La FDA aprueba el primer producto de una nueva generación de medicamentos para la reparación del cartílago de rodilla
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó recientemente un nuevo producto para reparar el cartílago de rodilla dañado utilizando células de la propia rodilla del paciente. El producto, llamado Matriz de implantación de condrocitos (MACI), está aprobado para el uso en personas menores de 55 años que padecen lo que se conoce como "defecto condral focal", que puede ser un precursor de artrosis de rodilla (OA). Los expertos dicen que, si bien MACI no es apta para usar en personas con artrosis de rodilla, este proporciona una nueva opción de tratamiento para prevenir el desarrollo de la artrosis en un grupo de pacientes en particular.
Los defectos condrales focales son lesiones en el área del cartílago que suelen ocurrir en personas jóvenes y normalmente están relacionadas con algún tipo de lesión, explica John Hardin, MD, profesor emérito del departamento de cirugía ortopédica de la Facultad de Medicina Albert Einstein, en el Bronx, NY.
"Una región pequeña del cartílago queda triturada y se desprende, y la persona queda con el hueso al descubierto y despojado, que es muy doloroso", dice el Dr. Hardin. "No ha surgido una manera óptima, satisfactoria y razonablemente confiable de controlar estos defectos de los cartílagos. Por lo tanto, algo que promueva el avance de tratamiento se recibe muy bien".
Los defectos condrales focales pueden considerarse una etapa precoz de la artrosis, dice Christian Lattermann, MD, director de reparación y restauración de cartílagos en la University of Kentucky Health Care en Lexington y consultor para Vericel, la empresa que desarrolló MACI. Sin embargo, no todas las personas que tienen artrosis comenzaron con un defecto condral focal. "Hay una continuidad fluida de la enfermedad articular que comienza [o puede comenzar] con una lesión precoz…luego avanza gradualmente hasta transformarse en un defecto condral focal y deriva en cambios en la radiografía que constituyen la artrosis formal", explica.
MACI es una tecnología de tercera generación para la reparación de cartílagos. Es antecedida por la implantación de condrocitos autólogos (ACI), que existe desde 1997, y antes de ella por la microfractura, presente desde la década de 1980. El Dr. Latterman ha realizado la ACI durante años y trabajado con Vericel mientras desarrollaba la tecnología MACI. Durante las pruebas, descubrieron que MACI no debía utilizarse en personas con artrosis de rodilla terminal porque posiblemente no tendría resultados satisfactorios en el mediano y largo plazo.
Farshid Guilak, PhD, un experto en el campo de la medicina regenerativa para la artrosis, lo explica de esta manera: "Imagine un camino en el que hay un bache. Para eso es buena la MACI. Pero en el caso de la artrosis es necesario repavimentar todo el camino, porque el deterioro abarca toda la extensión. La articulación como órgano está enferma: la membrana sinovial está inflamada y el cartílago está comprometido en todas partes de la articulación". Guilak, codirector del Centro de Medicina Regenerativa de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri, no intervino en el desarrollo de MACI.
Durante un examen artroscópico de la rodilla, el cirujano limpia los desechos de la rodilla, determina el tamaño del defecto y decide si el paciente es un buen candidato para la MACI. Si la persona es un buen candidato, el cirujano extrae una porción de cartílago del tamaño de aproximadamente dos Tic Tac de un área de la rodilla que no soporta peso.
La muestra de cartílago se envía al laboratorio; allí, los condrocitos se aíslan, se siembran en una membrana y crecen en condiciones especiales durante dos o tres semanas. El parche completo de MACI se envía de regreso al cirujano, que luego lo implanta en el defecto. El proceso total dura entre dos y tres meses.
El Dr. Latterman dice que MACI es una mejora del proceso ACI anterior, con respecto a la facilidad y el alcance de la cirugía requerida, ya que los condrocitos ya vienen implantados en una estructura que el cirujano puede usar directamente para reparar el defecto.
En los estudios sobre MACI, el tamaño promedio del defecto que se cubrió fue menos que una pulgada cuadrada. Alrededor del 85 por ciento de los implantes sobreviven, crecen, rellenan el vacío de cartílago y se ensamblan con el cartílago existente.
El Dr. Latterman explica que MACI es la primera de estas tecnologías de tercera generación de reparación de cartílagos que es aprobada para usarse en Estados Unidos, aunque hay varias más en desarrollo que llegarán al mercado en los próximos años.
En este momento, todos estos procedimientos están destinados a defectos condrales focales, y no a la artrosis. "El campo se está expandiendo cada vez más para intentar tratar a los pacientes con artrosis con mayor anticipación", dice el Dr. Latterman. "El futuro será una combinación de detección temprana, intervención no operatoria temprana e intervención operatoria temprana".
Guilak está de acuerdo en que la intervención temprana es esencial, pero respecto de la reparación de artrosis dice que: "Si se quiere tratar la artrosis, hay que tratar toda la superficie de cartílagos, así como el resto de la articulación. Si hay un proceso degenerativo en curso, cualquier tejido nuevo que coloque allí también se deteriorará, tal como se deterioró el tejido nativo". Predice que en la artrosis, los medicamentos antiinflamatorios tendrán que proteger al nuevo cartílago si se implanta en una articulación inflamada.
Guilak, que ha recibido financiamiento de la Arthritis Foundation para otra investigación, dice que la solución para la reparación de cartílagos en pacientes con artrosis no es tan clara. Él y su equipo de investigación están abordando el mismo problema, generando nuevo tejido de cartílago, pero mediante un método diferente: células madre obtenidas de la grasa. "Los condrocitos autólogos [como los que se usan en MACI] crearán cartílago, pero para ello es necesario extraerlo de otra parte de la articulación, por lo que se termina dañando el cartílago", dice.
El enfoque de su equipo también presenta desafíos. "Las células madre deben diferenciarse en condrocitos para producir cartílago, pero están disponibles en un número mucho mayor sin tener que dañar el cartílago nativo", explica. "Por lo tanto, la solución a largo plazo todavía no es clara, y tal vez haya más de una solución".
Además del trabajo de investigación del Dr. Guilak y su equipo, la Arthritis Foundation está financiando a otros equipos que buscan soluciones para la regeneración de cartílagos. Puede consultar el trabajo de la Dra. Veronique Lefebvre aquí.
Beth Axtell, para la Arthritis Foundation
Los defectos condrales focales son lesiones en el área del cartílago que suelen ocurrir en personas jóvenes y normalmente están relacionadas con algún tipo de lesión, explica John Hardin, MD, profesor emérito del departamento de cirugía ortopédica de la Facultad de Medicina Albert Einstein, en el Bronx, NY.
"Una región pequeña del cartílago queda triturada y se desprende, y la persona queda con el hueso al descubierto y despojado, que es muy doloroso", dice el Dr. Hardin. "No ha surgido una manera óptima, satisfactoria y razonablemente confiable de controlar estos defectos de los cartílagos. Por lo tanto, algo que promueva el avance de tratamiento se recibe muy bien".
Los defectos condrales focales son como los baches
Los defectos condrales focales pueden considerarse una etapa precoz de la artrosis, dice Christian Lattermann, MD, director de reparación y restauración de cartílagos en la University of Kentucky Health Care en Lexington y consultor para Vericel, la empresa que desarrolló MACI. Sin embargo, no todas las personas que tienen artrosis comenzaron con un defecto condral focal. "Hay una continuidad fluida de la enfermedad articular que comienza [o puede comenzar] con una lesión precoz…luego avanza gradualmente hasta transformarse en un defecto condral focal y deriva en cambios en la radiografía que constituyen la artrosis formal", explica.
MACI es una tecnología de tercera generación para la reparación de cartílagos. Es antecedida por la implantación de condrocitos autólogos (ACI), que existe desde 1997, y antes de ella por la microfractura, presente desde la década de 1980. El Dr. Latterman ha realizado la ACI durante años y trabajado con Vericel mientras desarrollaba la tecnología MACI. Durante las pruebas, descubrieron que MACI no debía utilizarse en personas con artrosis de rodilla terminal porque posiblemente no tendría resultados satisfactorios en el mediano y largo plazo.
Farshid Guilak, PhD, un experto en el campo de la medicina regenerativa para la artrosis, lo explica de esta manera: "Imagine un camino en el que hay un bache. Para eso es buena la MACI. Pero en el caso de la artrosis es necesario repavimentar todo el camino, porque el deterioro abarca toda la extensión. La articulación como órgano está enferma: la membrana sinovial está inflamada y el cartílago está comprometido en todas partes de la articulación". Guilak, codirector del Centro de Medicina Regenerativa de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri, no intervino en el desarrollo de MACI.
Cómo funciona MACI
Durante un examen artroscópico de la rodilla, el cirujano limpia los desechos de la rodilla, determina el tamaño del defecto y decide si el paciente es un buen candidato para la MACI. Si la persona es un buen candidato, el cirujano extrae una porción de cartílago del tamaño de aproximadamente dos Tic Tac de un área de la rodilla que no soporta peso.
La muestra de cartílago se envía al laboratorio; allí, los condrocitos se aíslan, se siembran en una membrana y crecen en condiciones especiales durante dos o tres semanas. El parche completo de MACI se envía de regreso al cirujano, que luego lo implanta en el defecto. El proceso total dura entre dos y tres meses.
El Dr. Latterman dice que MACI es una mejora del proceso ACI anterior, con respecto a la facilidad y el alcance de la cirugía requerida, ya que los condrocitos ya vienen implantados en una estructura que el cirujano puede usar directamente para reparar el defecto.
En los estudios sobre MACI, el tamaño promedio del defecto que se cubrió fue menos que una pulgada cuadrada. Alrededor del 85 por ciento de los implantes sobreviven, crecen, rellenan el vacío de cartílago y se ensamblan con el cartílago existente.
Una mirada al futuro para la reparación de cartílagos
El Dr. Latterman explica que MACI es la primera de estas tecnologías de tercera generación de reparación de cartílagos que es aprobada para usarse en Estados Unidos, aunque hay varias más en desarrollo que llegarán al mercado en los próximos años.
En este momento, todos estos procedimientos están destinados a defectos condrales focales, y no a la artrosis. "El campo se está expandiendo cada vez más para intentar tratar a los pacientes con artrosis con mayor anticipación", dice el Dr. Latterman. "El futuro será una combinación de detección temprana, intervención no operatoria temprana e intervención operatoria temprana".
Guilak está de acuerdo en que la intervención temprana es esencial, pero respecto de la reparación de artrosis dice que: "Si se quiere tratar la artrosis, hay que tratar toda la superficie de cartílagos, así como el resto de la articulación. Si hay un proceso degenerativo en curso, cualquier tejido nuevo que coloque allí también se deteriorará, tal como se deterioró el tejido nativo". Predice que en la artrosis, los medicamentos antiinflamatorios tendrán que proteger al nuevo cartílago si se implanta en una articulación inflamada.
Guilak, que ha recibido financiamiento de la Arthritis Foundation para otra investigación, dice que la solución para la reparación de cartílagos en pacientes con artrosis no es tan clara. Él y su equipo de investigación están abordando el mismo problema, generando nuevo tejido de cartílago, pero mediante un método diferente: células madre obtenidas de la grasa. "Los condrocitos autólogos [como los que se usan en MACI] crearán cartílago, pero para ello es necesario extraerlo de otra parte de la articulación, por lo que se termina dañando el cartílago", dice.
El enfoque de su equipo también presenta desafíos. "Las células madre deben diferenciarse en condrocitos para producir cartílago, pero están disponibles en un número mucho mayor sin tener que dañar el cartílago nativo", explica. "Por lo tanto, la solución a largo plazo todavía no es clara, y tal vez haya más de una solución".
Además del trabajo de investigación del Dr. Guilak y su equipo, la Arthritis Foundation está financiando a otros equipos que buscan soluciones para la regeneración de cartílagos. Puede consultar el trabajo de la Dra. Veronique Lefebvre aquí.
Beth Axtell, para la Arthritis Foundation