Renta vitalicia benéfica: un beneficio para todos
A menudo escucha la frase, "La caridad comienza por casa". La historia de esta familia se puede caracterizar por la frase: "La caridad comienza y termina por casa". Wayne solo tenía 20 años y asistía a la universidad en Arizona cuando le diagnosticaron artritis. "Recuerdo que decía que le dolía tanto la espalda que cuando tenía que toser o estornudar buscaba un árbol o una pared que estuviera cerca para apoyarse", explicó su esposa Carole, profesora de inglés de secundaria jubilada.
Años más tarde, Carole y Wayne estaban hojeando una copia de la revista Arthritis Today cuando un anuncio llamó su atención. El anuncio presentaba la oportunidad de recibir tasas de pago garantizadas de por vida y otros beneficios financieros a aquellas personas que ayudaran a la Fundación a encontrar una cura para la artritis.
Este tipo de donación es un acuerdo simple llamado renta vitalicia benéfica. Ambos hicieron donaciones a la Arthritis Foundation y, a cambio, se les garantizó ingresos de por vida y beneficios fiscales. "La renta vitalicia me liberó de preocupaciones por el resto de mi vida porque los ingresos están garantizados y nunca fluctuarán, a pesar de los altibajos del mercado de valores. Los cheques trimestrales son un regalo para mí", expresó.
Wayne creó una segunda renta vitalicia, pero lamentablemente falleció unos años después. Hoy, Carole encuentra un gran consuelo al saber que su legado ayuda a mantener el enfoque de la Fundación en encontrar una cura y defender la lucha contra la principal causa de discapacidad en los Estados Unidos, a través de información y recursos que cambian la vida, acceso a una atención óptima, avances en la ciencia y conexiones con la comunidad.
Unos años más tarde, la madre de Carole, Elsie, también decidió constituir una renta vitalicia benéfica. Elsie tenía casi 90 años en ese momento y se negó a gastar los ahorros de su vida en ella. Cuando se le presentó este concepto, ella sonrió y expresó: "Cuando reciba mis cheques trimestrales podremos divertirnos". "Me río de eso", manifestó Carole. "Mamá ya planea una serie de minivacaciones. Fue una forma fantástica de alentarla a usar algunos de esos fondos que nunca tocaría y que estaban allí en un banco sin generar casi ningún interés".
Elsie también decidió constituir una renta vitalicia para otra hija a fin de brindarle ingresos adicionales que la ayudarán en momentos difíciles. "La combinación de ingresos de por vida, la satisfacción de hacer el bien a los demás, la fantástica tasa de pago: todo se fusiona en una experiencia maravillosa", afirmó Carole. Ayudar a la Arthritis Foundation a encontrar una cura para la artritis se convirtió en un asunto familiar, con un legado duradero que encarna la frase "La caridad comienza y termina en casa".
Si cree que podría estar interesado en constituir una renta vitalicia benéfica o si desea obtener más información sobre cómo hacer una donación a la Arthritis Foundation, llame al número gratuito 1-866-528-8687.
Años más tarde, Carole y Wayne estaban hojeando una copia de la revista Arthritis Today cuando un anuncio llamó su atención. El anuncio presentaba la oportunidad de recibir tasas de pago garantizadas de por vida y otros beneficios financieros a aquellas personas que ayudaran a la Fundación a encontrar una cura para la artritis.
Este tipo de donación es un acuerdo simple llamado renta vitalicia benéfica. Ambos hicieron donaciones a la Arthritis Foundation y, a cambio, se les garantizó ingresos de por vida y beneficios fiscales. "La renta vitalicia me liberó de preocupaciones por el resto de mi vida porque los ingresos están garantizados y nunca fluctuarán, a pesar de los altibajos del mercado de valores. Los cheques trimestrales son un regalo para mí", expresó.
Wayne creó una segunda renta vitalicia, pero lamentablemente falleció unos años después. Hoy, Carole encuentra un gran consuelo al saber que su legado ayuda a mantener el enfoque de la Fundación en encontrar una cura y defender la lucha contra la principal causa de discapacidad en los Estados Unidos, a través de información y recursos que cambian la vida, acceso a una atención óptima, avances en la ciencia y conexiones con la comunidad.
Unos años más tarde, la madre de Carole, Elsie, también decidió constituir una renta vitalicia benéfica. Elsie tenía casi 90 años en ese momento y se negó a gastar los ahorros de su vida en ella. Cuando se le presentó este concepto, ella sonrió y expresó: "Cuando reciba mis cheques trimestrales podremos divertirnos". "Me río de eso", manifestó Carole. "Mamá ya planea una serie de minivacaciones. Fue una forma fantástica de alentarla a usar algunos de esos fondos que nunca tocaría y que estaban allí en un banco sin generar casi ningún interés".
Elsie también decidió constituir una renta vitalicia para otra hija a fin de brindarle ingresos adicionales que la ayudarán en momentos difíciles. "La combinación de ingresos de por vida, la satisfacción de hacer el bien a los demás, la fantástica tasa de pago: todo se fusiona en una experiencia maravillosa", afirmó Carole. Ayudar a la Arthritis Foundation a encontrar una cura para la artritis se convirtió en un asunto familiar, con un legado duradero que encarna la frase "La caridad comienza y termina en casa".
Si cree que podría estar interesado en constituir una renta vitalicia benéfica o si desea obtener más información sobre cómo hacer una donación a la Arthritis Foundation, llame al número gratuito 1-866-528-8687.