El movimiento y la conexión son los motores del Grupo de conexión de Florida 

La historia del diagnóstico de Sherry 

A comienzos de 2018, me hicieron un análisis de sangre para detectar artritis reumatoide (AR) y me dijeron que, con base en ese estudio, no la tenía. Para cuando me diagnosticaron AR, en septiembre de 2019, el dolor que tenía en las manos era intolerable. Me costaba lavarme la cabeza y no había chance de poder cortarme la comida. El día que finalmente me diagnosticaron, me sentí aliviada por poder ponerle un nombre al dolor fortísimo e inexplicable que tenía en partes de mi cuerpo. Pero también me sentí aterrada por lo que eso significaría en un futuro.  

¿Cómo te involucraste con la Arthritis Foundation?  

Cuando me diagnosticaron, salí del consultorio del reumatólogo atontada, aterrada y dada vuelta. Lo único que supe hacer cuando subimos al auto fue googlear Arthritis Foundation en Florida. Al día siguiente, me conecté por teléfono con un líder de un Grupo de Conexión. Inmediatamente me tomó bajo su cuidado y se aseguró de que yo entendiera que no estaba sola. Nos presentó el Jingle Bell Run y otros eventos que seguirían ayudándonos a sentirnos invadidas por la esperanza. Nos ayudó a Sandy y a mí a formar parte de la familia de la Arthritis Foundation. Ahora mi pareja y yo somos ese anclaje que ayuda a otras personas con diagnóstico reciente. Poder ayudar a otros que estén pasando por circunstancias similares me sigue ayudando a sentirme empoderada, valiosa y fuerte. Encontrar la oficina de la Arthritis Foundation en Florida cambió el curso de mi vida con esta enfermedad.                                                                       

¿Cómo puede ayudar el yoga con el dolor de artritis, ya sea física o mentalmente? 

Sherry (izquierda en la foto): tener una enfermedad crónica como la artritis reumatoide puede hacerme sentir una extraña en mi propio cuerpo. Lo que me era familiar dejó de serlo por el dolor y los problemas de movilidad. Hacer yoga me ayuda a aliviar esa sensación porque vuelve a conectar mi cuerpo y mi mente para que trabajen en equipo, en unión. La palabra yoga significa "unión". Cuando hago yoga, me permito olvidarme de lo que duele o de lo que está hinchado o inflamado. El yoga tiene esta capacidad asombrosa de unirte con tu cuerpo donde estén en ese momento, lo cual es perfecto para cualquier persona que tenga una enfermedad crónica como la artritis. Una enfermedad crónica, una lesión o un dolor pueden hacerte sentir desconectado de tu cuerpo. Puede ser muy frustrante perder la movilidad, sentir que ya no puedes hacer las cosas que antes hacías. Me di cuenta de que el yoga puede apaciguar esos pensamientos y ayudarme a sentirme fuerte, que es donde debo enfocarme.  

Sandy (centro en la foto): lo más importante para mí es que el yoga me da la oportunidad de que mi mente, normalmente demasiado activa, se enfoque en una cosa a la vez. Me desacelera respirar, seguir las indicaciones del instructor y experimentar el movimiento en mi cuerpo. Es un recreo para mi mente y me ayuda a refrescar la mente y el cuerpo después de la clase, lo cual es importante para todos, especialmente para quienes también son cuidadores. Este matrimonio está disponible para cualquier persona dispuesta a probar el yoga. Es un gran "deporte" para que se sientan competentes quienes tienen dificultades corporales.  

¿Cómo y por qué incorporan el movimiento al Grupo de Conexión que dirigen?  

Nuestro Grupo de Conexión empezó durante una época en que los grupos solo podían reunirse virtualmente, por lo que teníamos integrantes de otros estados. Cuando la Arthritis Foundation comenzó a retomar las reuniones presenciales para los Grupos de Conexión, Sherry sintió especialmente que podíamos unir el movimiento y la conexión para nuestros integrantes virtuales y para quienes venían en persona. El movimiento y la conexión son amigos naturales. Algunos caminaron con nosotros durante nuestro Grupo de Conexión desde su propio lugar y se unieron para una sesión de yoga 

Cuando compartimos el yoga o las caminatas, naturalmente se da una camaradería con quienes también están ahí. Surgió fácilmente la idea de construir sobre eso y combinar el movimiento con nuestro Grupo de Conexión. Desde el momento en que saludamos y damos la bienvenida a los asistentes, ellos quieren compartir entre sí porque ya hay un denominador común al participar en una actividad conjunta.    

Ser escuchado es una parte muy importante de apoyar a quienes tienen artritis y los Grupos de Conexión son un gran instrumento para esto. Los miembros del grupo cuentan sus historias y comparten sus preocupaciones, dificultades y éxitos. Nos permitimos ser nosotros mismos, caminar o hacer yoga y compartir.