La verdad acerca de los medicamentos para la AIJ y el riesgo de cáncer
A continuación, encontrará lo que dice la ciencia sobre el vínculo entre el cáncer y los medicamentos utilizados para tratar la artritis idiopática juvenil (AIJ).
Por Timothy Gower
Es tranquilizador saber que existen varios tratamientos efectivos para controlar la actividad de la enfermedad y aliviar los síntomas de la artritis idiopática juvenil (AIJ). Pero para muchos padres, ese consuelo se ve contrarrestado por la preocupación, ya que algunos informes han relacionado los medicamentos más eficaces con un mayor riesgo de cáncer. Sin embargo, mientras que los niños con AIJ tienen probabilidades ligeramente mayores de desarrollar tumores malignos, la creciente investigación sugiere que los medicamentos utilizados para controlar la enfermedad no son los culpables. Es más probable que la verdadera culpable sea la inflamación no controlada, que no solo provoca dolor en las articulaciones, sino que también puede aumentar el riesgo de cáncer.
Informes y realidad
Algunas investigaciones relacionaron la DMARD convencional, el metotrexato (un tratamiento común para la AIJ), la espondilitis anquilosante, el lupus, la artritis reumatoide (AR) y otras formas de artritis inflamatoria, con el linfoma, un cáncer que surge en las células inmunitarias llamadas linfocitos. El riesgo parece ser mayor en pacientes que también tienen el virus de Epstein-Barr [un virus común que causa mononucleosis infecciosa o "mono"], explica Eric Matteson, MD, reumatólogo de la Mayo Clinic, en Rochester, Minnesota.
Durante la última generación, muchos pacientes con artritis inflamatoria se han beneficiado de una poderosa clase de medicamentos llamados inhibidores del factor de necrosis tumoral (FNT) (es decir, etanercept, adalimumab, infliximab). Estos medicamentos, que pertenecen a la clase biológica de los DMARD, funcionan bloqueando la actividad de una proteína clave que causa la inflamación. Sin embargo, poco después de que se introdujeran los inhibidores del FNT, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) comenzó a recibir informes de que una pequeña cantidad de niños y adolescentes tratados con los medicamentos habían desarrollado cáncer, especialmente linfoma. En 2009, la FDA anunció que exigiría a los fabricantes de inhibidores del FNT que advirtieran a los médicos sobre la asociación entre estos medicamentos y el cáncer.
Pero si bien eso puede parecer alarmante, hay mucho más en la historia, explica Timothy Beukelman, MD, profesor asociado en la División de Reumatología Pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alabama en Birmingham. Para empezar, la FDA carecía de datos confiables sobre cuántos niños en los Estados Unidos tomaban inhibidores del FNT. Por lo tanto, es difícil saber si el número de los que desarrollaron cáncer fue inusualmente alto en comparación con otros niños que no estaban tomando inhibidores del FNT, señala.
La FDA tampoco recopiló ningún dato sobre qué medicamentos, además de los inhibidores del FNT, habían usado los niños que desarrollaron cáncer, por lo que se desconoce si algún otro medicamento podría haber causado tumores malignos, expresa el Dr. Beukelman. Además, muchos de los cánceres informados a la FDA ocurrieron en niños que recibieron inhibidores del FNT como tratamiento para la enfermedad intestinal inflamatoria (EII). Los niños con EII también pueden ser tratados con una clase de medicamentos llamados tiopurinas, que se sabe que causan linfoma en adultos, explica.
Finalmente, el simple hecho de tener cualquier tipo de artritis inflamatoria puede aumentar el riesgo de linfoma y otros tipos de cáncer. Los linfomas pueden ser más comunes en la artritis inflamatoria porque las células inmunitarias se estimulan de forma crónica, lo que las hace más propensas a volverse malignas, señala el Dr. Matteson. Entonces, no es una coincidencia que las personas con una inflamación mal controlada también tengan un riesgo más alto de desarrollar linfoma, indica.
Asimismo, otra función importante del sistema inmunitario es detectar y destruir las células cancerosas. Pero debido a que las personas con AIJ y otras enfermedades autoinmunes tienen sistemas inmunitarios deteriorados, es probable que sean más vulnerables al cáncer, indica el Dr. Beukelman.
Los problemas de seguridad salen a la luz
Con preguntas persistentes sobre la seguridad de los inhibidores del FNT en mente, el Dr. Beukelman y varios colegas decidieron estudiar la conexión entre estos medicamentos, la AIJ y el cáncer. A través de bases de datos nacionales, identificaron a casi 28,000 niños con AIJ y los dividieron en dos grupos: pacientes que recibieron inhibidores del FNT y aquellos que no. Al contar los casos de cáncer en cada grupo, encontraron que la probabilidad de desarrollar una neoplasia maligna era similar en ambos. "Eso significa que los inhibidores del FNT no parecen aumentar el riesgo de cáncer de fondo de un paciente", explica el Dr. Beukelman. La investigación sugiere firmemente que los beneficios de reducir la inflamación con medicamentos superan con creces los riesgos.
El estudio del Dr. Beukelman determinó que los niños con AIJ tienen de dos a tres veces más probabilidades de desarrollar cáncer que los niños que no tienen artritis inflamatoria. Pero es importante mantener ese riesgo más elevado en perspectiva. Por empezar, el cáncer infantil es muy raro, ya que solo uno o dos niños de cada 10,000 en los Estados Unidos desarrollan tumores malignos. En otras palabras, los niños con artritis inflamatoria tienen una probabilidad de dos a seis en 10,000 de desarrollar cáncer.
Sin embargo, los estudios en pacientes adultos con AR sugieren que el metotrexato y los inhibidores del FNT pueden aumentar moderadamente el riesgo de cáncer de piel. Si su hijo está tomando alguno de estos medicamentos, no se arriesgue y asegúrese de que siempre use bloqueador solar al aire libre.
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