Investigadores en el camino hacia una cura - Enfoque en la Dra. Delesha Carpenter
Muchos de nosotros acudimos a varias citas médicas a lo largo del año. Entre esas citas, el trabajo, la vida familiar y otras cosas, puede ser difícil procesar y recordar la información que nos dice el médico. Una de nuestras investigadoras que recibió financiamiento, la Dra. Delesha Carpenter, está estudiando hasta qué punto los pacientes con artritis reumatoide (AR) recuerdan la información sobre las nuevas drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD). Su proyecto de investigación de 3 años financiado por la Arthritis Foundation, llamado “Entendiendo cómo procesan los pacientes con AR la información contradictoria sobre las DMARD”, se presentó recientemente en la Reunión y Conferencia Anual del ACR de 2016 en noviembre.
Los pacientes podían participar en el estudio si se les recetaba una DMARD nueva o diferente en la visita al médico. En el estudio se analizó la información de 38 pacientes con AR que visitaron a 3 médicos de AR diferentes entre mayo de 2014 y diciembre de 2015. Cada visita se grabó en audio. Luego se entrevistó a los pacientes justo después de la visita.
Cuando se comparó la información de las visitas y de las entrevistas, alrededor del 50% de los pacientes compartió información diferente a la que se les dio. “Lo que me sorprendió”, contó la Dra. Carpenter, “fue la cantidad de pacientes que tenían dificultades para recordar con precisión la información inmediatamente después de la visita al médico. En parte, se debe a la gran cantidad de información que se da de golpe. La información puede ser abrumadora y el paciente no necesariamente puede asimilarla y procesarla. Quizás tengamos que elaborar material que los pacientes puedan consultar más tarde, cuando tengan más tiempo para procesarla”.
En cuanto al procesamiento de la información, en el estudio también se analizó la capacidad de recordar a lo largo del tiempo. Después de la entrevista, se entregaron diarios a los pacientes para que registren qué tipo de información buscaban sobre sus nuevas DMARD. También se pidió a los pacientes que registraran de dónde sacaban la información. ¿Preguntaban a sus amigos o buscaban en Internet o tenían otras fuentes? Se realizó una llamada telefónica de seguimiento una semana después de la visita para ver si los pacientes habían surtido sus recetas. Se volvió a preguntar a los pacientes por sus recetas en una última visita de seguimiento luego de 1 mes.
La Dra. Carpenter sigue analizando la información del diario y de la última visita. Le interesa saber dónde buscan los pacientes la información y qué tipo de información buscan. Pretende comparar lo que dicen las fuentes externas con lo que se dijo en la visita al médico. Según la Dra. Carpenter, “tenemos que determinar si las fuentes externas dan información contradictoria o incorrecta. Lo interesante de esta investigación es que está diseñada para analizar la información contradictoria. ¿A qué nivel están expuestos los pacientes y de dónde viene?”
El interés de la Dra. Carpenter por la comunicación entre el paciente y el proveedor sobre cuestiones relacionadas con los medicamentos proviene de su madre, que ha luchado contra la EM durante años. “La EM es similar a la AR en el sentido de que ambas son enfermedades crónicas”, explicó la Dra. Carpenter. “He ayudado a mi madre a entender los diferentes medicamentos que le han recetado. Creo que es importante ayudar a los pacientes a entender los medicamentos que toman y ayudarlos a tomar decisiones informadas”.
Con su trabajo, la Dra. Carpenter espera desarrollar herramientas para mejorar la comunicación entre el paciente y el proveedor sobre cuestiones relacionadas con los medicamentos y mejorar la capacidad de los pacientes para autogestionar mejor su enfermedad. La Dra. Delesha Carpenter es profesora adjunta de la División de Resultados y Política Farmacéutica de la Facultad de Farmacia Eshelman de la Universidad de North Carolina en Chapel Hill. En 2014 recibió una beca de nueva investigadora de la Arthritis Foundation para su estudio de 3 años.
Los pacientes podían participar en el estudio si se les recetaba una DMARD nueva o diferente en la visita al médico. En el estudio se analizó la información de 38 pacientes con AR que visitaron a 3 médicos de AR diferentes entre mayo de 2014 y diciembre de 2015. Cada visita se grabó en audio. Luego se entrevistó a los pacientes justo después de la visita.
Cuando se comparó la información de las visitas y de las entrevistas, alrededor del 50% de los pacientes compartió información diferente a la que se les dio. “Lo que me sorprendió”, contó la Dra. Carpenter, “fue la cantidad de pacientes que tenían dificultades para recordar con precisión la información inmediatamente después de la visita al médico. En parte, se debe a la gran cantidad de información que se da de golpe. La información puede ser abrumadora y el paciente no necesariamente puede asimilarla y procesarla. Quizás tengamos que elaborar material que los pacientes puedan consultar más tarde, cuando tengan más tiempo para procesarla”.
En cuanto al procesamiento de la información, en el estudio también se analizó la capacidad de recordar a lo largo del tiempo. Después de la entrevista, se entregaron diarios a los pacientes para que registren qué tipo de información buscaban sobre sus nuevas DMARD. También se pidió a los pacientes que registraran de dónde sacaban la información. ¿Preguntaban a sus amigos o buscaban en Internet o tenían otras fuentes? Se realizó una llamada telefónica de seguimiento una semana después de la visita para ver si los pacientes habían surtido sus recetas. Se volvió a preguntar a los pacientes por sus recetas en una última visita de seguimiento luego de 1 mes.
La Dra. Carpenter sigue analizando la información del diario y de la última visita. Le interesa saber dónde buscan los pacientes la información y qué tipo de información buscan. Pretende comparar lo que dicen las fuentes externas con lo que se dijo en la visita al médico. Según la Dra. Carpenter, “tenemos que determinar si las fuentes externas dan información contradictoria o incorrecta. Lo interesante de esta investigación es que está diseñada para analizar la información contradictoria. ¿A qué nivel están expuestos los pacientes y de dónde viene?”
El interés de la Dra. Carpenter por la comunicación entre el paciente y el proveedor sobre cuestiones relacionadas con los medicamentos proviene de su madre, que ha luchado contra la EM durante años. “La EM es similar a la AR en el sentido de que ambas son enfermedades crónicas”, explicó la Dra. Carpenter. “He ayudado a mi madre a entender los diferentes medicamentos que le han recetado. Creo que es importante ayudar a los pacientes a entender los medicamentos que toman y ayudarlos a tomar decisiones informadas”.
Con su trabajo, la Dra. Carpenter espera desarrollar herramientas para mejorar la comunicación entre el paciente y el proveedor sobre cuestiones relacionadas con los medicamentos y mejorar la capacidad de los pacientes para autogestionar mejor su enfermedad. La Dra. Delesha Carpenter es profesora adjunta de la División de Resultados y Política Farmacéutica de la Facultad de Farmacia Eshelman de la Universidad de North Carolina en Chapel Hill. En 2014 recibió una beca de nueva investigadora de la Arthritis Foundation para su estudio de 3 años.