Jefe de la política sobre opioides: "No se puede resolver la crisis de opioides sin resolver la crisis del dolor".
Si tiene artritis, es probable que su médico le haya recetado un analgésico opioide en algún momento. Los opioides son eficaces para aliviar el dolor, incluso el dolor posquirúrgico, y, para algunas personas que viven con dolor crónico debido a la artritis u otras enfermedades, son una parte del control de esa enfermedad.
Pero estos analgésicos potentes tienen una parte negativa muy desafiante. El uso excesivo y el abuso de opioides son responsables por la muerte de unos 115 estadounidenses todos los días, y el 40 por ciento de ellas están relacionadas con medicamentos recetados, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Se ha convertido en una epidemia nacional, y las compañías aseguradoras, las farmacias y las agencias gubernamentales están restringiendo las recetas de opioides o instando a los médicos a que las reduzcan.
El almirante Brett P. Giroir, MD, subsecretario de Salud del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de los EE. UU. y asesor sénior de políticas para los opioides, habló recientemente con Arthritis Today sobre algunos de los desafíos que enfrentan las personas con artritis en cuanto a controlar el dolor y reducir el uso de opioides.
Sobre cómo reducir el uso de opioides
El almirante Giroir (se pronuncia shir-uá), un médico con mucha experiencia en tratar el dolor posquirúrgico y crónico, afirma que su agencia comprende el predicamento en el que se encuentran muchas personas con dolor crónico.
"Somos muy sensibles a las personas que tienen dolor crónico que están sufriendo y necesitan soluciones", explica el almirante Giroir. "No hay nada que estemos haciendo en nuestras pautas, en nuestras recomendaciones ni en lo que decimos que deba hacer que las personas tengan miedo o que haga que los médicos crean que deben dejar de usar opioides mañana o que no pueden tomar los opioides que necesitan hasta que existan alternativas mejores".
No obstante, para quienes quieran reducir su uso de opioides, el almirante Giroir comenta que el HHS y otras agencias están tomando medidas para ayudar, lo que incluye becas para apoyar programas estatales y comunitarios.
"El HHS ha otorgado miles de millones de dólares (el año pasado, más de $1,000 millones) en becas específicas para el problema de los opioides a estados y organizaciones comunitarias para ayudar en todo el espectro", asegura. Ese dinero, que suele asignarse a departamentos estatales de salud, tiene el objetivo de apoyar las iniciativas de prevención y tratamiento, así como de ayudar a reducir la necesidad de opioides que tienen las personas. Los estados reciben las becas en función de "cuán complicado esté el estado debido a los opioides", dice, y cada estado tiene la autonomía para decidir cuál es la mejor manera de gastar esos fondos para servir a sus pobladores.
Otra medida es la ley SUPPORT (la Ley de Prevención del Trastorno de Uso de Sustancias que Fomenta el Tratamiento y la Recuperación en relación con los Opioides para Pacientes y Comunidades), una legislación integral y bipartidaria que se promulgó en octubre de 2018. Esta ley respalda la ampliación de la cobertura de Medicare para tratamientos que no son con opioides. "Sabemos que determinadas cosas son muy importantes, como el ejercicio y la fisioterapia, y verán más actividades en el próximo año que se pueden reembolsar o, al menos, que permiten pagos en paquete, para ese tipo de cosas", afirma el almirante Giroir. También se están analizando otros tratamientos, como la acupuntura, para determinar si, tal vez, serán cubiertos por Medicare.
Las agencias federales también están apoyando la investigación y revisión de medicamentos nuevos. Por ejemplo, el clorhidrato de lofexidina (Lucemyra), que está "indicado específicamente para personas que están en el proceso de abstinencia", fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 2018.
Además, las agencias, como la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) y la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA), están proporcionando recursos para educar a médicos y otros proveedores de atención médica respecto de "cómo ayudar a las personas a reducir el consumo de opioides si es adecuado para el paciente y el médico", explica.
Sobre las opciones de tratamiento no farmacológicas
Las personas que reciben Medicare (de las cuales entre el 25 y el 33 por ciento tienen artritis, explica el almirante Giroir) ya tienen acceso a una variedad de tratamientos del dolor sin opioides. Algunos se cubren en todo el país, "como la fisioterapia, la terapia individual y grupal, los servicios de integración de la salud conductual, los servicios de atención psiquiátrica colaborativa, la estimulación nerviosa", sostiene, y algunos estados y comunidades ofrecen servicios adicionales.
"Uno se entera de que pueden reembolsarle el costo del médico y del farmacéutico, pero que no le reembolsan el costo del fisioterapeuta o del transporte que se necesita", explica. Los modelos de prestación nuevos son "enfoques más holísticos para la atención en paquete", de manera que los proveedores de atención médica pueden prestar todos los servicios que un paciente podría necesitar sin tener que facturarlos por partes. "Verán más iniciativas por proporcionar modelos de prestación nuevos que incluyan todos estos servicios", agrega.
Sobre los nuevos tratamientos para el dolor
Si bien la FDA ya está acelerando la aprobación de determinados medicamentos, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) y otras agencias se están centrando en nuevos medicamentos, lo que incluye aquellos que pueden tratar la artritis y otras enfermedades que crean dolor.
"Si tratan la enfermedad, pueden mejorar el alivio del dolor", explica el almirante Giroir. Los NIH tienen "al menos, quinientos millones de dólares de inversiones nuevas cada año"; la cifra alcanzó los $850 millones el año pasado.
Según el director de los NIH, Francis Collins, MD, PhD, "hay algunos objetivos nuevos que son emocionantes y que no están relacionados con los opioides a los que pueden orientarse pequeñas moléculas o productos biológicos", dice el almirante Giroir. "[Por ejemplo,] la resiniferatoxina, una molécula pequeña nueva y que no genera adicción derivada de plantas, fue probada recientemente en humanos con artrosis de moderada a grave y mostró un alivio rápido, significativo y duradero. Se harán estudios más grandes de esta droga en 2019.
Los investigadores también se están centrando en la transición fisiológica del dolor agudo, que tiene limitaciones, al dolor crónico, "cuando es mucho más resistente a los tratamientos y realmente cambia la biología involucrada", afirma el almirante Giroir.
"Creo que esta será la edad de oro de la terapéutica para el dolor con nuevos objetivos. No es 'cuán potente podemos hacer un opioide' ni 'cuán duradero podemos hacerlo', sino nuevos objetivos con algunos resultados muy emocionantes", agrega.
Sobre cómo poner a disposición medicamentos económicos
Los medicamentos biológicos pueden cambiar la vida de algunas personas con formas inflamatorias de artritis y otras enfermedades autoinmunes, pero son prohibitivamente costosos en muchos casos. Se supone que los productos biosimilares (imitaciones de productos biológicos de marca) sean más económicos y ayuden a reducir el costo de los productos biológicos. Pero si bien la FDA ha aprobado seis productos biosimilares, solo dos han llegado al mercado, gracias, en parte, a disputas legales y acuerdos entre fabricantes de medicamentos.
La FDA afirma que "continuará abordando posibles obstáculos para la competencia", asegura el almirante Giroir, "lo que incluye asociaciones con la Comisión Federal de Comercio", cuya misión es proteger a los consumidores y la competencia previniendo las prácticas comerciales anticompetitivas, engañosas e injustas. El Plan de Acción para Productos Biosimilares de la FDA, que se publicó en julio de 2018, tiene el objetivo de estimular la competencia entre productos biosimilares en los EE. UU.
El secretario del HHS, Alex Azar, ha estado "en todas las noticias" abordando la necesidad de reducir los elevados costos de los medicamentos, afirma el almirante Giroir. "El secretario está [fomentando] la transparencia en los precios, lo que implica, por ejemplo, eliminar los sobornos a los gerentes de beneficios de farmacia y trasladar esos ahorros al paciente. La reducción de los medicamentos de costo elevado es una de las cuatro prioridades que tiene el secretario. Reducir el costo de los medicamentos en forma global (tanto mediante la competencia como mediante la eliminación de beneficios de los intermediarios) puede reducir los costos de los [consumidores] en un 30 a 40 por ciento de inmediato".
Y agrega que la presión sobre las compañías farmacéuticas para que reduzcan los costos está comenzando a dar frutos. "Creo que [en] el área de costo y competencia, podría haber cambios drásticos en los próximos años".
Sobre cómo reducir el estigma para los pacientes
Reducir el uso de opioides puede ser difícil, y el estigma que su uso conlleva hace que sea incluso más espinoso. El almirante Giroir reconoce ese problema.
"El estigma es el enemigo de la salud pública", comenta citando al director de los CDC Robert Redfield. "Me entero casi a diario de pacientes que sienten dolor y están estigmatizados, ya sean pacientes con artritis, pacientes con anemia drepanocítica, pacientes con cáncer, pacientes con deformidades. Cuentan con nuestro compromiso de que parte de nuestra meta es desestigmatizar a las personas que sufren dolor y necesitan opioides [y] desestigmatizar a todos, en verdad, porque las personas adictas también tienen una enfermedad".
El almirante Giroir afirma que tiene el compromiso de seguir divulgando ese mensaje, que se incluye en todas las publicaciones y presentaciones del HHS. "Mi primera diapositiva en todas las charlas sobre opioides explica que la mayoría de los pacientes que abusan de ellos lo hacen debido al dolor, y, en todas mis charlas, digo: 'No se puede resolver la crisis de opioides sin resolver la crisis del dolor'. Creemos que las dos están conectadas, que merecen nuestros esfuerzos de igual manera".
Según fue contado a: la editora médica de Arthritis Today Andrea Kane; editado por Jill Tyrer
Sea una parte de la solución al dolor
Un grupo de trabajo conformado por médicos, pacientes y personal federal está trabajando en un plan para mejorar las opciones en cuanto a control del dolor y el acceso a ellas, y el público tiene la oportunidad de opinar sobre la propuesta hasta el 1 de abril de 2019. Puede leer y comentar el informe preliminar del Grupo de trabajo entre agencias sobre mejores prácticas para el control del dolor, supervisado por el HHS.
Pero estos analgésicos potentes tienen una parte negativa muy desafiante. El uso excesivo y el abuso de opioides son responsables por la muerte de unos 115 estadounidenses todos los días, y el 40 por ciento de ellas están relacionadas con medicamentos recetados, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Se ha convertido en una epidemia nacional, y las compañías aseguradoras, las farmacias y las agencias gubernamentales están restringiendo las recetas de opioides o instando a los médicos a que las reduzcan.
El almirante Brett P. Giroir, MD, subsecretario de Salud del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de los EE. UU. y asesor sénior de políticas para los opioides, habló recientemente con Arthritis Today sobre algunos de los desafíos que enfrentan las personas con artritis en cuanto a controlar el dolor y reducir el uso de opioides.
Sobre cómo reducir el uso de opioides
El almirante Giroir (se pronuncia shir-uá), un médico con mucha experiencia en tratar el dolor posquirúrgico y crónico, afirma que su agencia comprende el predicamento en el que se encuentran muchas personas con dolor crónico.
"Somos muy sensibles a las personas que tienen dolor crónico que están sufriendo y necesitan soluciones", explica el almirante Giroir. "No hay nada que estemos haciendo en nuestras pautas, en nuestras recomendaciones ni en lo que decimos que deba hacer que las personas tengan miedo o que haga que los médicos crean que deben dejar de usar opioides mañana o que no pueden tomar los opioides que necesitan hasta que existan alternativas mejores".
No obstante, para quienes quieran reducir su uso de opioides, el almirante Giroir comenta que el HHS y otras agencias están tomando medidas para ayudar, lo que incluye becas para apoyar programas estatales y comunitarios.
"El HHS ha otorgado miles de millones de dólares (el año pasado, más de $1,000 millones) en becas específicas para el problema de los opioides a estados y organizaciones comunitarias para ayudar en todo el espectro", asegura. Ese dinero, que suele asignarse a departamentos estatales de salud, tiene el objetivo de apoyar las iniciativas de prevención y tratamiento, así como de ayudar a reducir la necesidad de opioides que tienen las personas. Los estados reciben las becas en función de "cuán complicado esté el estado debido a los opioides", dice, y cada estado tiene la autonomía para decidir cuál es la mejor manera de gastar esos fondos para servir a sus pobladores.
Otra medida es la ley SUPPORT (la Ley de Prevención del Trastorno de Uso de Sustancias que Fomenta el Tratamiento y la Recuperación en relación con los Opioides para Pacientes y Comunidades), una legislación integral y bipartidaria que se promulgó en octubre de 2018. Esta ley respalda la ampliación de la cobertura de Medicare para tratamientos que no son con opioides. "Sabemos que determinadas cosas son muy importantes, como el ejercicio y la fisioterapia, y verán más actividades en el próximo año que se pueden reembolsar o, al menos, que permiten pagos en paquete, para ese tipo de cosas", afirma el almirante Giroir. También se están analizando otros tratamientos, como la acupuntura, para determinar si, tal vez, serán cubiertos por Medicare.
Las agencias federales también están apoyando la investigación y revisión de medicamentos nuevos. Por ejemplo, el clorhidrato de lofexidina (Lucemyra), que está "indicado específicamente para personas que están en el proceso de abstinencia", fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 2018.
Además, las agencias, como la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) y la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA), están proporcionando recursos para educar a médicos y otros proveedores de atención médica respecto de "cómo ayudar a las personas a reducir el consumo de opioides si es adecuado para el paciente y el médico", explica.
Sobre las opciones de tratamiento no farmacológicas
Las personas que reciben Medicare (de las cuales entre el 25 y el 33 por ciento tienen artritis, explica el almirante Giroir) ya tienen acceso a una variedad de tratamientos del dolor sin opioides. Algunos se cubren en todo el país, "como la fisioterapia, la terapia individual y grupal, los servicios de integración de la salud conductual, los servicios de atención psiquiátrica colaborativa, la estimulación nerviosa", sostiene, y algunos estados y comunidades ofrecen servicios adicionales.
"Uno se entera de que pueden reembolsarle el costo del médico y del farmacéutico, pero que no le reembolsan el costo del fisioterapeuta o del transporte que se necesita", explica. Los modelos de prestación nuevos son "enfoques más holísticos para la atención en paquete", de manera que los proveedores de atención médica pueden prestar todos los servicios que un paciente podría necesitar sin tener que facturarlos por partes. "Verán más iniciativas por proporcionar modelos de prestación nuevos que incluyan todos estos servicios", agrega.
Sobre los nuevos tratamientos para el dolor
Si bien la FDA ya está acelerando la aprobación de determinados medicamentos, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) y otras agencias se están centrando en nuevos medicamentos, lo que incluye aquellos que pueden tratar la artritis y otras enfermedades que crean dolor.
"Si tratan la enfermedad, pueden mejorar el alivio del dolor", explica el almirante Giroir. Los NIH tienen "al menos, quinientos millones de dólares de inversiones nuevas cada año"; la cifra alcanzó los $850 millones el año pasado.
Según el director de los NIH, Francis Collins, MD, PhD, "hay algunos objetivos nuevos que son emocionantes y que no están relacionados con los opioides a los que pueden orientarse pequeñas moléculas o productos biológicos", dice el almirante Giroir. "[Por ejemplo,] la resiniferatoxina, una molécula pequeña nueva y que no genera adicción derivada de plantas, fue probada recientemente en humanos con artrosis de moderada a grave y mostró un alivio rápido, significativo y duradero. Se harán estudios más grandes de esta droga en 2019.
Los investigadores también se están centrando en la transición fisiológica del dolor agudo, que tiene limitaciones, al dolor crónico, "cuando es mucho más resistente a los tratamientos y realmente cambia la biología involucrada", afirma el almirante Giroir.
"Creo que esta será la edad de oro de la terapéutica para el dolor con nuevos objetivos. No es 'cuán potente podemos hacer un opioide' ni 'cuán duradero podemos hacerlo', sino nuevos objetivos con algunos resultados muy emocionantes", agrega.
Sobre cómo poner a disposición medicamentos económicos
Los medicamentos biológicos pueden cambiar la vida de algunas personas con formas inflamatorias de artritis y otras enfermedades autoinmunes, pero son prohibitivamente costosos en muchos casos. Se supone que los productos biosimilares (imitaciones de productos biológicos de marca) sean más económicos y ayuden a reducir el costo de los productos biológicos. Pero si bien la FDA ha aprobado seis productos biosimilares, solo dos han llegado al mercado, gracias, en parte, a disputas legales y acuerdos entre fabricantes de medicamentos.
La FDA afirma que "continuará abordando posibles obstáculos para la competencia", asegura el almirante Giroir, "lo que incluye asociaciones con la Comisión Federal de Comercio", cuya misión es proteger a los consumidores y la competencia previniendo las prácticas comerciales anticompetitivas, engañosas e injustas. El Plan de Acción para Productos Biosimilares de la FDA, que se publicó en julio de 2018, tiene el objetivo de estimular la competencia entre productos biosimilares en los EE. UU.
El secretario del HHS, Alex Azar, ha estado "en todas las noticias" abordando la necesidad de reducir los elevados costos de los medicamentos, afirma el almirante Giroir. "El secretario está [fomentando] la transparencia en los precios, lo que implica, por ejemplo, eliminar los sobornos a los gerentes de beneficios de farmacia y trasladar esos ahorros al paciente. La reducción de los medicamentos de costo elevado es una de las cuatro prioridades que tiene el secretario. Reducir el costo de los medicamentos en forma global (tanto mediante la competencia como mediante la eliminación de beneficios de los intermediarios) puede reducir los costos de los [consumidores] en un 30 a 40 por ciento de inmediato".
Y agrega que la presión sobre las compañías farmacéuticas para que reduzcan los costos está comenzando a dar frutos. "Creo que [en] el área de costo y competencia, podría haber cambios drásticos en los próximos años".
Sobre cómo reducir el estigma para los pacientes
Reducir el uso de opioides puede ser difícil, y el estigma que su uso conlleva hace que sea incluso más espinoso. El almirante Giroir reconoce ese problema.
"El estigma es el enemigo de la salud pública", comenta citando al director de los CDC Robert Redfield. "Me entero casi a diario de pacientes que sienten dolor y están estigmatizados, ya sean pacientes con artritis, pacientes con anemia drepanocítica, pacientes con cáncer, pacientes con deformidades. Cuentan con nuestro compromiso de que parte de nuestra meta es desestigmatizar a las personas que sufren dolor y necesitan opioides [y] desestigmatizar a todos, en verdad, porque las personas adictas también tienen una enfermedad".
El almirante Giroir afirma que tiene el compromiso de seguir divulgando ese mensaje, que se incluye en todas las publicaciones y presentaciones del HHS. "Mi primera diapositiva en todas las charlas sobre opioides explica que la mayoría de los pacientes que abusan de ellos lo hacen debido al dolor, y, en todas mis charlas, digo: 'No se puede resolver la crisis de opioides sin resolver la crisis del dolor'. Creemos que las dos están conectadas, que merecen nuestros esfuerzos de igual manera".
Según fue contado a: la editora médica de Arthritis Today Andrea Kane; editado por Jill Tyrer
Sea una parte de la solución al dolor
Un grupo de trabajo conformado por médicos, pacientes y personal federal está trabajando en un plan para mejorar las opciones en cuanto a control del dolor y el acceso a ellas, y el público tiene la oportunidad de opinar sobre la propuesta hasta el 1 de abril de 2019. Puede leer y comentar el informe preliminar del Grupo de trabajo entre agencias sobre mejores prácticas para el control del dolor, supervisado por el HHS.