Hospital for Special Surgery en la ciudad de New York, dice que el Registro de espondilitis anquilosante de Irlanda, que recopila datos desde el año 2013, es un valioso recurso.
"Con el tiempo, a medida que aumentan los años de acumulación de datos prospectivos, los datos de este registro pueden ayudar a anticipar las complicaciones de la espondiloartropatía axial en diferentes grupos de pacientes", agrega.
Incluso ahora, el estudio tiene valor para la práctica clínica, señala, ya que incita a los médicos a aumentar el control de la uveítis en las mujeres y las personas con enfermedad de larga duración y a vigilar detenidamente la presencia de una enfermedad intestinal inflamatoria sutil.
"Por el momento, todos los pacientes con espondiloartropatía axial deben estar bajo observación por el espectro de afecciones asociadas, pero una mayor definición de los subconjuntos de pacientes con un riesgo especial de presentar manifestaciones particulares nos ayudará a enfocar mejor nuestra evaluación", explica el Dr. Fields.
La Dra. Fitzgerald está de acuerdo con que se necesita investigar más sobre el tema. Tiene previsto realizar más estudios para identificar otras características que puedan predecir el desarrollo de estas afecciones.
Autora: Jennifer Davis para la Arthritis Foundation