Investigadores en el camino hacia una cura - Enfoque en la Dra. Tuhina Neogi
Si usted tiene osteoporosis, es probable que haya escuchado y haya sido tratado con una clase de medicamento que se utiliza para prevenir y tratar la pérdida ósea: los bifosfonatos. La Dra. Tuhina Neogi y su equipo de investigación utilizan nuevos métodos para analizar de qué manera los efectos en el largo plazo de usar estos medicamentos pueden estar relacionados con la evolución de la artrosis (OA) de rodilla.
El proyecto de la Dra. Neogi de 2 años financiado por la Arthritis Foundation, "Bisphosphonate Effects in Knee Osteoarthritis", analiza la relación del tratamiento con bifosfonatos y los cambios estructurales en la rodilla asociados con la evolución de la artrosis. Para ello, la Dra. Neogi y su equipo observan qué modificaciones se evidencian en el ancho de espacio articular de la rodilla, la forma del hueso tridimensional (3D) y las lesiones de la médula ósea en los pacientes con artrosis a través del tiempo.
La Dra. Neogi tiene interés en esta investigación por varios motivos. En primer lugar, los efectos en el largo plazo de los bifosfonatos en la artrosis de rodilla son controvertidos debido a los resultados contradictorios del estudio y las inquietudes acerca del cambio de las propiedades óseas con el tiempo. "Los bifosfonatos se utilizan para mantener y mejorar la densidad ósea mediante el aumento o la reconstrucción (remodelación) ósea en los pacientes con osteoporosis. Ayudan a reducir el riesgo de fracturas. Sin embargo, la remodelación ósea en pacientes con artrosis posiblemente no sea igual que la remodelación ósea en pacientes con osteoporosis. Cambiar los huesos haciendo que sean más rígidos tal vez no sea adecuado para la artrosis. Por otra parte, los bifosfonatos pueden tener efectos beneficiosos en los condrocitos (células del cartílago). Por lo tanto, los beneficios en comparación a los riesgos no quedan claros".
La Dra. Neogi también tiene interés en analizar los datos de nuevas maneras para reducir la confusión hallada en los estudios anteriores con resultados contradictorios o inconclusos. En los estudios anteriores se utilizaron solamente radiografías para evaluar los cambios estructurales en la artrosis. Junto a su equipo, la Dra. Neogi también utilizó imágenes por resonancia magnética (MRI), enfocadas en lesiones de la médula ósea que pudieran provocar dolor en la artrosis, y formas óseas 3-D, que pudieran ofrecer una evaluación más global de lo que ocurría en la articulación. "Los cambios estructurales asociados con la artrosis son evaluados tradicionalmente como el ancho del espacio articular en las radiografías, lo que carece de sensibilidad para el cambio. Lleva mucho tiempo que el ancho articular cambie y pueda ser detectado en una radiografía. La resonancia magnética proporciona detalles sobre cómo la artrosis cambia en períodos más cortos de tiempo y, por lo tanto, probablemente sea una mejor manera de evaluar los efectos de un medicamento en la artrosis".
El equipo también está utilizando información de una extensa base de datos médica del Reino Unido (RU) para determinar si el uso de bifosfonatos puede desacelar el avance de la artrosis de rodilla y hacer una diferencia en caso de que, o cuando, sea necesario un reemplazo de rodilla. "Alrededor del 97% de los reemplazos de rodilla se realizan como resultado de la artrosis y es, por lo tanto, un buen indicador de que las personas han avanzado a la "fase terminal" de la artrosis de rodilla", explica la Dra. Neogi. La Dra. Neogi y su equipo comenzaron este proyecto analizando información de una base de datos del RU, que incluyó información sobre unos 13 millones de pacientes. Explicó que fue importante usar los datos del RU porque los pacientes allí tienen atención médica universal, por lo que nadie quedaría excluido si no pudiera pagar o tener acceso al tratamiento médico. El equipo eligió dos conjuntos de grupos de pacientes para comparar. Un grupo incluyó a los pacientes con un diagnóstico reciente de artrosis que eran nuevos usuarios de bifosfonatos. El segundo grupo incluyó a los pacientes con un diagnóstico reciente de artrosis con característicias similares al primer conjunto (como edad, sexo, peso, etc.), con excepción de que no usaban bifosfonatos. Después de comparar los datos en el largo plazo, el equipo halló que un número significativamente menor de pacientes del grupo de tratamiento con bifosfonatos pasaba a la cirugía de reemplazo de rodilla que los que no los usaban.
El equipo ahora analiza los datos de los estudios de resonancia magnética, junto con los datos de un estudio de investigación a nivel nacional patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que se centra en la artrosis de rodilla. A pesar de que los análisis no han concluido, observan resultados que son similares a los resultados de la base de datos del RU. Los sujetos que realizaron el tratamiento de bifosfonatos mostraron una evaluación estructural menos grave.
Los distintos abordajes para el análisis de los resultados de artrosis muestran resultados que apuntan en la misma dirección. A pesar de que el tratamiento con bifosfonatos podría no funcionar para todos y que se necesitan realizar trabajos adicionales sobre estos proyectos, la Dra. Neogi cree que los resultados de la investigación de su equipo pueden respaldar algunos efectos prometedores de los bifosfonatos en el largo plazo y que esta clase de medicamento podría ser una opción terapéutica potencial para millones de estadounidenses con artrosis de rodilla.
La Dra. Neogi es profesora de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y profesora de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston.
El proyecto de la Dra. Neogi de 2 años financiado por la Arthritis Foundation, "Bisphosphonate Effects in Knee Osteoarthritis", analiza la relación del tratamiento con bifosfonatos y los cambios estructurales en la rodilla asociados con la evolución de la artrosis. Para ello, la Dra. Neogi y su equipo observan qué modificaciones se evidencian en el ancho de espacio articular de la rodilla, la forma del hueso tridimensional (3D) y las lesiones de la médula ósea en los pacientes con artrosis a través del tiempo.
La Dra. Neogi tiene interés en esta investigación por varios motivos. En primer lugar, los efectos en el largo plazo de los bifosfonatos en la artrosis de rodilla son controvertidos debido a los resultados contradictorios del estudio y las inquietudes acerca del cambio de las propiedades óseas con el tiempo. "Los bifosfonatos se utilizan para mantener y mejorar la densidad ósea mediante el aumento o la reconstrucción (remodelación) ósea en los pacientes con osteoporosis. Ayudan a reducir el riesgo de fracturas. Sin embargo, la remodelación ósea en pacientes con artrosis posiblemente no sea igual que la remodelación ósea en pacientes con osteoporosis. Cambiar los huesos haciendo que sean más rígidos tal vez no sea adecuado para la artrosis. Por otra parte, los bifosfonatos pueden tener efectos beneficiosos en los condrocitos (células del cartílago). Por lo tanto, los beneficios en comparación a los riesgos no quedan claros".
La Dra. Neogi también tiene interés en analizar los datos de nuevas maneras para reducir la confusión hallada en los estudios anteriores con resultados contradictorios o inconclusos. En los estudios anteriores se utilizaron solamente radiografías para evaluar los cambios estructurales en la artrosis. Junto a su equipo, la Dra. Neogi también utilizó imágenes por resonancia magnética (MRI), enfocadas en lesiones de la médula ósea que pudieran provocar dolor en la artrosis, y formas óseas 3-D, que pudieran ofrecer una evaluación más global de lo que ocurría en la articulación. "Los cambios estructurales asociados con la artrosis son evaluados tradicionalmente como el ancho del espacio articular en las radiografías, lo que carece de sensibilidad para el cambio. Lleva mucho tiempo que el ancho articular cambie y pueda ser detectado en una radiografía. La resonancia magnética proporciona detalles sobre cómo la artrosis cambia en períodos más cortos de tiempo y, por lo tanto, probablemente sea una mejor manera de evaluar los efectos de un medicamento en la artrosis".
El equipo también está utilizando información de una extensa base de datos médica del Reino Unido (RU) para determinar si el uso de bifosfonatos puede desacelar el avance de la artrosis de rodilla y hacer una diferencia en caso de que, o cuando, sea necesario un reemplazo de rodilla. "Alrededor del 97% de los reemplazos de rodilla se realizan como resultado de la artrosis y es, por lo tanto, un buen indicador de que las personas han avanzado a la "fase terminal" de la artrosis de rodilla", explica la Dra. Neogi. La Dra. Neogi y su equipo comenzaron este proyecto analizando información de una base de datos del RU, que incluyó información sobre unos 13 millones de pacientes. Explicó que fue importante usar los datos del RU porque los pacientes allí tienen atención médica universal, por lo que nadie quedaría excluido si no pudiera pagar o tener acceso al tratamiento médico. El equipo eligió dos conjuntos de grupos de pacientes para comparar. Un grupo incluyó a los pacientes con un diagnóstico reciente de artrosis que eran nuevos usuarios de bifosfonatos. El segundo grupo incluyó a los pacientes con un diagnóstico reciente de artrosis con característicias similares al primer conjunto (como edad, sexo, peso, etc.), con excepción de que no usaban bifosfonatos. Después de comparar los datos en el largo plazo, el equipo halló que un número significativamente menor de pacientes del grupo de tratamiento con bifosfonatos pasaba a la cirugía de reemplazo de rodilla que los que no los usaban.
El equipo ahora analiza los datos de los estudios de resonancia magnética, junto con los datos de un estudio de investigación a nivel nacional patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que se centra en la artrosis de rodilla. A pesar de que los análisis no han concluido, observan resultados que son similares a los resultados de la base de datos del RU. Los sujetos que realizaron el tratamiento de bifosfonatos mostraron una evaluación estructural menos grave.
Los distintos abordajes para el análisis de los resultados de artrosis muestran resultados que apuntan en la misma dirección. A pesar de que el tratamiento con bifosfonatos podría no funcionar para todos y que se necesitan realizar trabajos adicionales sobre estos proyectos, la Dra. Neogi cree que los resultados de la investigación de su equipo pueden respaldar algunos efectos prometedores de los bifosfonatos en el largo plazo y que esta clase de medicamento podría ser una opción terapéutica potencial para millones de estadounidenses con artrosis de rodilla.
La Dra. Neogi es profesora de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y profesora de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston.