Un estudio confirma que perder peso podría salvar sus rodillas
Perder el exceso de peso puede ayudar a preservar el cartílago de la rodilla en las personas que padecen o corren el riesgo de padecer artrosis (OA) de rodilla, según investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), cuyas conclusiones se han publicado recientemente en línea en la revista Radiology. El cartílago de la rodilla es la cubierta gomosa y resbaladiza que cubre los extremos de los huesos superior (fémur) e inferior (tibia) de la pierna y conforman la articulación de la rodilla.
El estudio también descubrió que perder los kilos de más protege los meniscos, las almohadillas de cartílago en forma de media luna que amortiguan la articulación de la rodilla. La autora principal, la doctora Alexandra Gersing, becaria postdoctoral de la Facultad de Medicina de la UCSF, dice que esto es especialmente importante porque un menisco roto o dañado puede acelerar la degeneración de la articulación de la rodilla en general.
"La pérdida de peso parece proteger la articulación de la rodilla y ralentizar el empeoramiento de los síntomas, como el dolor y la discapacidad", explica.
Aunque muchos estudios han analizado los efectos del exceso de peso en la rodilla, la Dra. Gersing afirma que este es el primero que examina el efecto a largo plazo de la pérdida de peso en el cartílago y los meniscos.
Para el estudio, la Dra. Gersing y sus colegas analizaron los datos de un subgrupo de 640 participantes de Iniciativa contra la Artrosis, un estudio prospectivo a largo plazo de personas sanas, algunas con OA de rodilla, otras con factores de riesgo de padecerla y otras sin factores de riesgo. Los participantes del subgrupo, todos ellos con sobrepeso u obesidad, se dividieron en tres grupos: los que en 48 meses perdieron más del 10% de su peso corporal (lo que se considera una pérdida de peso sustancial), los que perdieron entre el 5% y el 10%, y aquellos cuyo peso se mantuvo igual.
Los investigadores compararon las resonancias magnéticas de los participantes al inicio del estudio y cuatro años después. Descubrieron que quienes habían tenido una pérdida de peso de entre el 5% y el 10% tenían menores índices de degeneración del cartílago que las personas que no habían perdido peso. Sin embargo, los mayores beneficios se observaron en el grupo de personas que habían tenido una pérdida de peso sustancial; conservaron más cartílago sano y tuvieron menos daños en los meniscos.
Los investigadores afirman que hay varias razones que justifican estos resultados. Una de ellas es que el sobrepeso aumenta la carga sobre la articulación de la rodilla y rompe el cartílago. El sobrepeso también puede cambiar la forma de andar de una persona y generar aún más estrés en la articulación. Además, las propias células grasas producen proteínas proinflamatorias que ahora se sabe que contribuyen a la OA. Por lo tanto, es lógico que bajar los kilos de más tenga un efecto positivo en la salud general de las articulaciones.
Los investigadores reconocen que el estudio tiene algunas limitaciones. Una de las más significativas es que no se tiene en cuenta cómo han perdido peso los participantes. El ejercicio, por ejemplo, disminuye el dolor y mejora la función de las articulaciones artríticas significativamente. Pero en este estudio, no hay forma de saber si los beneficios para el cartílago se debieron al ejercicio (que es bueno para la articulación de la rodilla), a la pérdida de peso o a ambos.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es que la artrosis de rodilla le importa a las personas cuando les causa dolor. Pero la degeneración del cartílago en sí misma no siempre causa dolor. Aunque sigue siendo OA, se clasifica como OA asintomática, es decir, sin síntomas. Por lo tanto, desde el punto de vista del individuo, los cambios recopilados en las resonancias magnéticas durante el curso del estudio pueden no ser importantes.
"La cantidad de dolor depende de qué estructuras de la rodilla estén afectadas, hasta qué punto estén dañadas y cómo afecta esto a las estructuras articulares circundantes de la rodilla", explica la Dra. Gersing. "Los defectos del cartílago por sí solos no causan dolor inmediatamente, ya que el cartílago no contiene nociceptores [receptores del dolor]".
Pero eso no significa que estos cambios en la resonancia magnética no sean importantes, ya que pueden acabar provocando daños en el hueso subyacente, una razón más que válida para que las personas con OA se deshagan del peso extra antes de que la inflamación y la degeneración sean graves.
"Quiero destacar la importancia de las estrategias terapéuticas individualizadas y las intervenciones en el estilo de vida para prevenir la degeneración estructural de la articulación de la rodilla lo antes posible en los pacientes obesos y con sobrepeso", afirma la Dra. Gersing. "También es importante controlar ciertos factores de riesgo metabólicos, como la hipertensión arterial y la diabetes; nuestro grupo también ha demostrado que estos factores de riesgo están estrechamente relacionados con la obesidad y la degeneración de las articulaciones de la rodilla".
El doctor Geoffrey Westrich, cirujano ortopédico y director de investigación del Adult Reconstruction and Joint Replacement Service del Hospital for Special Surgery de la ciudad de New York, afirma que el estudio de la UCSF refuerza lo que los cirujanos llevan años diciendo a los pacientes: el exceso de peso es un factor de riesgo importante para la artritis en la articulación de la rodilla.
"El resultado final para los pacientes con progresión de la artritis de rodilla es la cirugía de reemplazo total de rodilla. Aunque esta cirugía es claramente beneficiosa para aliviar el dolor, la pérdida de peso puede ralentizar la progresión de la artrosis y retrasar la cirugía en los pacientes obesos y con sobrepeso", afirma. "Además, los estudios demuestran que la cirugía en pacientes obesos tiene una mayor probabilidad de complicaciones, por lo que la pérdida de peso tiene el beneficio añadido de hacer más segura la cirugía, en caso de que sea necesaria".
El Dr. Westrich, que no participó en el estudio, afirma que tanto el ejercicio como la pérdida de peso son esenciales para la salud de las articulaciones. Dice que las personas con artrosis de rodilla deben hacer todo el ejercicio posible, después de recibir la aprobación de su médico.
"Empiece poco a poco y no se desanime", dice. Incluso 5 a 10 minutos en una bicicleta fija es un buen comienzo".
Linda Rath para la Arthritis Foundation
El estudio también descubrió que perder los kilos de más protege los meniscos, las almohadillas de cartílago en forma de media luna que amortiguan la articulación de la rodilla. La autora principal, la doctora Alexandra Gersing, becaria postdoctoral de la Facultad de Medicina de la UCSF, dice que esto es especialmente importante porque un menisco roto o dañado puede acelerar la degeneración de la articulación de la rodilla en general.
"La pérdida de peso parece proteger la articulación de la rodilla y ralentizar el empeoramiento de los síntomas, como el dolor y la discapacidad", explica.
Aunque muchos estudios han analizado los efectos del exceso de peso en la rodilla, la Dra. Gersing afirma que este es el primero que examina el efecto a largo plazo de la pérdida de peso en el cartílago y los meniscos.
Comparación de resultados
Para el estudio, la Dra. Gersing y sus colegas analizaron los datos de un subgrupo de 640 participantes de Iniciativa contra la Artrosis, un estudio prospectivo a largo plazo de personas sanas, algunas con OA de rodilla, otras con factores de riesgo de padecerla y otras sin factores de riesgo. Los participantes del subgrupo, todos ellos con sobrepeso u obesidad, se dividieron en tres grupos: los que en 48 meses perdieron más del 10% de su peso corporal (lo que se considera una pérdida de peso sustancial), los que perdieron entre el 5% y el 10%, y aquellos cuyo peso se mantuvo igual.
Los investigadores compararon las resonancias magnéticas de los participantes al inicio del estudio y cuatro años después. Descubrieron que quienes habían tenido una pérdida de peso de entre el 5% y el 10% tenían menores índices de degeneración del cartílago que las personas que no habían perdido peso. Sin embargo, los mayores beneficios se observaron en el grupo de personas que habían tenido una pérdida de peso sustancial; conservaron más cartílago sano y tuvieron menos daños en los meniscos.
Los investigadores afirman que hay varias razones que justifican estos resultados. Una de ellas es que el sobrepeso aumenta la carga sobre la articulación de la rodilla y rompe el cartílago. El sobrepeso también puede cambiar la forma de andar de una persona y generar aún más estrés en la articulación. Además, las propias células grasas producen proteínas proinflamatorias que ahora se sabe que contribuyen a la OA. Por lo tanto, es lógico que bajar los kilos de más tenga un efecto positivo en la salud general de las articulaciones.
Otras consideraciones
Los investigadores reconocen que el estudio tiene algunas limitaciones. Una de las más significativas es que no se tiene en cuenta cómo han perdido peso los participantes. El ejercicio, por ejemplo, disminuye el dolor y mejora la función de las articulaciones artríticas significativamente. Pero en este estudio, no hay forma de saber si los beneficios para el cartílago se debieron al ejercicio (que es bueno para la articulación de la rodilla), a la pérdida de peso o a ambos.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es que la artrosis de rodilla le importa a las personas cuando les causa dolor. Pero la degeneración del cartílago en sí misma no siempre causa dolor. Aunque sigue siendo OA, se clasifica como OA asintomática, es decir, sin síntomas. Por lo tanto, desde el punto de vista del individuo, los cambios recopilados en las resonancias magnéticas durante el curso del estudio pueden no ser importantes.
"La cantidad de dolor depende de qué estructuras de la rodilla estén afectadas, hasta qué punto estén dañadas y cómo afecta esto a las estructuras articulares circundantes de la rodilla", explica la Dra. Gersing. "Los defectos del cartílago por sí solos no causan dolor inmediatamente, ya que el cartílago no contiene nociceptores [receptores del dolor]".
Cómo prevenir los daños en las rodillas
Pero eso no significa que estos cambios en la resonancia magnética no sean importantes, ya que pueden acabar provocando daños en el hueso subyacente, una razón más que válida para que las personas con OA se deshagan del peso extra antes de que la inflamación y la degeneración sean graves.
"Quiero destacar la importancia de las estrategias terapéuticas individualizadas y las intervenciones en el estilo de vida para prevenir la degeneración estructural de la articulación de la rodilla lo antes posible en los pacientes obesos y con sobrepeso", afirma la Dra. Gersing. "También es importante controlar ciertos factores de riesgo metabólicos, como la hipertensión arterial y la diabetes; nuestro grupo también ha demostrado que estos factores de riesgo están estrechamente relacionados con la obesidad y la degeneración de las articulaciones de la rodilla".
El doctor Geoffrey Westrich, cirujano ortopédico y director de investigación del Adult Reconstruction and Joint Replacement Service del Hospital for Special Surgery de la ciudad de New York, afirma que el estudio de la UCSF refuerza lo que los cirujanos llevan años diciendo a los pacientes: el exceso de peso es un factor de riesgo importante para la artritis en la articulación de la rodilla.
"El resultado final para los pacientes con progresión de la artritis de rodilla es la cirugía de reemplazo total de rodilla. Aunque esta cirugía es claramente beneficiosa para aliviar el dolor, la pérdida de peso puede ralentizar la progresión de la artrosis y retrasar la cirugía en los pacientes obesos y con sobrepeso", afirma. "Además, los estudios demuestran que la cirugía en pacientes obesos tiene una mayor probabilidad de complicaciones, por lo que la pérdida de peso tiene el beneficio añadido de hacer más segura la cirugía, en caso de que sea necesaria".
El Dr. Westrich, que no participó en el estudio, afirma que tanto el ejercicio como la pérdida de peso son esenciales para la salud de las articulaciones. Dice que las personas con artrosis de rodilla deben hacer todo el ejercicio posible, después de recibir la aprobación de su médico.
"Empiece poco a poco y no se desanime", dice. Incluso 5 a 10 minutos en una bicicleta fija es un buen comienzo".
Linda Rath para la Arthritis Foundation