Añadamos un tope a los gasto a cargo del paciente en la Parte D de Medicare
Mi nombre es Andrea Penny Greenblatt, y tengo artritis psoriásica hace más de 35 años. También soy defensora de la Arthritis Foundation.
Hace aproximadamente cuatro años, me uní al programa Medicare y enfrenté gastos a cargo del paciente inesperadamente altos en la Parte D de Medicare. En marzo pasado, cuando participé en la Cumbre de Defensa de la Arthritis Foundation, les conté a todas las personas que pude acerca de mi dificultad. En ese momento, no había mucho que hacer, ya que no se discutía ninguna solución. Pero he leído lo que el Congreso ahora está intentando hacer para limitar los gastos a cargo del paciente, y quería compartir mi historia para que más pacientes como yo no tengan que sufrir.
Desde que me inscribí en Medicare, mis gastos médicos generales son menores que cuando tenía un seguro privado. Las primas son más bajas, y no he tenido muchos inconvenientes para ver a los médicos y proveedores. Desafortunadamente, mi transición inicial al programa fue difícil debido a los elevados gastos a cargo del paciente de mi medicamento biológico conforme a la Parte D de Medicare. Inicialmente decidí inscribirme en la Parte D porque mi medicamento biológico era una medicación inyectable que ya funcionaba bien para mí, y no quería alterar nada de mi atención.
Rápidamente me di cuenta de que pagar el medicamento de la Parte D iba a implicar una dificultad económica. La conclusión fue que simplemente no podía costear el coseguro del medicamento con el que estaba tratando mi artritis. ¡El coseguro era casi del 40%! El hecho de que las personas inscriptas en Medicare no puedan beneficiarse de ninguna forma de asistencia con el copago, a la que yo había podido acceder con mi anterior empleador, agrava este problema.
Después de analizar los costos prohibitivos del medicamento de la Parte D con mi médico, acordamos que debía considerar hacer una transición a un medicamento administrado por el médico conforme a la Parte B. Estaba nerviosa por abandonar el medicamento de la Parte D, que había funcionado tan bien para mí. Resulta que mis preocupaciones eran bien fundadas: después del tratamiento inicial con el medicamento de la Parte B, tuve efectos colaterales desagradables. Dado que esa infusión no funcionó, mi médico decidió probar un segundo medicamento por infusión. El segundo medicamento parece estar ayudando, pero es la única medicación alternativa disponible, y me preocupa que pueda fallar, también.
Es decepcionante que la Parte D no tenga ningún tope verdadero al gasto a cargo del paciente que limite lo que las personas pagan por la medicación. Recuerdo que con el seguro médico de mi empleador sucedía lo contrario: antes de inscribirme en Medicare, tenía un límite anual sobre mis costos compartidos. La Parte B de Medicare ha sido una salvación y me ha ayudado a protegerme de las dificultades económicas. Tengo la suerte de contar con un plan complementario que limita mis gastos y ayuda a mantener los costos más predecibles a lo largo del año.
La incorporación de un tope de gastos a cargo del paciente en la Parte D de Medicare está pendiente. Este cambio haría que Medicare diera resultados aún mejores para mí y para millones de otros estadounidenses. Si hubiera seguido con la medicación de la Parte D hace cuatro años, mis gastos mensuales habrían rondado un promedio de entre $600 y $700 por mes. Sencillamente es demasiado alto para alguien con un ingreso fijo, en especial cuando mis costos no habrían tenido un tope anual. Actualmente, mi ingreso me permite pagar copagos de $200 como máximo por mi medicación para la artritis. Además de un tope anual de gastos a cargo del paciente, los responsables de formular políticas deben considerar maneras en que los pacientes como yo puedan distribuir los costos a lo largo de todo el año. Eso ayudaría con los problemas de asequibilidad y podría permitirme volver a mi medicamento de la Parte D, que había funcionado tan bien para mantener a raya mi enfermedad cuando me inscribí en Medicare por primera vez.
Hay días en que desearía poder costear el medicamento de la Parte D que marcaba una diferencia en mi salud. Resulta que mi caso no es el único: La Arthritis Foundation realizó recientemente una encuesta que muestra que otros pacientes con artritis vivieron la misma situación: se vieron obligados a hacer una transición de la Parte D a la Parte B por problemas de asequibilidad. Si ha tenido una experiencia similar con Medicare, compartir su historia es muy importante. Su historia ayuda a concientizar sobre los problemas de acceso y asequibilidad en el país. Las siguientes son algunas medidas que puede tomar:
Hace aproximadamente cuatro años, me uní al programa Medicare y enfrenté gastos a cargo del paciente inesperadamente altos en la Parte D de Medicare. En marzo pasado, cuando participé en la Cumbre de Defensa de la Arthritis Foundation, les conté a todas las personas que pude acerca de mi dificultad. En ese momento, no había mucho que hacer, ya que no se discutía ninguna solución. Pero he leído lo que el Congreso ahora está intentando hacer para limitar los gastos a cargo del paciente, y quería compartir mi historia para que más pacientes como yo no tengan que sufrir.
Desde que me inscribí en Medicare, mis gastos médicos generales son menores que cuando tenía un seguro privado. Las primas son más bajas, y no he tenido muchos inconvenientes para ver a los médicos y proveedores. Desafortunadamente, mi transición inicial al programa fue difícil debido a los elevados gastos a cargo del paciente de mi medicamento biológico conforme a la Parte D de Medicare. Inicialmente decidí inscribirme en la Parte D porque mi medicamento biológico era una medicación inyectable que ya funcionaba bien para mí, y no quería alterar nada de mi atención.
Rápidamente me di cuenta de que pagar el medicamento de la Parte D iba a implicar una dificultad económica. La conclusión fue que simplemente no podía costear el coseguro del medicamento con el que estaba tratando mi artritis. ¡El coseguro era casi del 40%! El hecho de que las personas inscriptas en Medicare no puedan beneficiarse de ninguna forma de asistencia con el copago, a la que yo había podido acceder con mi anterior empleador, agrava este problema.
Después de analizar los costos prohibitivos del medicamento de la Parte D con mi médico, acordamos que debía considerar hacer una transición a un medicamento administrado por el médico conforme a la Parte B. Estaba nerviosa por abandonar el medicamento de la Parte D, que había funcionado tan bien para mí. Resulta que mis preocupaciones eran bien fundadas: después del tratamiento inicial con el medicamento de la Parte B, tuve efectos colaterales desagradables. Dado que esa infusión no funcionó, mi médico decidió probar un segundo medicamento por infusión. El segundo medicamento parece estar ayudando, pero es la única medicación alternativa disponible, y me preocupa que pueda fallar, también.
Es decepcionante que la Parte D no tenga ningún tope verdadero al gasto a cargo del paciente que limite lo que las personas pagan por la medicación. Recuerdo que con el seguro médico de mi empleador sucedía lo contrario: antes de inscribirme en Medicare, tenía un límite anual sobre mis costos compartidos. La Parte B de Medicare ha sido una salvación y me ha ayudado a protegerme de las dificultades económicas. Tengo la suerte de contar con un plan complementario que limita mis gastos y ayuda a mantener los costos más predecibles a lo largo del año.
La incorporación de un tope de gastos a cargo del paciente en la Parte D de Medicare está pendiente. Este cambio haría que Medicare diera resultados aún mejores para mí y para millones de otros estadounidenses. Si hubiera seguido con la medicación de la Parte D hace cuatro años, mis gastos mensuales habrían rondado un promedio de entre $600 y $700 por mes. Sencillamente es demasiado alto para alguien con un ingreso fijo, en especial cuando mis costos no habrían tenido un tope anual. Actualmente, mi ingreso me permite pagar copagos de $200 como máximo por mi medicación para la artritis. Además de un tope anual de gastos a cargo del paciente, los responsables de formular políticas deben considerar maneras en que los pacientes como yo puedan distribuir los costos a lo largo de todo el año. Eso ayudaría con los problemas de asequibilidad y podría permitirme volver a mi medicamento de la Parte D, que había funcionado tan bien para mantener a raya mi enfermedad cuando me inscribí en Medicare por primera vez.
Hay días en que desearía poder costear el medicamento de la Parte D que marcaba una diferencia en mi salud. Resulta que mi caso no es el único: La Arthritis Foundation realizó recientemente una encuesta que muestra que otros pacientes con artritis vivieron la misma situación: se vieron obligados a hacer una transición de la Parte D a la Parte B por problemas de asequibilidad. Si ha tenido una experiencia similar con Medicare, compartir su historia es muy importante. Su historia ayuda a concientizar sobre los problemas de acceso y asequibilidad en el país. Las siguientes son algunas medidas que puede tomar:
- ¡Comparta su historia a través de la Arthritis Foundation! Su experiencia nos mantiene informados y nos ayuda a defendernos juntos. La Red para la Artritis de Live Yes! nos reúne a todos.
- Si no puede costear sus medicamentos con receta, los programas de asistencia al paciente pueden ayudar. Visite las herramientas de acceso a la atención médica de la Arthritis Foundation para obtener ayuda para hacerse camino por todos los aspectos de la cobertura médica.
- Piense en sus opciones durante la inscripción abierta de este año; la Arthritis Foundation tiene un excelente blog de uno de sus trabajadores sociales de la línea de ayuda que ofrece consejos y trucos importantes para que escoja el plan adecuado.