Greyson Chess persevera y no baja los brazos
Este niño de 10 años, procedente de Ohio, no dejará que la artritis le impida divertirse, porque sabe que puede controlarla.
Incluso cuando la artritis juvenil se hace sentir y le duelen las articulaciones, Greyson Chess continúa perseverando sin bajar los brazos y rara vez se queja de su dolor. Además de ser un ávido jugador de fútbol y esquiador, este activo niño de 10años también disfruta jugar lacrosse, baloncesto, snowboard e ir a la playa. A principios de este año, durante las vacaciones de primavera, pudo viajar con sus padres y sus dos hermanas, Ava y Piper, a Costa Rica.
Todo eso podría haber sido diferente si Greyson no hubiera respondido tan bien al tratamiento que sigue desde los 4 años, momento en el cual le diagnosticaron AJ. Los primeros síntomas fueron rodillas y tobillos extremadamente rojos e hinchados. También le costaba subir escaleras y levantarse de la cama, lo que resultaba doloroso de ver para sus padres.
Estos al principio pensaron que sucedía como consecuencia de saltar desde diferentes superficies, o simplemente por correr todo el tiempo, algo que típicamente hacen los niños de 4 años. Su pediatra inmediatamente sospechó que se trataba de artritis y lo derivó a un especialista en la Clínica Cleveland. "Eso fue algo chocante para nosotros, porque no sabíamos que los niños tuvieran artritis", admite su padre, Michael.
"El momento en el que fue diagnosticado no fue nada fácil, ya que había mucha incertidumbre", afirma Kristen, la madre de Greyson. "Desde nuestra experiencia y dependiendo de la gravedad, puede ser una enfermedad sumamente manejable. La medicación ha estado funcionando. En su mayor parte, la AJ y los medicamentos no están limitando su capacidad física. Nadie podría darse cuenta de que Greyson tiene artritis con sólo mirarlo".
¿Qué les deparará el futuro?
Kristen afirma que se hacen muchas preguntas sobre el futuro de su hijo. "Hemos visto personas que la han superado al ir creciendo y otras que la padecen durante toda la vida. Hay que tener en cuenta que puede durar mucho tiempo, pero hasta ahora es manejable. Solo me preocupa que pueda empeorar. Que pueda seguir siendo tan activo como hasta ahora y que eso nunca le impida hacer las cosas que ama, porque ese es el tipo de niño que es. Su fortaleza me asombra".
Además de ser tratado por su trastorno articular, los ojos de Greyson constituyen otra preocupación. No es raro que la AJ también dañe los ojos y otros órganos. El invierno pasado, antes de que comenzara a competir en el equipo de esquí estilo libre, sus padres se apresuraron a informar a sus entrenadores sobre su condición.
"Siempre tenemos esa conversación por adelantado, para asegurarnos de que estén al tanto y actúen de forma consciente", afirma Michael. "Les decimos: 'Si se estrella, no asuman automáticamente que se trata de una conmoción cerebral, ya que sus ojos les van a parecer extraños'. En un ojo, su pupila no se dilata. Siempre se quedan un poco sorprendidos y dicen: 'Caramba, nunca me hubiera dado cuenta de que algo anda mal en él'".
La mamá de Greyson afirma que el hecho de conectarse con otras familias a través de la Arthritis Foundation ha sido de mucha ayuda y los ha fortalecido. "Te brinda la oportunidad de conocer a muchas personas y de conectarte con gente de tu comunidad y de otros lugares. Te hace ver que hay más gente afectada por la AJ de lo que pensabas". Su familia ha podido retribuir un poco de lo recibido y orientar a otras familias que se han acercado a ellos y están atravesando el mismo camino.
La familia Chess también se siente sumamente agradecida por el apoyo de familiares, amigos y vecinos en la recaudación de fondos para la artritis. Desde el 2014, han recaudado aproximadamente $20,000 para el equipo "Superhéroes de Greyson" en la carrera Jingle Bell Run de la Arthritis Foundation, en Cleveland, donde fue nombrado como joven galardonado hace dos años. Además de eso, Greyson organizó una recaudación de fondos para su cumpleaños y les pidió a sus simpatizantes que en lugar de darle regalos de cumpleaños efectuaran donaciones a las iniciativas de la Arthritis Foundation.
Retribuyendo un poco de lo recibido
Para poder retribuir aún más, Greyson aspira convertirse en médico y tratar las mismas afecciones a las que ha tenido que hacer frente durante la mayor parte de su vida. Quiere poner su granito de arena para ayudar a cerrar la brecha en lo referente a la escasez de reumatólogos en todo el país, especialmente en las zonas desatendidas.
"No dejaré que la artritis me frene", afirma Greyson con convicción. "Si soy honesto, tengo que decirte que la artritis es algo terrible, y que no querrás padecerla. Pero no me impide divertirme. Sé que se me presentó este desafío porque puedo manejarlo".
Sobre su participación en la comunidad de la artritis, añade: "No podría hacer esto por mi cuenta. Es bueno saber que no tengo que hacerlo".
Incluso cuando la artritis juvenil se hace sentir y le duelen las articulaciones, Greyson Chess continúa perseverando sin bajar los brazos y rara vez se queja de su dolor. Además de ser un ávido jugador de fútbol y esquiador, este activo niño de 10años también disfruta jugar lacrosse, baloncesto, snowboard e ir a la playa. A principios de este año, durante las vacaciones de primavera, pudo viajar con sus padres y sus dos hermanas, Ava y Piper, a Costa Rica.
Todo eso podría haber sido diferente si Greyson no hubiera respondido tan bien al tratamiento que sigue desde los 4 años, momento en el cual le diagnosticaron AJ. Los primeros síntomas fueron rodillas y tobillos extremadamente rojos e hinchados. También le costaba subir escaleras y levantarse de la cama, lo que resultaba doloroso de ver para sus padres.
Estos al principio pensaron que sucedía como consecuencia de saltar desde diferentes superficies, o simplemente por correr todo el tiempo, algo que típicamente hacen los niños de 4 años. Su pediatra inmediatamente sospechó que se trataba de artritis y lo derivó a un especialista en la Clínica Cleveland. "Eso fue algo chocante para nosotros, porque no sabíamos que los niños tuvieran artritis", admite su padre, Michael.
"El momento en el que fue diagnosticado no fue nada fácil, ya que había mucha incertidumbre", afirma Kristen, la madre de Greyson. "Desde nuestra experiencia y dependiendo de la gravedad, puede ser una enfermedad sumamente manejable. La medicación ha estado funcionando. En su mayor parte, la AJ y los medicamentos no están limitando su capacidad física. Nadie podría darse cuenta de que Greyson tiene artritis con sólo mirarlo".
¿Qué les deparará el futuro?
Kristen afirma que se hacen muchas preguntas sobre el futuro de su hijo. "Hemos visto personas que la han superado al ir creciendo y otras que la padecen durante toda la vida. Hay que tener en cuenta que puede durar mucho tiempo, pero hasta ahora es manejable. Solo me preocupa que pueda empeorar. Que pueda seguir siendo tan activo como hasta ahora y que eso nunca le impida hacer las cosas que ama, porque ese es el tipo de niño que es. Su fortaleza me asombra".
Además de ser tratado por su trastorno articular, los ojos de Greyson constituyen otra preocupación. No es raro que la AJ también dañe los ojos y otros órganos. El invierno pasado, antes de que comenzara a competir en el equipo de esquí estilo libre, sus padres se apresuraron a informar a sus entrenadores sobre su condición.
"Siempre tenemos esa conversación por adelantado, para asegurarnos de que estén al tanto y actúen de forma consciente", afirma Michael. "Les decimos: 'Si se estrella, no asuman automáticamente que se trata de una conmoción cerebral, ya que sus ojos les van a parecer extraños'. En un ojo, su pupila no se dilata. Siempre se quedan un poco sorprendidos y dicen: 'Caramba, nunca me hubiera dado cuenta de que algo anda mal en él'".
La mamá de Greyson afirma que el hecho de conectarse con otras familias a través de la Arthritis Foundation ha sido de mucha ayuda y los ha fortalecido. "Te brinda la oportunidad de conocer a muchas personas y de conectarte con gente de tu comunidad y de otros lugares. Te hace ver que hay más gente afectada por la AJ de lo que pensabas". Su familia ha podido retribuir un poco de lo recibido y orientar a otras familias que se han acercado a ellos y están atravesando el mismo camino.
La familia Chess también se siente sumamente agradecida por el apoyo de familiares, amigos y vecinos en la recaudación de fondos para la artritis. Desde el 2014, han recaudado aproximadamente $20,000 para el equipo "Superhéroes de Greyson" en la carrera Jingle Bell Run de la Arthritis Foundation, en Cleveland, donde fue nombrado como joven galardonado hace dos años. Además de eso, Greyson organizó una recaudación de fondos para su cumpleaños y les pidió a sus simpatizantes que en lugar de darle regalos de cumpleaños efectuaran donaciones a las iniciativas de la Arthritis Foundation.
Retribuyendo un poco de lo recibido
Para poder retribuir aún más, Greyson aspira convertirse en médico y tratar las mismas afecciones a las que ha tenido que hacer frente durante la mayor parte de su vida. Quiere poner su granito de arena para ayudar a cerrar la brecha en lo referente a la escasez de reumatólogos en todo el país, especialmente en las zonas desatendidas.
"No dejaré que la artritis me frene", afirma Greyson con convicción. "Si soy honesto, tengo que decirte que la artritis es algo terrible, y que no querrás padecerla. Pero no me impide divertirme. Sé que se me presentó este desafío porque puedo manejarlo".
Sobre su participación en la comunidad de la artritis, añade: "No podría hacer esto por mi cuenta. Es bueno saber que no tengo que hacerlo".