Bonnie Simpson Mason solía reparar huesos. Ahora nutre sueños.
La Dra. Bonnie Simpson Mason enfrenta la sala de conferencias en una pose poderosa, con las manos en las caderas, y los estudiantes de medicina se levantan de sus asientos para imitarla. Segura y confiada, cordial pero firme, comparte sus consejos para el éxito: "Sean impulsores. Resuelvan los problemas. Sean ingeniosos. Sean esa persona que llega temprano, que se queda hasta tarde, que siempre es entusiasta".
La Dra. Mason es todo eso. Estos atributos la ayudaron a convertirse en cirugía ortopédica, siendo una mujer afroamericana en un ámbito muy competitivo dominado por hombres. Y cuando la artritis reumatoide (AR) le dificultó demasiado continuar, estas cualidades la ayudaron a seguir teniendo éxito en otra carrera. La Dra. Mason, 48, dirige Nth Dimensions, una organización sin fines de lucro que creó para brindar mentoría, becas y oportunidades de investigación a mujeres y estudiantes minoritarios que buscan ingresar en especialidades médicas y quirúrgicas competitivas.
También ayuda a los médicos a aprender sobre el negocio de la medicina través de su compañía, Beyond the Exam Room, y es profesora invitada en la Sede de Medicina de la Universidad de Texas en Galveston y la Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville en Kentucky. Su esposo, el Dr. Thomas Mason, director médico de tecnología de información médica del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, la apoya constantemente mientras equilibra una exigente agenda laboral con la vida familiar (tienen dos hijos preadolescentes) y lucha contra la AR.
Reconstruyendo una carrera
Mientras buscaba alcanzar una residencia en cirugía ortopédica, la Dra. Mason se imponía a sí misma los mismos estándares y expectativas que ahora les imparte a sus estudiantes: estar preparada, siempre aprender y crear una red de contactos. Fue una de las solo dos mujeres en una residencia en cirugía ortopédica en la Universidad de Howard en Washington, D.C. Y cuando se convirtió en jefa de residentes, estaba determinada a no mostrar ningún signo de debilidad, incluso cuando comenzó a sentirse mal.
Era muy activa y, al igual que otros residentes, trabajaba de 100 a 120 horas por semana, de modo que cuando empezó a sentir dolor en los pies, simplemente cambió sus tacones por zapatos sin tacón. Pero luego empezó a tener problemas gastrointestinales con calambres intensos. Un día en su cuarto año de residencia, sintió un dolor agudo en el hombro, que atribuyó al hecho de que había estado realizando un reemplazo total de cadera. También adjudicó el dolor en su cadera a que había estado subiendo muchas escaleras. Pero luego aparecieron otros síntomas: debilidad, fatiga y una sensación de ardor en las manos. Una amiga preocupada insistió en que fuera a la sala de emergencias, donde la derivaron a un reumatólogo que le diagnosticó AR. "Me dijo que tenía el caso de artritis reumatoide más intenso que había visto", cuenta la Dra. Mason.
Con el tiempo, logró controlar su AR con corticoesteroides y medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad. (Todavía sigue luchando con la fatiga, pero su AR está bien controlada y se mantiene sana haciendo ejercicio a diario, controlando el estrés, durmiendo la siesta, bebiendo muchos jugos de verduras y escuchando a su cuerpo).
Manteniendo la fe
Al final de su residencia, la Dra. Mason ganó una prestigiosa beca en cirugía de manos en la Universidad de Columbia, que tuvo que rechazar debido a la AR. Realizó cirugías durante tres años hasta que el dolor en su codo derecho fue tan intenso que ya no pudo extender el brazo por completo.
Perder su carrera como cirujana fue un gran golpe. "Busqué voluntariamente una terapia desde la perspectiva de la salud mental porque fue un proceso de duelo". Aún así, agrega: "Ni por un momento dudé ni me cuestioné ni me dije a mí misma que había atravesado toda la capacitación ortopédica para nada. Sabía que tenía que haber una razón más grande".
Enfocó su energía en Nth Dimensions, que introduce a las mujeres y a estudiantes secundarios y universitarios minoritarios en especialidades médicas en las que están subrepresentados, como la ortopedia, la radiología, la dermatología y la fisioterapia. También lleva a cabo una pasantía de verano que agrupa a estudiantes médicos selectos con médicos voluntarios en esas especialidades en todo el país.
En 2015, la Dra. Mason recibió el Premio a la Diversidad de la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos. Ahora está trabajando en conseguir una donación para garantizar el futuro de Nth Dimensions y su impacto.
En su caso, la AR la impulsó en lugar de frenarla. "Comencé mi carrera pensando que conectaría huesos, pero ahora conecto a personas con los recursos, las redes, las herramientas y la información que necesitan para alcanzar sus sueños y metas", afirma. "Si hubiera estado en el quirófano, no hubiera podido tener un impacto en la vida de mujeres y estudiantes minoritarios como yo". -Por MICHELE COHEN MARILL
Los hábitos saludables de la Dra. Mason
Bonnie Mason se toma un tiempo durante el día para algunos hábitos saludables que la ayudan a controlar sus síntomas de AR.
POR LA MAÑANA: Se levanta alrededor de las 5 a.m. y lee las Sagradas Escrituras. Después de que sus hijos se van a la escuela, camina 2 millas y hace unos ejercicios de estiramiento. Para el desayuno, toma jugo de col, espinaca y remolacha con manzanas y bayas.
AL MEDIODÍA: La Dra. Mason se reserva tiempo para una siesta por la tarde para recargar energías. También está empezando a consumir una dieta a base de alimentos de origen vegetal y evita los carbohidratos y el azúcar.
POR LA NOCHE: Algunos días entrena con sus hijos, con ejercicios aeróbicos de bajo impacto y pesas livianas. Antes de acostarse, escribe notas de agradecimiento y espiritualidad en un diario.
La Dra. Mason es todo eso. Estos atributos la ayudaron a convertirse en cirugía ortopédica, siendo una mujer afroamericana en un ámbito muy competitivo dominado por hombres. Y cuando la artritis reumatoide (AR) le dificultó demasiado continuar, estas cualidades la ayudaron a seguir teniendo éxito en otra carrera. La Dra. Mason, 48, dirige Nth Dimensions, una organización sin fines de lucro que creó para brindar mentoría, becas y oportunidades de investigación a mujeres y estudiantes minoritarios que buscan ingresar en especialidades médicas y quirúrgicas competitivas.
También ayuda a los médicos a aprender sobre el negocio de la medicina través de su compañía, Beyond the Exam Room, y es profesora invitada en la Sede de Medicina de la Universidad de Texas en Galveston y la Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville en Kentucky. Su esposo, el Dr. Thomas Mason, director médico de tecnología de información médica del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, la apoya constantemente mientras equilibra una exigente agenda laboral con la vida familiar (tienen dos hijos preadolescentes) y lucha contra la AR.
Reconstruyendo una carrera
Mientras buscaba alcanzar una residencia en cirugía ortopédica, la Dra. Mason se imponía a sí misma los mismos estándares y expectativas que ahora les imparte a sus estudiantes: estar preparada, siempre aprender y crear una red de contactos. Fue una de las solo dos mujeres en una residencia en cirugía ortopédica en la Universidad de Howard en Washington, D.C. Y cuando se convirtió en jefa de residentes, estaba determinada a no mostrar ningún signo de debilidad, incluso cuando comenzó a sentirse mal.
Era muy activa y, al igual que otros residentes, trabajaba de 100 a 120 horas por semana, de modo que cuando empezó a sentir dolor en los pies, simplemente cambió sus tacones por zapatos sin tacón. Pero luego empezó a tener problemas gastrointestinales con calambres intensos. Un día en su cuarto año de residencia, sintió un dolor agudo en el hombro, que atribuyó al hecho de que había estado realizando un reemplazo total de cadera. También adjudicó el dolor en su cadera a que había estado subiendo muchas escaleras. Pero luego aparecieron otros síntomas: debilidad, fatiga y una sensación de ardor en las manos. Una amiga preocupada insistió en que fuera a la sala de emergencias, donde la derivaron a un reumatólogo que le diagnosticó AR. "Me dijo que tenía el caso de artritis reumatoide más intenso que había visto", cuenta la Dra. Mason.
Con el tiempo, logró controlar su AR con corticoesteroides y medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad. (Todavía sigue luchando con la fatiga, pero su AR está bien controlada y se mantiene sana haciendo ejercicio a diario, controlando el estrés, durmiendo la siesta, bebiendo muchos jugos de verduras y escuchando a su cuerpo).
Manteniendo la fe
Al final de su residencia, la Dra. Mason ganó una prestigiosa beca en cirugía de manos en la Universidad de Columbia, que tuvo que rechazar debido a la AR. Realizó cirugías durante tres años hasta que el dolor en su codo derecho fue tan intenso que ya no pudo extender el brazo por completo.
Perder su carrera como cirujana fue un gran golpe. "Busqué voluntariamente una terapia desde la perspectiva de la salud mental porque fue un proceso de duelo". Aún así, agrega: "Ni por un momento dudé ni me cuestioné ni me dije a mí misma que había atravesado toda la capacitación ortopédica para nada. Sabía que tenía que haber una razón más grande".
Enfocó su energía en Nth Dimensions, que introduce a las mujeres y a estudiantes secundarios y universitarios minoritarios en especialidades médicas en las que están subrepresentados, como la ortopedia, la radiología, la dermatología y la fisioterapia. También lleva a cabo una pasantía de verano que agrupa a estudiantes médicos selectos con médicos voluntarios en esas especialidades en todo el país.
En 2015, la Dra. Mason recibió el Premio a la Diversidad de la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos. Ahora está trabajando en conseguir una donación para garantizar el futuro de Nth Dimensions y su impacto.
En su caso, la AR la impulsó en lugar de frenarla. "Comencé mi carrera pensando que conectaría huesos, pero ahora conecto a personas con los recursos, las redes, las herramientas y la información que necesitan para alcanzar sus sueños y metas", afirma. "Si hubiera estado en el quirófano, no hubiera podido tener un impacto en la vida de mujeres y estudiantes minoritarios como yo". -Por MICHELE COHEN MARILL
Los hábitos saludables de la Dra. Mason
Bonnie Mason se toma un tiempo durante el día para algunos hábitos saludables que la ayudan a controlar sus síntomas de AR.
POR LA MAÑANA: Se levanta alrededor de las 5 a.m. y lee las Sagradas Escrituras. Después de que sus hijos se van a la escuela, camina 2 millas y hace unos ejercicios de estiramiento. Para el desayuno, toma jugo de col, espinaca y remolacha con manzanas y bayas.
AL MEDIODÍA: La Dra. Mason se reserva tiempo para una siesta por la tarde para recargar energías. También está empezando a consumir una dieta a base de alimentos de origen vegetal y evita los carbohidratos y el azúcar.
POR LA NOCHE: Algunos días entrena con sus hijos, con ejercicios aeróbicos de bajo impacto y pesas livianas. Antes de acostarse, escribe notas de agradecimiento y espiritualidad en un diario.