Protéjase del sarampión
A partir de enero de 2019, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han reportado casi 850 casos de sarampión en 23 estados, la cifra más alta de contagios desde 1994. La mayoría de los contagiados no estaban vacunados. A pesar de que en el 2000 se declaró que el sarampión había sido eliminado en Estados Unidos, ha reaparecido últimamente, debido a los viajeros que traen el virus desde otros países y a un número cada vez mayor de estadounidenses no vacunados. ¿Hasta qué punto debería preocuparse?
«Para la mayoría de los adultos, quizá no sea un problema», dice Kevin Winthrop, MD, profesor de enfermedades infecciosas y salud pública de la Oregon Health & Science University de Portland. «El riesgo es muy bajo, al menos en EE. UU. Obviamente, podría crecer si los casos siguen aumentando».
Si nació antes de 1957 o si está vacunado, posiblemente no necesita tomar ninguna medida. La primera vacuna contra el sarampión se presentó en 1963. Es casi seguro que las personas que nacieron antes de 1957 estuvieron expuestas al sarampión, pero ahora son inmunes al virus. Quienes fueron vacunados en la infancia o después todavía deben estar protegidos. «Si no recuerda si recibió la vacuna contra el sarampión, su médico puede realizarle una prueba de sangre para ver si usted es inmune», dice el Dr. Winthrop.
Lo que debe hacer si no es inmune
Los CDC recomiendan que las personas que no son inmunes se coloquen al menos una vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR). No obstante, hay una excepción si su sistema inmunitario está débil debido al uso de un medicamento biológico o una dosis elevada de un corticoesteroide para tratar la artritis reumatoide u otra forma autoinmune de artritis. La MMR es una vacuna viva (pero debilitada), y existe un riesgo mínimo de que pueda contraer el sarampión.
«Por lo general, las personas que tienen sus sistemas inmunitarios debilitados no se vacunan», comenta el Dr. Winthrop. «Si están tomando altas dosis de prednisona, solemos suspender la medicación para vacunarlas».
Si no puede vacunarse, manténgase lejos de cualquier persona contagiada con sarampión. Si sus nietos no han sido vacunados, converse con sus hijos para protegerse a sí mismo y a sus seres queridos. «Anime a sus hijos a vacunar a los niños», aconseja el Dr. Winthrop. «Esa es la raíz del problema en estos momentos. Si todos se vacunaran, no lidiaríamos con esto».
«Para la mayoría de los adultos, quizá no sea un problema», dice Kevin Winthrop, MD, profesor de enfermedades infecciosas y salud pública de la Oregon Health & Science University de Portland. «El riesgo es muy bajo, al menos en EE. UU. Obviamente, podría crecer si los casos siguen aumentando».
Si nació antes de 1957 o si está vacunado, posiblemente no necesita tomar ninguna medida. La primera vacuna contra el sarampión se presentó en 1963. Es casi seguro que las personas que nacieron antes de 1957 estuvieron expuestas al sarampión, pero ahora son inmunes al virus. Quienes fueron vacunados en la infancia o después todavía deben estar protegidos. «Si no recuerda si recibió la vacuna contra el sarampión, su médico puede realizarle una prueba de sangre para ver si usted es inmune», dice el Dr. Winthrop.
Lo que debe hacer si no es inmune
Los CDC recomiendan que las personas que no son inmunes se coloquen al menos una vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR). No obstante, hay una excepción si su sistema inmunitario está débil debido al uso de un medicamento biológico o una dosis elevada de un corticoesteroide para tratar la artritis reumatoide u otra forma autoinmune de artritis. La MMR es una vacuna viva (pero debilitada), y existe un riesgo mínimo de que pueda contraer el sarampión.
«Por lo general, las personas que tienen sus sistemas inmunitarios debilitados no se vacunan», comenta el Dr. Winthrop. «Si están tomando altas dosis de prednisona, solemos suspender la medicación para vacunarlas».
Si no puede vacunarse, manténgase lejos de cualquier persona contagiada con sarampión. Si sus nietos no han sido vacunados, converse con sus hijos para protegerse a sí mismo y a sus seres queridos. «Anime a sus hijos a vacunar a los niños», aconseja el Dr. Winthrop. «Esa es la raíz del problema en estos momentos. Si todos se vacunaran, no lidiaríamos con esto».
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