Ex jugador de fútbol enfrenta la gota
Como antiguo jugador de fútbol americano y luchador que se había operado tres veces de la rodilla, Scott pensaba que conocía el dolor. Entonces tuvo su primer ataque de gota.
Aunque el dolor era nuevo para él, Scott estaba familiarizado con la gota porque su padre había vivido con ella durante 20 años. La gota, una forma de artritis inflamatoria, se desarrolla en algunas personas que tienen altos niveles de ácido úrico en la sangre. El ácido puede formar cristales en forma de aguja en una articulación y provocar episodios repentinos e intensos de dolor (la sensibilidad y el enrojecimiento no son graves; hay que centrarse en el dolor, el calor y la hinchazón), calor e hinchazón en las articulaciones. Para muchas personas, incluido Scott, el primer síntoma de la gota es un dolor insoportable e hinchazón en el dedo gordo del pie. La gota también puede aparecer en otra articulación de la parte inferior del cuerpo, como el tobillo o la rodilla.
"Básicamente describí lo sucedido, el médico me miró el pie, me dijo que tenía gota y me recetó unos analgésicos", cuenta Scott. "Sin embargo, los analgésicos no hicieron mucho. Dejé de tomarlos después de unos días y traté de lidiar con el dolor".
Afortunadamente, lo peor del dolor de Scott remitió después de los tres primeros días, y aparecía y desaparecía. Una vez controlado el dolor, Scott se propuso aprender todo lo posible sobre la gota. También aprendió que hay cambios sencillos en el estilo de vida que las personas con gota pueden hacer para reducir las posibilidades de sufrir un brote. He aquí algunas formas de ayudar a controlar la gota.
El dolor de la gota no es algo con lo que haya que lidiar. Hay medicamentos y cambios en la vida que puede probar para controlar la gota, pero debe hacerlo bajo la atención de un médico.
"Mi consejo para cualquier persona con gota es que acuda a su médico y hable al respecto", recomienda Scott. "Busque un médico que le ofrezca buenas recomendaciones, porque realmente puede ahorrarse mucho dolor y problemas".
Los medicamentos habituales, como los antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) y los corticoesteroides, como la prednisona, pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la hinchazón. Muchas personas con gota también toman colchicina, un medicamento derivado de una planta que se ha utilizado para tratar la gota durante siglos. Ayuda a aliviar el dolor y la hinchazón de los ataques agudos. También podría considerar un medicamento como el alopurinol, que reduce los niveles de ácido úrico.
"Desde que me diagnosticaron empecé a tomar un medicamento que reduce mis niveles de ácido úrico y eso ayuda mucho", comenta Scott.
Algunos alimentos y bebidas, como los mariscos, el alcohol, las carnes rojas, las vísceras y las bebidas azucaradas, tienen un alto contenido en purinas que pueden aumentar los niveles de ácido úrico en la sangre. Eliminar o moderar estos elementos en su dieta puede ayudar a reducir el riesgo de un ataque de gota.
"He dejado ciertos alimentos y bebidas, como los mariscos y la cerveza, y eso hace una gran diferencia", menciona Scott. "Definitivamente ha habido un proceso de aprendizaje: un médico me recetó un antiinflamatorio que contenía mariscos y me provocó inmediatamente un ataque, así que tuve que dejar de tomarlo. También pensé que la carne de cangrejo falsa estaría bien, pero descubrí por las malas que no es para mí".
Perder peso puede ayudar a reducir el ácido úrico en la sangre, así como a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares, ambos habituales en las personas que padecen gota. Mantenerse en actividad puede ayudarlo a controlar su peso. Trabaje con su equipo de atención médica para determinar la mejor actividad para usted.
"Hago lo que puedo para controlar la gota en el día a día, y para luchar contra ella cuando tengo un ataque", cuenta Scott. "Nunca he perdido tiempo de trabajo por culpa de la gota. Hago todo lo que puedo para cuidarme".
Aunque el dolor era nuevo para él, Scott estaba familiarizado con la gota porque su padre había vivido con ella durante 20 años. La gota, una forma de artritis inflamatoria, se desarrolla en algunas personas que tienen altos niveles de ácido úrico en la sangre. El ácido puede formar cristales en forma de aguja en una articulación y provocar episodios repentinos e intensos de dolor (la sensibilidad y el enrojecimiento no son graves; hay que centrarse en el dolor, el calor y la hinchazón), calor e hinchazón en las articulaciones. Para muchas personas, incluido Scott, el primer síntoma de la gota es un dolor insoportable e hinchazón en el dedo gordo del pie. La gota también puede aparecer en otra articulación de la parte inferior del cuerpo, como el tobillo o la rodilla.
"Básicamente describí lo sucedido, el médico me miró el pie, me dijo que tenía gota y me recetó unos analgésicos", cuenta Scott. "Sin embargo, los analgésicos no hicieron mucho. Dejé de tomarlos después de unos días y traté de lidiar con el dolor".
Afortunadamente, lo peor del dolor de Scott remitió después de los tres primeros días, y aparecía y desaparecía. Una vez controlado el dolor, Scott se propuso aprender todo lo posible sobre la gota. También aprendió que hay cambios sencillos en el estilo de vida que las personas con gota pueden hacer para reducir las posibilidades de sufrir un brote. He aquí algunas formas de ayudar a controlar la gota.
Visite a un médico.
El dolor de la gota no es algo con lo que haya que lidiar. Hay medicamentos y cambios en la vida que puede probar para controlar la gota, pero debe hacerlo bajo la atención de un médico.
"Mi consejo para cualquier persona con gota es que acuda a su médico y hable al respecto", recomienda Scott. "Busque un médico que le ofrezca buenas recomendaciones, porque realmente puede ahorrarse mucho dolor y problemas".
Vea si la medicación es adecuada para usted.
Los medicamentos habituales, como los antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) y los corticoesteroides, como la prednisona, pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la hinchazón. Muchas personas con gota también toman colchicina, un medicamento derivado de una planta que se ha utilizado para tratar la gota durante siglos. Ayuda a aliviar el dolor y la hinchazón de los ataques agudos. También podría considerar un medicamento como el alopurinol, que reduce los niveles de ácido úrico.
"Desde que me diagnosticaron empecé a tomar un medicamento que reduce mis niveles de ácido úrico y eso ayuda mucho", comenta Scott.
Controle su alimentación.
Algunos alimentos y bebidas, como los mariscos, el alcohol, las carnes rojas, las vísceras y las bebidas azucaradas, tienen un alto contenido en purinas que pueden aumentar los niveles de ácido úrico en la sangre. Eliminar o moderar estos elementos en su dieta puede ayudar a reducir el riesgo de un ataque de gota.
"He dejado ciertos alimentos y bebidas, como los mariscos y la cerveza, y eso hace una gran diferencia", menciona Scott. "Definitivamente ha habido un proceso de aprendizaje: un médico me recetó un antiinflamatorio que contenía mariscos y me provocó inmediatamente un ataque, así que tuve que dejar de tomarlo. También pensé que la carne de cangrejo falsa estaría bien, pero descubrí por las malas que no es para mí".
Manténgase en actividad y controle su peso.
Perder peso puede ayudar a reducir el ácido úrico en la sangre, así como a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares, ambos habituales en las personas que padecen gota. Mantenerse en actividad puede ayudarlo a controlar su peso. Trabaje con su equipo de atención médica para determinar la mejor actividad para usted.
"Hago lo que puedo para controlar la gota en el día a día, y para luchar contra ella cuando tengo un ataque", cuenta Scott. "Nunca he perdido tiempo de trabajo por culpa de la gota. Hago todo lo que puedo para cuidarme".