Riesgo de artritis reumatoide y cáncer

Varios estudios muestran que las personas con AR tienen aproximadamente el doble del riesgo promedio de desarrollar linfoma, un grupo de cánceres que surgen en la sangre. La causa de este tipo de cáncer es la estimulación inflamatoria crónica del sistema inmunitario. Dos productores clave de la inflamación, los linfocitos, llamados células B y células T, son las mismas células que se vuelven cancerosas en los linfomas. El aumento de la actividad de estos linfocitos en la AR los hace más propensos a volverse malignos. Como evidencia, los médicos señalan que las personas con inflamación mal controlada tienen un mayor riesgo de desarrollar linfoma.

Si bien esta conexión puede generarle preocupación, es importante tener en cuenta que los linfomas son relativamente raros. Una de las formas más comunes, el linfoma no hodgkiniano, ocurre en aproximadamente uno de cada 50 adultos en los Estados Unidos (2%), lo que significa que su riesgo como persona con AR aumenta alrededor de 2 en 50 (4%). El linfoma de Hodgkin es aún más raro y afecta a menos de tres personas de cada 100,000. (A modo de comparación, una de cada ocho mujeres desarrolla cáncer de mama y una porción similar de hombres son diagnosticados con cáncer de próstata). En otras palabras, la mayor amenaza de linfoma en la AR es real, pero mínima.

Los medicamentos que afectan el sistema inmunitario tienen el potencial de aumentar el riesgo de cáncer. Este parece ser el caso de algunos medicamentos que se usan con poca frecuencia para tratar la AR, como la ciclofosfamida y la azatioprina. Sin embargo, también se vinculó al metotrexato, uno de los medicamentos más utilizados tratar la AR, con el linfoma. Los pacientes con AR que toman metotrexato tienen más probabilidades de desarrollar linfoma si también tienen el virus de Epstein-Barr.

La asociación entre medicamentos biológicos y cáncer solía ser más controvertida de lo que es ahora. Al suprimir componentes específicos del sistema inmunitario, parecía posible que los medicamentos biológicos pudieran aumentar el riesgo de cáncer. Pero si bien esa posibilidad generó preocupaciones sobre la seguridad de los medicamentos biológicos cuando se introdujeron en 1990, las noticias más recientes cuestionan esa noción.

Al principio, los estudios sugirieron que las personas que toman medicamentos biológicos podrían tener hasta tres veces más riesgo de desarrollar cáncer, particularmente linfomas. Sin embargo, una investigación más reciente parece eliminar los medicamentos. Un estudio de 2016 publicado en Annals of Rheumatic Diseases en el que participaron más de 15,000 pacientes con AR que tomaron un medicamento biológico no encontró un mayor riesgo de linfoma.
 

¿Qué sucedió? Los primeros estudios de medicamentos biológicos incluyeron principalmente a pacientes con AR grave y prolongada. Debido a su inflamación persistente, esos pacientes tenían el riesgo más alto de padecer linfoma. Esto distorsionó el riesgo aparente de los medicamentos biológicos. Ahora que los médicos están administrando los medicamentos a pacientes más levemente afectados, la asociación se está perdiendo.

Hasta hace poco, los médicos se mostraban reacios a recetar la mayoría de los medicamentos biológicos a los pacientes con AR, que padecían o habían padecido cáncer, por temor a que estos pudieran despertar un tumor inactivo o empeorar uno existente. Pero dada la falta de evidencia de cualquier vínculo entre los medicamentos biológicos y el linfoma, o cualquier otra forma de cáncer, los médicos se están alejando de eso.

 
Cáncer de pulmón: las personas con AR tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón. Fumar tabaco es el vínculo obvio entre las dos enfermedades, ya que el hábito aumenta drásticamente el riesgo de ambas. Pero la investigación indica que los pacientes con AR que fuman tienen un 40% más de probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón que los fumadores que no tienen AR, lo que sugiere que la inflamación crónica también juega un papel importante.

Cáncer de piel: tanto el metotrexato como los medicamentos biológicos parecen aumentar levemente el riesgo de dos formas de cáncer de piel, conocidas como carcinoma basocelular (BCC) y carcinoma epidermoide (SCC). Según un estudio de 2016 en la revista The BMJ, tomar un medicamento biológico aumenta el riesgo de SCC en un 30%, aunque sigue siendo una preocupación relativamente pequeña: tratar 1,600 pacientes con medicamentos biológicos durante un año daría lugar a un solo caso adicional de SCC de lo que se esperaba. Tanto el BCC como el SCC son altamente tratables; pero si toma algún medicamento biológico, use protector solar e informe a su médico sobre cualquier lunar u otra irregularidad en la piel.