Jessica Gottlieb consigue controlar la artritis reumatoide gracias a la medicación
Hace cinco años, Jessica acudió a su médico para consultar por antidepresivos recetados. "No podía entender por qué estaba agotada todo el tiempo y por qué salir de la cama era tan difícil". Un historial médico y un examen revelaron que no estaba deprimida; tenía artritis reumatoide (AR). "Al principio, me fue difícil aceptar el diagnóstico". Siempre he sido muy activa: me encanta jugar al tenis y hacer senderismo, y tengo hijos. La AR también había dañado seriamente mis manos, y yo me gano la vida escribiendo".
Para Jessica, recuperar su vida no fue una cuestión de pensamiento positivo, "fue buena medicina y buenas terapias [incluida la acupuntura]", explica. "Cualquiera que diga que vivir bien con AR tiene que ver con la actitud es un iluso o un mentiroso", afirma. "A veces me irrita mucho tener esta enfermedad. Eso no me hace más enferma: me hace humana".
Seguir su plan de tratamiento ha minimizado la gravedad de su AR. "Para mí, los medicamentos biológicos han sido fundamentales. Me ayudaron a eliminar la fatiga, lo que me permitió recuperar mi fortaleza y seguir con mi vida", dice Jessica. "Veo a mi reumatólogo con regularidad y soy totalmente sincera con él; no pretendo que mi dolor en un 2 en una escala del 1 al 10 cuando realmente es un 6".
De hecho, la intervención temprana y el tratamiento agresivo fueron tan eficaces que ahora puede disfrutar de la mayoría de las cosas que le gustan, como hacer ejercicio y continuar con su carrera de escritora.
"¿Hay cosas que no puedo hacer? Sí. Me gustaría correr 5 millas en lugar de 3, pero sé que me hará daño", afirma. "Eso a veces me molesta. Pero sigo mi plan y lo afronto, porque estoy muy contenta de que mi cuerpo haya vuelto a funcionar".
Para Jessica, recuperar su vida no fue una cuestión de pensamiento positivo, "fue buena medicina y buenas terapias [incluida la acupuntura]", explica. "Cualquiera que diga que vivir bien con AR tiene que ver con la actitud es un iluso o un mentiroso", afirma. "A veces me irrita mucho tener esta enfermedad. Eso no me hace más enferma: me hace humana".
Seguir su plan de tratamiento ha minimizado la gravedad de su AR. "Para mí, los medicamentos biológicos han sido fundamentales. Me ayudaron a eliminar la fatiga, lo que me permitió recuperar mi fortaleza y seguir con mi vida", dice Jessica. "Veo a mi reumatólogo con regularidad y soy totalmente sincera con él; no pretendo que mi dolor en un 2 en una escala del 1 al 10 cuando realmente es un 6".
De hecho, la intervención temprana y el tratamiento agresivo fueron tan eficaces que ahora puede disfrutar de la mayoría de las cosas que le gustan, como hacer ejercicio y continuar con su carrera de escritora.
"¿Hay cosas que no puedo hacer? Sí. Me gustaría correr 5 millas en lugar de 3, pero sé que me hará daño", afirma. "Eso a veces me molesta. Pero sigo mi plan y lo afronto, porque estoy muy contenta de que mi cuerpo haya vuelto a funcionar".