Un estudio revela que un fármaco común para la osteoporosis no aumenta el riesgo de fractura de fémur
Tomar el fármaco para la osteoporosis alendronato (Fosamax) durante una década o más no parece aumentar el riesgo de fracturas poco frecuentes de fémur (hueso del muslo) (también conocidas como fracturas femorales atípicas), según un nuevo estudio danés. Los resultados, publicados en mayo en The BMJ contradicen otras investigaciones, que han encontrado una asociación entre las fracturas de muslo y el tratamiento a largo plazo con una clase de medicamentos para la osteoporosis llamados bifosfonatos.
Los bifosfonatos, que incluyen el alendronato, así como el risedronato sódico (Actonel), el ibandronato (Boniva) y el ácido zoledrónico (Reclast), son los fármacos más recetados para la osteoporosis. Su objetivo es reducir las fracturas al retardar la descomposición y reabsorción del hueso, que forma parte del ciclo normal de recambio óseo. Sin embargo, debido a la preocupación de que puedan aumentar el riesgo de fracturas atípicas del fémur, los médicos suelen recomendar unas "vacaciones de los medicamentos" para determinados pacientes o, en algunos casos, la suspensión total. El temor a estas fracturas y a otro efecto colateral poco frecuente, la osteonecrosis de la mandíbula, ontribuyó a que las prescripciones de bifosfonatos disminuyeran un 50% en Estados Unidos en cuatro años.
Para determinar la seguridad del uso de bifosfonatos a largo plazo, investigadores daneses analizaron los datos del registro de casi 62,000 pacientes que tomaban alendronato para la osteoporosis desde 1996 hasta 2007. De ellos, 1,428 sufrieron fracturas de fémur, pero los investigadores descubrieron que el número de fracturas no aumentó con el uso a largo plazo.
Casi 6,700 de los pacientes del registro sufrieron fracturas de cadera durante el período de estudio, pero el riesgo disminuyó con el tiempo hasta alcanzar una reducción global del 30% del riesgo a los 10 años. Los investigadores concluyeron que, debido al número de fracturas de muslo era mucho menor que el número de fracturas de cadera, y a que las fracturas de cadera disminuían con el tiempo, mientras que las fracturas de muslo no aumentaban, los beneficios de tomar alendronato superaban los daños, incluso después de muchos años de uso continuado.
Los investigadores también descubrieron que las fracturas de fémur eran más frecuentes en los pacientes con comorbilidades, como la diabetes, y en los pacientes que habían recibido recetas de inhibidores de la bomba de protones; ambos factores de riesgo han sido descubiertos en estudios anteriores.
En todo el mundo, la osteoporosis causa cada año unos 1.5 millones de fracturas, muchas de ellas debilitantes y la mayoría en mujeres. Los hombres también están en riesgo, especialmente después de los 70 años, pero las mujeres son más vulnerables, en parte porque la pérdida ósea relacionada con la edad se acelera cuando los niveles de estrógeno caen después de la menopausia.
La artritis reumatoide (AR) también es un factor de riesgo de fragilidad y debilitamiento de los huesos, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis hasta un 30% o 40%, incluso cuando se controla de forma agresiva. También se sabe que los corticoesteroides, que se utilizan para tratar la AR y otros tipos de artritis inflamatoria, provocan la pérdida de masa ósea, y el dolor y la discapacidad pueden dificultar la práctica del ejercicio necesario para mantener los huesos fuertes.
Hacer ejercicio de manera frecuente con peso (incluso caminar), consumir mucho calcio y vitamina D y no fumar son formas comprobadas de mejorar la salud de los huesos. Los bifosfonatos también cumplen una importante función, a pesar de la preocupación por un mayor riesgo de fracturas de fémur, que se aborda en este estudio.
El estudio tiene algunas limitaciones. Por un lado, en el estudio se utilizan datos guardados con fines de facturación, en lugar de registros clínicos, según menciona el reumatólogo Kenneth Saag, MD, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alabama en Birmingham y experto en la epidemiología de la osteoporosis. Esto significa que no había información sobre el estilo de vida de los pacientes: qué comían y si fumaban, hacían ejercicio o tomaban suplementos de calcio y vitamina D. Y como no había radiografías, a los investigadores les resultaba imposible distinguir las fracturas atípicas de las más habituales.
"Dicho todo esto, sin embargo, se trata de una contribución importante", afirma el Dr. Saag. "Espero que sirva para que los pacientes y los médicos consideren de forma más crítica los beneficios frente a los riesgos de estos medicamentos para tratar la salud ósea". No hay ningún medicamento que no tenga efectos colaterales, y siempre intentamos equilibrar los beneficios y los perjuicios. En este estudio se proporciona información importante para ayudar a analizar esa ecuación".
Nancy Lane, MD, profesora de Medicina y directora del Center for Musculoskeletal Health de la Universidad de California, Davis Medical Center, es una destacada autoridad en materia de artrosis y osteoporosis. Está de acuerdo con el Dr. Saag, y agrega: "Los beneficios de tratar [a pacientes con alendronato] durante hasta 10 años para reducir las fracturas de cadera es mayor que cualquier riesgo de fracturas [de fémur], por lo que avalamos esta terapia a largo plazo, si es necesario".
Autora: Linda Rath para la Arthritis Foundation
Los bifosfonatos, que incluyen el alendronato, así como el risedronato sódico (Actonel), el ibandronato (Boniva) y el ácido zoledrónico (Reclast), son los fármacos más recetados para la osteoporosis. Su objetivo es reducir las fracturas al retardar la descomposición y reabsorción del hueso, que forma parte del ciclo normal de recambio óseo. Sin embargo, debido a la preocupación de que puedan aumentar el riesgo de fracturas atípicas del fémur, los médicos suelen recomendar unas "vacaciones de los medicamentos" para determinados pacientes o, en algunos casos, la suspensión total. El temor a estas fracturas y a otro efecto colateral poco frecuente, la osteonecrosis de la mandíbula, ontribuyó a que las prescripciones de bifosfonatos disminuyeran un 50% en Estados Unidos en cuatro años.
Para determinar la seguridad del uso de bifosfonatos a largo plazo, investigadores daneses analizaron los datos del registro de casi 62,000 pacientes que tomaban alendronato para la osteoporosis desde 1996 hasta 2007. De ellos, 1,428 sufrieron fracturas de fémur, pero los investigadores descubrieron que el número de fracturas no aumentó con el uso a largo plazo.
Casi 6,700 de los pacientes del registro sufrieron fracturas de cadera durante el período de estudio, pero el riesgo disminuyó con el tiempo hasta alcanzar una reducción global del 30% del riesgo a los 10 años. Los investigadores concluyeron que, debido al número de fracturas de muslo era mucho menor que el número de fracturas de cadera, y a que las fracturas de cadera disminuían con el tiempo, mientras que las fracturas de muslo no aumentaban, los beneficios de tomar alendronato superaban los daños, incluso después de muchos años de uso continuado.
Los investigadores también descubrieron que las fracturas de fémur eran más frecuentes en los pacientes con comorbilidades, como la diabetes, y en los pacientes que habían recibido recetas de inhibidores de la bomba de protones; ambos factores de riesgo han sido descubiertos en estudios anteriores.
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En todo el mundo, la osteoporosis causa cada año unos 1.5 millones de fracturas, muchas de ellas debilitantes y la mayoría en mujeres. Los hombres también están en riesgo, especialmente después de los 70 años, pero las mujeres son más vulnerables, en parte porque la pérdida ósea relacionada con la edad se acelera cuando los niveles de estrógeno caen después de la menopausia.
La artritis reumatoide (AR) también es un factor de riesgo de fragilidad y debilitamiento de los huesos, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis hasta un 30% o 40%, incluso cuando se controla de forma agresiva. También se sabe que los corticoesteroides, que se utilizan para tratar la AR y otros tipos de artritis inflamatoria, provocan la pérdida de masa ósea, y el dolor y la discapacidad pueden dificultar la práctica del ejercicio necesario para mantener los huesos fuertes.
Hacer ejercicio de manera frecuente con peso (incluso caminar), consumir mucho calcio y vitamina D y no fumar son formas comprobadas de mejorar la salud de los huesos. Los bifosfonatos también cumplen una importante función, a pesar de la preocupación por un mayor riesgo de fracturas de fémur, que se aborda en este estudio.
El estudio tiene algunas limitaciones. Por un lado, en el estudio se utilizan datos guardados con fines de facturación, en lugar de registros clínicos, según menciona el reumatólogo Kenneth Saag, MD, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alabama en Birmingham y experto en la epidemiología de la osteoporosis. Esto significa que no había información sobre el estilo de vida de los pacientes: qué comían y si fumaban, hacían ejercicio o tomaban suplementos de calcio y vitamina D. Y como no había radiografías, a los investigadores les resultaba imposible distinguir las fracturas atípicas de las más habituales.
"Dicho todo esto, sin embargo, se trata de una contribución importante", afirma el Dr. Saag. "Espero que sirva para que los pacientes y los médicos consideren de forma más crítica los beneficios frente a los riesgos de estos medicamentos para tratar la salud ósea". No hay ningún medicamento que no tenga efectos colaterales, y siempre intentamos equilibrar los beneficios y los perjuicios. En este estudio se proporciona información importante para ayudar a analizar esa ecuación".
Nancy Lane, MD, profesora de Medicina y directora del Center for Musculoskeletal Health de la Universidad de California, Davis Medical Center, es una destacada autoridad en materia de artrosis y osteoporosis. Está de acuerdo con el Dr. Saag, y agrega: "Los beneficios de tratar [a pacientes con alendronato] durante hasta 10 años para reducir las fracturas de cadera es mayor que cualquier riesgo de fracturas [de fémur], por lo que avalamos esta terapia a largo plazo, si es necesario".
Autora: Linda Rath para la Arthritis Foundation