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Pautas para el tratamiento de la gota

Las recomendaciones de medicamentos y modificaciones del estilo de vida para tratar la gota se basan en datos nuevos.

El American College of Rheumatology (ACR) actualizó sus recomendaciones para tratar la gota, un tipo inflamatorio de artritis que afecta a aproximadamente 9.2 millones de adultos en los Estados Unidos. Las pautas de 2020 actualizan las emitidas en 2012, teniendo en cuenta datos nuevos de estudios recientes y el aporte de expertos y pacientes. Entre otros puntos, aclaran el uso de medicamentos que reducen la concentración de ácido úrico y el uso de la estrategia de "tratamiento con una meta" para controlar la enfermedad. La recomendación con respecto a la estrategia de tratamiento con una meta de las pautas de 2012 había dado lugar a preguntas debido a datos insuficientes. Desde entonces, varios ensayos clínicos produjeron más datos a favor del uso de esta estrategia con medicamentos hipouricemiantes (que bajan el ácido úrico).

Las nuevas pautas incluyen 42 recomendaciones, entre ellas 16 recomendaciones "firmes", lo que significa que hay "un grado moderado o alto de certeza de los datos, según los cuales los beneficios superan sistemáticamente a los riesgos", por lo que es probable que los médicos recomienden lo mismo. En el caso de las recomendaciones "condicionales", "los beneficios y los riesgos pueden estar más equilibrados, o hay solo un grado bajo de certeza de los datos, o no se cuenta con datos" según las pautas, publicadas el 10 de mayo en Arthritis & Rheumatology.

Si bien estas recomendaciones están basadas en datos, es posible que no sean adecuadas para todos los pacientes. Las decisiones definitivas sobre su tratamiento dependen de usted y del médico que lo trata. A continuación, mencionamos algunas de las recomendaciones incluidas en las pautas.

Recomendaciones firmes

  • El tratamiento de la gota con medicamentos hipouricemiantes es muy recomendable para pacientes que tienen tofos (nódulos que se forman a partir de una masa de cristales de ácido úrico en las articulaciones o en los tejidos blandos), indicios radiográficos (radiografías u otras pruebas de diagnóstico por imágenes) de daño provocado por la gota, o dos o más brotes de gota por año.
  • El alopurinol es muy recomendable como medicamento hipouricemiante de primera línea por sobre el resto para todos los pacientes.
  • El alopurinol o el febuxostat son muy recomendables por sobre el probenecid como tratamiento de primera línea para pacientes con insuficiencia renal crónica de moderada a grave.
  • El uso de la pegloticasa no es nada recomendable como tratamiento de primera línea.
  • Comenzar con una dosis baja de alopurinol y febuxostat es muy recomendable en lugar de comenzar con una dosis alta.
  • El uso de antiinflamatorios, como la colchicina, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID), o prednisona o prednisolona como medida preventiva junto con los medicamentos hipouricemiantes es muy recomendable en lugar de utilizar solo antiinflamatorios. También es muy recomendable seguir utilizando antiinflamatorios durante tres a seis meses con controles y ajustes regulares si continúan los brotes de gota.
  • El uso de la estrategia de tratamiento con una meta mediante al ajuste de medicamentos hipouricemiantes para alcanzar una concentración de ácido úrico inferior a 6 mg/dl (miligramos por decilitro) es muy recomendable por sobre el uso de una dosis fija de la medicación y ninguna meta.
  • Si se utilizan otros medicamentos y las intervenciones no logran alcanzar la meta de concentración de ácido úrico, y el paciente sigue teniendo tofos o brotes de gota frecuentes (dos o más al año), es muy recomendable que se cambie a la pegloticasa en lugar de seguir el tratamiento con el hipouricemiante actual. Sin embargo, el cambio a la pegloticasa no es nada recomendable para pacientes que no han alcanzado una meta de concentración de ácido úrico, pero tampoco tienen brotes frecuentes.
  • El uso de la colchicina, los NSAID o los glucocorticoides (corticoesteroides) como tratamiento de primera línea para controlar los brotes es muy recomendable por sobre los inhibidores de la interleucina-1 (medicamentos biológicos) o tratamientos hormonales (ACTH). La colchicina en dos bajas es muy recomendable en lugar de en dosis altas. Para las personas que no pueden tomar medicamentos por vía oral, las inyecciones de glucocorticoides son muy recomendables.

Recomendaciones condicionales

  • Para quienes toman medicamentos hipouricemiantes y no tienen tofos ni brotes, continuar la medicación se recomienda condicionalmente por sobre suspenderla.
  • Agregar fenofibrato o cambiar a este medicamento cuando se usaba otro medicamento para bajar el colesterol no se recomienda condicionalmente.
  • Cambiar de la hidroclorotiazida a otro medicamento para la hipertensión, de ser posible, preferiblemente losartán, se recomienda en forma condicional.
  • Limitar el consumo de alcohol, purinas y jarabe de maíz con alto contenido de fructosa se recomienda condicionalmente.
  • Utilizar un programa para adelgazar se recomienda condicionalmente para los pacientes con gota que tienen sobrepeso u obesidad.
  • El aporte suplementario de vitamina C no se recomienda condicionalmente.
  • En el caso de los pacientes a quienes se les ha aconsejado tomar aspirina en dosis bajas, dejar de tomarla no se recomienda condicionalmente.

Los genes desempeñan un papel claro en la aparición de la gota. Aunque algunos hábitos de estilo de vida saludables se recomiendan condicionalmente, estas medidas tal vez no sean tan eficaces para algunos pacientes.

Hable con el médico antes de hacer cualquier cambio en el tratamiento de la gota y, si no tiene la gota bien controlada, pregunte si estas pautas podrían serle de ayuda.

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