De paciente con artritis juvenil a consejera de campamentos para niños con AJ, Rachel Hadel inspira a otros
A Rachel Hadel le diagnosticaron artritis juvenil (AJ) en marzo de 2011, a los 14 años de edad. "Cuando me diagnosticaron, no sabía en lo que me estaba metiendo, fue muy abrumador", dice Rachel. Los sentimientos de estar abrumada y no conocer a nadie más con JA inspiraron a Rachel a colaborar con la Arthritis Foundation. Su colaboración finalmente la llevó a desempeñarse como consejera en Camp Joint Adventures, un campamento para niños con AJ en el área de Kansas City.
Rachel tuvo síntomas de AJ durante más de un año antes de que la diagnosticaran formalmente. Era muy activa en la escuela secundaria, jugaba al sóftbol, hacía gimnasia y era animadora. El primer año después de su diagnóstico, Rachel abandonó algunas actividades mientras ella y sus médicos intentaban encontrar medicamentos que funcionaran. Ahora, que está entrando al penúltimo año de universidad en la Universidad de Washburn en Topeka, Rachel vive en la facultad, se mantiene activa y está entrenando para su primera media maratón en la primavera. Ella está estudiando enfermería. El impacto que sus médicos han tenido en ella la inspiró a convertirse en enfermera para ayudar a los demás.
Un año después de su diagnóstico, Rachel se acercó a la Arthritis Foundation para conocer a otras personas con AJ. Participó en dos eventos locales, Art for Arthritis y Jingle Bell Run, y ha participado desde entonces. "Cuando estoy con mis compañeros, ellos no entienden muy bien lo que es tener una enfermedad crónica", dice Rachel. "Fue agradable recurrir a personas que entienden lo que es tener artritis. Cuando me diagnosticaron, eso era lo que realmente necesitaba".
2016 fue el primer año que Rachel se desempeñó como consejera del campamento Camp Joint Adventures. Rachel quería convertirse en consejera porque no había asistido a ningún campamento para niños con AJ cuando estaba en la escuela secundaria. "Quería tener la experiencia del campamento y quería mostrarles a los niños que tener artritis no tiene por qué limitarlos. Igual pueden lograr todo lo que se propongan". Rachel fue una increíble animadora y modelo a seguir al desempeñarse como consejera en la cabaña para niños de 14 a 15 años.
El momento favorito de Rachel en el campamento fue ver a todos los campistas hablar sobre su artritis y poder conectarse unos con otros. Todos saben por lo que han pasado los demás, y eso es importante porque sus compañeros no siempre lo entienden. Describe el campamento como una semana para olvidarse del dolor cotidiano y divertirse; los campistas bailan, nadan, juegan y pueden olvidarse de la artritis.
"Cuando las niñas de mi cabaña hablaban entre sí, no tenían que explicar su larga historia clínica o lo que sentían", dice Rachel. "Simplemente pudieron apoyarse entre, incluso a veces sin decir ninguna palabra". En su primer año como consejera del campamento, Rachel descubrió que el campamento para niños con AJ era una oportunidad para que los niños de todas las edades con una enfermedad reumática jugaran juntos, compitieran y respetaran las limitaciones de los demás.
Rachel les daba a otras personas que están creciendo con artritis un consejo que ella misma toma: la artritis no me define. Si bien Rachel sabe cuándo darle un descanso a su cuerpo, no deja que eso le impida hacer las cosas que ama.
Rachel tuvo síntomas de AJ durante más de un año antes de que la diagnosticaran formalmente. Era muy activa en la escuela secundaria, jugaba al sóftbol, hacía gimnasia y era animadora. El primer año después de su diagnóstico, Rachel abandonó algunas actividades mientras ella y sus médicos intentaban encontrar medicamentos que funcionaran. Ahora, que está entrando al penúltimo año de universidad en la Universidad de Washburn en Topeka, Rachel vive en la facultad, se mantiene activa y está entrenando para su primera media maratón en la primavera. Ella está estudiando enfermería. El impacto que sus médicos han tenido en ella la inspiró a convertirse en enfermera para ayudar a los demás.
Un año después de su diagnóstico, Rachel se acercó a la Arthritis Foundation para conocer a otras personas con AJ. Participó en dos eventos locales, Art for Arthritis y Jingle Bell Run, y ha participado desde entonces. "Cuando estoy con mis compañeros, ellos no entienden muy bien lo que es tener una enfermedad crónica", dice Rachel. "Fue agradable recurrir a personas que entienden lo que es tener artritis. Cuando me diagnosticaron, eso era lo que realmente necesitaba".
2016 fue el primer año que Rachel se desempeñó como consejera del campamento Camp Joint Adventures. Rachel quería convertirse en consejera porque no había asistido a ningún campamento para niños con AJ cuando estaba en la escuela secundaria. "Quería tener la experiencia del campamento y quería mostrarles a los niños que tener artritis no tiene por qué limitarlos. Igual pueden lograr todo lo que se propongan". Rachel fue una increíble animadora y modelo a seguir al desempeñarse como consejera en la cabaña para niños de 14 a 15 años.
El momento favorito de Rachel en el campamento fue ver a todos los campistas hablar sobre su artritis y poder conectarse unos con otros. Todos saben por lo que han pasado los demás, y eso es importante porque sus compañeros no siempre lo entienden. Describe el campamento como una semana para olvidarse del dolor cotidiano y divertirse; los campistas bailan, nadan, juegan y pueden olvidarse de la artritis.
"Cuando las niñas de mi cabaña hablaban entre sí, no tenían que explicar su larga historia clínica o lo que sentían", dice Rachel. "Simplemente pudieron apoyarse entre, incluso a veces sin decir ninguna palabra". En su primer año como consejera del campamento, Rachel descubrió que el campamento para niños con AJ era una oportunidad para que los niños de todas las edades con una enfermedad reumática jugaran juntos, compitieran y respetaran las limitaciones de los demás.
Rachel les daba a otras personas que están creciendo con artritis un consejo que ella misma toma: la artritis no me define. Si bien Rachel sabe cuándo darle un descanso a su cuerpo, no deja que eso le impida hacer las cosas que ama.
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