Joanna Helon, galardonada con el premio nacional para adultos del evento Jingle Bell Run, abriga esperanzas
Hace 33 años que Joanna Helon padece artritis. ¿Lo terrible? Solo tiene 40.
Durante 21 de esos años, Joanna ha puesto su energía en la Jingle Bell Run for Arthritis de la Arthritis Foundation. A pesar de los medicamentos, los tratamientos, la inflamación, el dolor y cierta frustración, Joanna aprovecha los 5K como una plataforma para reunir amigos, crear conciencia y, lo que es más importante, recaudar dinero para apoyar a la Arthritis Foundation.
Joanna, consultora sin fines de lucro en el área de Columbus, Ohio, fue diagnosticada con artritis reumatoide juvenil en la escuela primaria. Durante más de un año, Joanna y su familia lucharon para obtener un diagnóstico preciso de su dolor y sus repentinas limitaciones de movimiento. Visitó a varios médicos y profesionales de la salud, y algunos hasta llegaron a sugerir que sus síntomas no tenían una causa física.
"Soy la cuarta de cinco hijos, y esto fue en la década de 1980", recordó Joanna. "Los médicos sugirieron que estaba tratando de llamar la atención".
Sin embargo, su enfermedad avanzó y ella se enfrentó a cada vez más limitaciones. Pronto, ya no pudo atarse los zapatos ni sentarse en el suelo sin ayuda. Lloraba en sueños todas las noches a causa del dolor.
Afortunadamente, Joanna encontró un aliado en su profesor de gimnasia, quien notó que realmente había algún problema con sus articulaciones. El profesor incluso hizo que los amigos de Joanna la ayudaran con ejercicios y estiramientos para mantener sus articulaciones en movimiento. Por suerte, Joanna finalmente recibió un diagnóstico preciso de artritis reumatoide juvenil en el Akron Children's Hospital, pero el daño se produjo durante el año que transcurrió entre el diagnóstico erróneo y el diagnóstico correcto.
"El médico de ese lugar supo apenas me miró que tenía artritis reumatoide juvenil", dijo Joanna. "Si bien fue un alivio obtener un diagnóstico finalmente, muchas limitaciones y gran parte del daño en mis articulaciones se produjeron durante el año en el que no recibí tratamiento".
El régimen de tratamiento de Joanna comenzó con 36 aspirinas para bebé todos los días. Luego, pasó a inyecciones de oro y, finalmente, a medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) y metotrexato. Ahora recibe una inyección biológica una vez por semana. Si bien cuando era niña, Joanna no tuvo acceso a los medicamentos biológicos que muchos niños toman en la actualidad, está agradecida por los avances logrados con respecto a las opciones de tratamiento.
"Estoy muy feliz de que hoy en día existan medicamentos que pueden modificar la enfermedad y prevenir el daño articular”, señaló Joanna. "Ahora es mucho menos común ver niños con daño articular extenso que cuando yo era chica".
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Joanna Helon, galardonada con el premio nacional para adultos del evento Jingle Bell Run[/caption]
Ahora que es madre de dos hijos, Joanna dice que su artritis activa está controlada, pero debe lidiar con el dolor cotidiano y con problemas de amplitud de movimiento debido al daño articular prolongado.
"Tengo artritis en cada una de las articulaciones de mi cuerpo, así que hay muchas cosas que no puedo hacer”, explicó Joanna. “No puedo ponerme los calcetines ni abrir un frasco de salsa para espaguetis para la cena. No puedo usar el pulgar de mi mano derecha, lo que hace que escribir, una parte esencial de mi trabajo, sea cada vez más difícil”.
A pesar de que su lucha contra la artritis es constante, Joanna prefiere concentrarse en una constante diferente en su vida: la Arthritis Foundation. Desde su diagnóstico infantil, la Arthritis Foundation ha sido una fuente continua de información y apoyo para Joanna y su familia.
Durante 21 de esos años, Joanna ha puesto su energía en la Jingle Bell Run for Arthritis de la Arthritis Foundation. A pesar de los medicamentos, los tratamientos, la inflamación, el dolor y cierta frustración, Joanna aprovecha los 5K como una plataforma para reunir amigos, crear conciencia y, lo que es más importante, recaudar dinero para apoyar a la Arthritis Foundation.
Joanna, consultora sin fines de lucro en el área de Columbus, Ohio, fue diagnosticada con artritis reumatoide juvenil en la escuela primaria. Durante más de un año, Joanna y su familia lucharon para obtener un diagnóstico preciso de su dolor y sus repentinas limitaciones de movimiento. Visitó a varios médicos y profesionales de la salud, y algunos hasta llegaron a sugerir que sus síntomas no tenían una causa física.
"Soy la cuarta de cinco hijos, y esto fue en la década de 1980", recordó Joanna. "Los médicos sugirieron que estaba tratando de llamar la atención".
Sin embargo, su enfermedad avanzó y ella se enfrentó a cada vez más limitaciones. Pronto, ya no pudo atarse los zapatos ni sentarse en el suelo sin ayuda. Lloraba en sueños todas las noches a causa del dolor.
Afortunadamente, Joanna encontró un aliado en su profesor de gimnasia, quien notó que realmente había algún problema con sus articulaciones. El profesor incluso hizo que los amigos de Joanna la ayudaran con ejercicios y estiramientos para mantener sus articulaciones en movimiento. Por suerte, Joanna finalmente recibió un diagnóstico preciso de artritis reumatoide juvenil en el Akron Children's Hospital, pero el daño se produjo durante el año que transcurrió entre el diagnóstico erróneo y el diagnóstico correcto.
"El médico de ese lugar supo apenas me miró que tenía artritis reumatoide juvenil", dijo Joanna. "Si bien fue un alivio obtener un diagnóstico finalmente, muchas limitaciones y gran parte del daño en mis articulaciones se produjeron durante el año en el que no recibí tratamiento".
El régimen de tratamiento de Joanna comenzó con 36 aspirinas para bebé todos los días. Luego, pasó a inyecciones de oro y, finalmente, a medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) y metotrexato. Ahora recibe una inyección biológica una vez por semana. Si bien cuando era niña, Joanna no tuvo acceso a los medicamentos biológicos que muchos niños toman en la actualidad, está agradecida por los avances logrados con respecto a las opciones de tratamiento.
"Estoy muy feliz de que hoy en día existan medicamentos que pueden modificar la enfermedad y prevenir el daño articular”, señaló Joanna. "Ahora es mucho menos común ver niños con daño articular extenso que cuando yo era chica".
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Ahora que es madre de dos hijos, Joanna dice que su artritis activa está controlada, pero debe lidiar con el dolor cotidiano y con problemas de amplitud de movimiento debido al daño articular prolongado.
"Tengo artritis en cada una de las articulaciones de mi cuerpo, así que hay muchas cosas que no puedo hacer”, explicó Joanna. “No puedo ponerme los calcetines ni abrir un frasco de salsa para espaguetis para la cena. No puedo usar el pulgar de mi mano derecha, lo que hace que escribir, una parte esencial de mi trabajo, sea cada vez más difícil”.
A pesar de que su lucha contra la artritis es constante, Joanna prefiere concentrarse en una constante diferente en su vida: la Arthritis Foundation. Desde su diagnóstico infantil, la Arthritis Foundation ha sido una fuente continua de información y apoyo para Joanna y su familia.