Muy pocas personas con artritis prueban la terapia más recomendada: la actividad física
El ejercicio físico está recomendado como el primer abordaje para aliviar los síntomas de artritis; sin embargo, muchas personas no participan en actividades físicas regulares. La investigación nueva sugiere que los médicos y otros profesionales de atención médica que tratan a personas con artritis están haciendo un mejor trabajo asesorándolos sobre el ejercicio físico, pero todavía hay mucho por mejorar.
Un estudio publicado recientemente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) halló que la cantidad de personas con artritis que dijeron que un profesional de atención médica les había aconsejado hacer ejercicio para mejorar los síntomas de artritis aumentó un 18 por ciento entre 2002 y 2014, del 52 por ciento al 61 por ciento. Pero eso significa que aproximadamente el 40 por ciento de las personas que tienen artritis y que buscan atención médica todavía no está recibiendo asesoramiento adecuado en sus consultas médicas. Los hallazgos aparecieron en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad (MMWR) publicado por los CDC.
"La buena noticia es que mejoró la tasa de asesoramiento, pero por otro lado, otro 40 por ciento de las personas no están recibiendo el asesoramiento que necesitan", dice la autora principal del estudio, Jennifer Hootman, PhD, de la División de Salud Poblacional del Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de los CDC.
Es importante que los profesionales médicos mejoren la tasa de asesoramiento sobre ejercicio físico -nos dice ella-, pero los pacientes también pueden hacer esfuerzos para aumentar su actividad física.
"Creemos que el nivel de actividad física tendría que estar incluido en una lista de verificación como uno de los signos vitales, como la presión arterial o la frecuencia cardiaca. Los médicos deberían preguntar por la función, el dolor y la actividad física", explica Hootman. "Si bien el hecho de que un médico le pregunte al paciente por el ejercicio puede generar la motivación para ejercitarse, es posible que eso no suceda. Los pacientes pueden tomar sus propias medidas.
El primer paso, dice ella, es que los pacientes sean proactivos y les pregunten sobre el ejercicio a sus médicos. "Las personas que tienen artritis en general saben que deberían hacer más actividad física, pero no saben el tipo correcto de ejercicio y cuánto ejercicio deben hacer", aclara Hootman. Las personas que tienen artritis deberían consultar a sus médicos o fisioterapeutas sobre cómo empezar a hacer ejercicio, qué tipos de ejercicio deberían hacer y dónde pueden encontrar programas comunitarios de ejercicio.
Leigh F. Callahan, PhD, directora de la Osteoarthritis Action Alliance (OAAA) y profesora en el Thurston Arthritis Research Center de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, está de acuerdo. "Los pacientes deben preguntar a sus médicos qué actividades físicas son apropiadas y qué tipo de ejercicio sería bueno", explica. "A los pacientes les puede generar cierta ansiedad empezar a hacer ejercicio sin orientación. Es posible que los médicos no sepan tanto sobre los detalles de qué ejercicios son adecuados, y un fisioterapeuta podría ser una mejor fuente de información".
Tanto la Arthritis Foundation como los CDC tienen buenos recursos en línea para pacientes que deseen comenzar con la actividad física, dice Hootman. Callahan está de acuerdo: "Los programas de ejercicio que se encuentran en el sitio web de los CDC y en el sitio web de la Arthritis Foundation están basados en evidencias y aprobados para personas que sufren artritis. Son programas seguros con los que las personas pueden sentirse cómodas".
En el sitio web de la Arthritis Foundation, las personas pueden buscar en el Buscador de Recursos de Artritis centros locales de personas mayores, centros comunitarios y otras instalaciones que ofrecen programas de ejercicios. La Arthritis Foundation también ofrece programas de ejercicio autoguiado, incluido Walk with Ease y Your Exercise Solution.
Tanto Callahan como Hootman participaron de la elaboración del programa Walk with Ease de la Arthritis Foundation, que puede hacerse en una modalidad grupal o por cuenta propia. Incluye un cuadernillo que guía a las personas en cosas como calzado, maneras de comenzar a hacer ejercicio gradualmente, superar obstáculos para el ejercicio, herramientas motivacionales y cómo hacer un seguimiento con cuestionarios de autoevaluación. En www.CDC.gov/arthritis, haga clic en "intervenciones" para acceder a un enlace que abre una lista de programas de ejercicios aprobados en varios estudios. Esta lista se actualiza regularmente. El sitio web de la OAAA ofrece recursos para personas con artrosis y profesionales médicos, incluida información sobre el manejo del peso y la actividad física y organizaciones comunitarias.
Todos los expertos están de acuerdo sobre los beneficios del ejercicio para las personas que tienen artritis. Pero si un paciente no recibe asesoramiento de un profesional médico, debería tomar la iniciativa de sacar el tema y/o explorar los recursos disponibles para tomar el camino hacia una mejor salud.
Autora: Alice Goodman
Un estudio publicado recientemente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) halló que la cantidad de personas con artritis que dijeron que un profesional de atención médica les había aconsejado hacer ejercicio para mejorar los síntomas de artritis aumentó un 18 por ciento entre 2002 y 2014, del 52 por ciento al 61 por ciento. Pero eso significa que aproximadamente el 40 por ciento de las personas que tienen artritis y que buscan atención médica todavía no está recibiendo asesoramiento adecuado en sus consultas médicas. Los hallazgos aparecieron en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad (MMWR) publicado por los CDC.
"La buena noticia es que mejoró la tasa de asesoramiento, pero por otro lado, otro 40 por ciento de las personas no están recibiendo el asesoramiento que necesitan", dice la autora principal del estudio, Jennifer Hootman, PhD, de la División de Salud Poblacional del Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de los CDC.
Es importante que los profesionales médicos mejoren la tasa de asesoramiento sobre ejercicio físico -nos dice ella-, pero los pacientes también pueden hacer esfuerzos para aumentar su actividad física.
¿Qué pueden hacer los pacientes?
"Creemos que el nivel de actividad física tendría que estar incluido en una lista de verificación como uno de los signos vitales, como la presión arterial o la frecuencia cardiaca. Los médicos deberían preguntar por la función, el dolor y la actividad física", explica Hootman. "Si bien el hecho de que un médico le pregunte al paciente por el ejercicio puede generar la motivación para ejercitarse, es posible que eso no suceda. Los pacientes pueden tomar sus propias medidas.
El primer paso, dice ella, es que los pacientes sean proactivos y les pregunten sobre el ejercicio a sus médicos. "Las personas que tienen artritis en general saben que deberían hacer más actividad física, pero no saben el tipo correcto de ejercicio y cuánto ejercicio deben hacer", aclara Hootman. Las personas que tienen artritis deberían consultar a sus médicos o fisioterapeutas sobre cómo empezar a hacer ejercicio, qué tipos de ejercicio deberían hacer y dónde pueden encontrar programas comunitarios de ejercicio.
Leigh F. Callahan, PhD, directora de la Osteoarthritis Action Alliance (OAAA) y profesora en el Thurston Arthritis Research Center de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, está de acuerdo. "Los pacientes deben preguntar a sus médicos qué actividades físicas son apropiadas y qué tipo de ejercicio sería bueno", explica. "A los pacientes les puede generar cierta ansiedad empezar a hacer ejercicio sin orientación. Es posible que los médicos no sepan tanto sobre los detalles de qué ejercicios son adecuados, y un fisioterapeuta podría ser una mejor fuente de información".
Recursos para pacientes
Tanto la Arthritis Foundation como los CDC tienen buenos recursos en línea para pacientes que deseen comenzar con la actividad física, dice Hootman. Callahan está de acuerdo: "Los programas de ejercicio que se encuentran en el sitio web de los CDC y en el sitio web de la Arthritis Foundation están basados en evidencias y aprobados para personas que sufren artritis. Son programas seguros con los que las personas pueden sentirse cómodas".
En el sitio web de la Arthritis Foundation, las personas pueden buscar en el Buscador de Recursos de Artritis centros locales de personas mayores, centros comunitarios y otras instalaciones que ofrecen programas de ejercicios. La Arthritis Foundation también ofrece programas de ejercicio autoguiado, incluido Walk with Ease y Your Exercise Solution.
Tanto Callahan como Hootman participaron de la elaboración del programa Walk with Ease de la Arthritis Foundation, que puede hacerse en una modalidad grupal o por cuenta propia. Incluye un cuadernillo que guía a las personas en cosas como calzado, maneras de comenzar a hacer ejercicio gradualmente, superar obstáculos para el ejercicio, herramientas motivacionales y cómo hacer un seguimiento con cuestionarios de autoevaluación. En www.CDC.gov/arthritis, haga clic en "intervenciones" para acceder a un enlace que abre una lista de programas de ejercicios aprobados en varios estudios. Esta lista se actualiza regularmente. El sitio web de la OAAA ofrece recursos para personas con artrosis y profesionales médicos, incluida información sobre el manejo del peso y la actividad física y organizaciones comunitarias.
Todos los expertos están de acuerdo sobre los beneficios del ejercicio para las personas que tienen artritis. Pero si un paciente no recibe asesoramiento de un profesional médico, debería tomar la iniciativa de sacar el tema y/o explorar los recursos disponibles para tomar el camino hacia una mejor salud.
Autora: Alice Goodman