Coma correctamente para controlar la gota
Conozca qué comer para controlar esta forma inflamatoria de artritis y su salud en general.
Durante años, a las personas que tenían gota o estaban en riesgo de contraerla se les recomendaba evitar el alcohol, las bebidas azucaradas, las carnes rojas y algunos tipos de pescado. Este consejo tenía sentido, ya que dichas comidas tienen un alto contenido de purinas, que son compuestos que el cuerpo convierte en ácido úrico, que es el causante de la gota en algunas personas. Sin embargo, las dietas con bajo contenido de purina no son siempre tan efectivas y a las personas les cuesta cumplirlas. Además, cuando les decimos a las personas que limiten el consumo de proteínas, muchas veces esto causa que consuman un alto nivel de carbohidratos y comidas procesadas, lo cual les genera un aumento de peso y un mayor riesgo de contraer la gota.
Síndrome metabólico
Reevaluar los consejos dietarios para la gota es también una nueva forma de ver esta enfermedad. Expertos de renombre como Hyon Choi, MD, profesor de la Escuela Médica de Harvard, creen que el alto nivel de ácido úrico es parte del síndrome metabólico: un conjunto de afecciones que ocurren juntas y que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2. Entre estas afecciones está la presión arterial alta, el alto nivel de azúcar en sangre, el colesterol alto y la grasa abdominal.
No es difícil imaginarse cómo la gota encaja en este contexto. Las personas con gota tienen de dos a tres veces más posibilidades de padecer una enfermedad cardíaca que quienes no la tienen. Alrededor de tres cuartos tienen presión arterial alta, lo cual puede generarles un accidente cerebrovascular. El alto nivel de azúcar en sangre es un problema particular: cuando el azúcar en sangre no puede entrar en las células (lo cual se llama resistencia a la insulina), el ácido úrico aumenta porque los riñones tienen dificultad para excretarla. Y la obesidad y la grasa abdominal están asociadas con más del doble de riesgo de padecer la gota.
En general, más del 70% de las personas con gota tienen el síndrome metabólico, comparado con el 22% de la población general. Sin embargo, no todos están de acuerdo en que la gota es parte del síndrome metabólico o que el síndrome metabólico es su causa. Sí están de acuerdo en que un tratamiento ideal para la gota no solo debe disminuir la inflamación y el ácido úrico, sino que también debe promover la salud cardíaca y reducir el riesgo de diabetes. Ningún medicamento puede lograr esto, pero sí dos patrones de alimentación populares: la dieta mediterránea y la dieta DASH (cuya sigla se refiere a enfoques alimentarios para detener la hipertensión).
Dietas que todo lo pueden
Si bien se los llama dietas, el plan de alimentación mediterráneo y DASH no son programas para bajar de peso y ninguno incluye el recuento de calorías. Son la forma en que debería comer todo el tiempo para mantener buena salud, y es más correcto llamarlos planes o patrones de alimentación. Ambos son mayormente vegetarianos y enfatizan el consumo de frutas, verduras, frutos secos, legumbres (frijoles, guisantes y lentejas) y grasas saludables. Brindan muchos de los mismos beneficios y están respaldadas por la Asociación Estadounidense del Corazón y las Pautas Alimentarias para Estadounidenses de 2020-2025. Sin embargo, tienen algunas diferencias clave:
El Dr. Choi y sus colegas desarrollaron una "pirámide de la alimentación saludable" para la gota que combina parte de la dieta DASH y de la mediterránea. En la base de la pirámide se encuentran los alimentos que puede consumir en todas las comidas: productos integrales (de la dieta DASH) y grasas saludables como el aceite de oliva, pero no manteca, aceites de semillas o grasas transgénicas (de la dieta mediterránea). El segundo nivel incluye muchos vegetales con una cantidad moderada de frutas, especialmente cerezas, que se sabe reducen el ácido úrico y previenen los brotes de gota. En el tercer nivel se encuentran los frutos secos y las legumbres, y en el cuarto, una pequeña cantidad de productos lácteos, una o dos porciones. Siguen cantidades aún más pequeñas de pescado, productos avícolas y huevos, que deben consumirse no más de una o dos veces a la semana. Las carnes, los postres y los carbohidratos refinados se encuentran en la cima de la pirámide, por lo que se desaconseja su consumo.
La pirámide permite tener una idea general de cuáles alimentos son los mejores para controlar la gota y protegerse de enfermedades cardíacas y metabólicas. Sin embargo, el Dr. Choi considera que los pacientes con gota también pueden beneficiarse de un plan de alimentación personalizado que esté basado en sus otros factores de riesgo. Por ejemplo, él les recomienda la dieta DASH y hacer ejercicio a las personas con presión arterial alta o colesterol alto. En cambio, la dieta mediterránea combinada con ejercicio puede ser mejor para quienes tienen diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca o enfermedad renal crónica.
También enfatiza que la mayoría de las personas tienen gota suave, que puede controlarse fácilmente siguiendo una dieta adecuada. Si ha tenido un único ataque, mantener una alimentación saludable y hacer ejercicio debería ser suficiente. Si tiene brotes repetidos de gota o padece una forma grave de la enfermedad, probablemente necesitará una medicación para controlar los síntomas. De todas formas, seguir un plan de alimentación saludable siempre es importante para ayudar a prevenir la enfermedad cardíaca, la diabetes tipo 2 y futuros ataques de gota.
Síndrome metabólico
Reevaluar los consejos dietarios para la gota es también una nueva forma de ver esta enfermedad. Expertos de renombre como Hyon Choi, MD, profesor de la Escuela Médica de Harvard, creen que el alto nivel de ácido úrico es parte del síndrome metabólico: un conjunto de afecciones que ocurren juntas y que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2. Entre estas afecciones está la presión arterial alta, el alto nivel de azúcar en sangre, el colesterol alto y la grasa abdominal.
No es difícil imaginarse cómo la gota encaja en este contexto. Las personas con gota tienen de dos a tres veces más posibilidades de padecer una enfermedad cardíaca que quienes no la tienen. Alrededor de tres cuartos tienen presión arterial alta, lo cual puede generarles un accidente cerebrovascular. El alto nivel de azúcar en sangre es un problema particular: cuando el azúcar en sangre no puede entrar en las células (lo cual se llama resistencia a la insulina), el ácido úrico aumenta porque los riñones tienen dificultad para excretarla. Y la obesidad y la grasa abdominal están asociadas con más del doble de riesgo de padecer la gota.
En general, más del 70% de las personas con gota tienen el síndrome metabólico, comparado con el 22% de la población general. Sin embargo, no todos están de acuerdo en que la gota es parte del síndrome metabólico o que el síndrome metabólico es su causa. Sí están de acuerdo en que un tratamiento ideal para la gota no solo debe disminuir la inflamación y el ácido úrico, sino que también debe promover la salud cardíaca y reducir el riesgo de diabetes. Ningún medicamento puede lograr esto, pero sí dos patrones de alimentación populares: la dieta mediterránea y la dieta DASH (cuya sigla se refiere a enfoques alimentarios para detener la hipertensión).
Dietas que todo lo pueden
Si bien se los llama dietas, el plan de alimentación mediterráneo y DASH no son programas para bajar de peso y ninguno incluye el recuento de calorías. Son la forma en que debería comer todo el tiempo para mantener buena salud, y es más correcto llamarlos planes o patrones de alimentación. Ambos son mayormente vegetarianos y enfatizan el consumo de frutas, verduras, frutos secos, legumbres (frijoles, guisantes y lentejas) y grasas saludables. Brindan muchos de los mismos beneficios y están respaldadas por la Asociación Estadounidense del Corazón y las Pautas Alimentarias para Estadounidenses de 2020-2025. Sin embargo, tienen algunas diferencias clave:
- La dieta DASH se desarrolló originalmente para controlar la presión arterial alta. Tiene dos versiones: baja en sodio (2,300 mg por día, alrededor de una cucharadita de sal) y con menos sodio (1,500 mg por día). Ambas han demostrado reducir significativamente la presión arterial y el colesterol LDL, o "colesterol malo". La dieta DASH también reduce el riesgo de enfermedad cardíaca y se la asocia con la reducción de este riesgo en un 32% en las personas con gota.
- La dieta mediterránea se basa en patrones alimentarios tradicionales de algunos países mediterráneos. Durante décadas, los investigadores han observado que las personas en estas regiones raramente desarrollaban enfermedad cardíaca o cáncer, y pensaron que podría deberse, en gran medida, a su alimentación: frutas, vegetales, frutos secos, semillas, ocasionalmente yogurt y pescados grasos como sardinas, e importantes cantidades de aceite de oliva extravirgen. En ensayos aleatorios, se demostró que la dieta mediterránea reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2 a la mitad y el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca aproximadamente en un 75%. También puede ayudar a perder peso y mantenerlo, a la vez que bajan los niveles de ácido úrico.
- El plan DASH tiene menos sodio y grasas, y es un poco más flexible que la dieta mediterránea. Se basa en el consumo de frutas, vegetales, frutos secos, legumbres y productos integrales, pero también incluye pollo, lácteos bajos en grasa y huevos, que están más limitados en el patrón alimenticio mediterráneo. En ambos planes, se desaconseja el consumo de carnes rojas, dulces, alimentos procesados y carbohidratos refinados, como el pan blanco, y el jarabe de maíz de alta fructosa.
El Dr. Choi y sus colegas desarrollaron una "pirámide de la alimentación saludable" para la gota que combina parte de la dieta DASH y de la mediterránea. En la base de la pirámide se encuentran los alimentos que puede consumir en todas las comidas: productos integrales (de la dieta DASH) y grasas saludables como el aceite de oliva, pero no manteca, aceites de semillas o grasas transgénicas (de la dieta mediterránea). El segundo nivel incluye muchos vegetales con una cantidad moderada de frutas, especialmente cerezas, que se sabe reducen el ácido úrico y previenen los brotes de gota. En el tercer nivel se encuentran los frutos secos y las legumbres, y en el cuarto, una pequeña cantidad de productos lácteos, una o dos porciones. Siguen cantidades aún más pequeñas de pescado, productos avícolas y huevos, que deben consumirse no más de una o dos veces a la semana. Las carnes, los postres y los carbohidratos refinados se encuentran en la cima de la pirámide, por lo que se desaconseja su consumo.
La pirámide permite tener una idea general de cuáles alimentos son los mejores para controlar la gota y protegerse de enfermedades cardíacas y metabólicas. Sin embargo, el Dr. Choi considera que los pacientes con gota también pueden beneficiarse de un plan de alimentación personalizado que esté basado en sus otros factores de riesgo. Por ejemplo, él les recomienda la dieta DASH y hacer ejercicio a las personas con presión arterial alta o colesterol alto. En cambio, la dieta mediterránea combinada con ejercicio puede ser mejor para quienes tienen diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca o enfermedad renal crónica.
También enfatiza que la mayoría de las personas tienen gota suave, que puede controlarse fácilmente siguiendo una dieta adecuada. Si ha tenido un único ataque, mantener una alimentación saludable y hacer ejercicio debería ser suficiente. Si tiene brotes repetidos de gota o padece una forma grave de la enfermedad, probablemente necesitará una medicación para controlar los síntomas. De todas formas, seguir un plan de alimentación saludable siempre es importante para ayudar a prevenir la enfermedad cardíaca, la diabetes tipo 2 y futuros ataques de gota.