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Discapacidad por artritis: cómo calificar para obtener beneficios  

Solicitar beneficios por discapacidad por artritis puede ser un proceso largo y agotador, pero la paciencia y la persistencia pueden dar frutos.

Por Mary Anne Dunkin | Fecha de actualización: 9 de octubre de 2022

Cuando la artritis impide que uno pueda seguir el ritmo de las exigencias de un trabajo, la pérdida de ingresos y de beneficios de salud de un empleador puede ser devastadora desde el punto de vista económico. Los beneficios por discapacidad del Seguro Social pueden ser la solución que necesita, pero conseguir que se los aprueben puede ser difícil. Cuanto más sepa sobre el proceso —qué esperar y cómo prepararse—, mayores serán sus probabilidades de recibir la ayuda que necesita. A continuación encontrará una guía paso a paso. 
 
Entender los programas

La Administración del Seguro Social cuenta con dos programas de beneficios por discapacidad a largo plazo: el Seguro por Discapacidad del Seguro Social (SSDI) y la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI). 

El SSDI ayuda a sustituir el salario de las personas que pagan los impuestos de la Ley Federal de Contribuciones al Seguro (FICA) y cuya discapacidad cumple los criterios del Seguro Social. El programa proporciona un beneficio mensual por discapacidad que se basa en los ingresos del Seguro Social, y las prestaciones continúan mientras dure la discapacidad.

El SSI, que es un programa mucho más pequeño, proporciona dinero en efectivo para cubrir las necesidades básicas de personas que tienen ingresos bajos o nulos y son ciegas, mayores o tienen alguna discapacidad. En general, el SSI actúa como un programa de emergencia y está disponible incluso para personas que nunca hayan pagado los impuestos de la Ley FICA. Sus beneficios son a menudo un complemento de otras formas de ayuda gubernamental, como la vivienda subvencionada o los cupones de alimentos.

Los procesos de solicitud son similares para los dos programas; sin embargo, la mayor parte de la información que se ofrece aquí hace referencia principalmente al SSDI. Puede obtener más información sobre el SSI en www.ssa.gov/ssi, en su oficina local de la Administración del Seguro Social (SSA) o llamando al teléfono 800-772-1213. Para determinar cuáles son los beneficios que más le convienen, complete este cuestionario en https://ssabest.benefits.gov.

Comprenda los criterios y sus posibilidades

Una persona puede haber agotado sus opciones de derechos laborales por artritis, como las adaptaciones especiales de parte del empleador, antes de solicitar los beneficios por discapacidad. Para otros, los derechos laborales no se ajustan a sus necesidades.

De los aproximadamente 2.5 millones de personas que solicitan el SSDI o la SSI cada año, menos de la mitad reciben beneficios, al menos al principio. Sin embargo, hay formas de apelar, y las posibilidades de tener éxito aumentan para quienes se mantienen firmes y avanzan con éxito por el sistema.

Hay muchos factores que predicen su éxito. Ante todo, debe cumplir los siguientes criterios:
  • Debe haber recibido un diagnóstico. La SSA tiene una lista de enfermedades incapacitantes, entre las que se incluyen la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante, la artritis psoriásica, la gota y la pseudogota. La evaluación se basa en gran medida en el modo en que su enfermedad limita su capacidad funcional, por lo que puede reunir los requisitos aunque su enfermedad específica no figure en la lista.
  • Para obtener el SSDI, no puede estar trabajando a tiempo completo y, si es mayor de 31, normalmente se pide que haya trabajado cinco de los 10 años anteriores.
  • Para cualquiera de los dos programas, debe estar incapacitado para realizar su trabajo —o en algunos casos, cualquier trabajo— durante 12 meses.
  • Si es menor de 50, debe poder demostrar que es incapaz de realizar cualquier trabajo inmediatamente disponible.
  • Si tiene 50 años o más, solo tiene que demostrar que no puede realizar un trabajo similar al que ha desempeñado durante los 15 años anteriores. Los criterios son menos estrictos para personas de 55 años y mayores.
Iniciar el proceso de solicitud

Si cree que cumple con los requisitos, el siguiente paso es presentar la solicitud inicial. Puede solicitar los beneficios del SSDI en línea en ssa.gov, por teléfono llamando al 800-772-1213 o en persona en su oficina local de Seguro Social (programe primero una cita por teléfono o en línea).

Si decide solicitar los beneficios por teléfono o en persona, tenga paciencia: las salas de espera pueden estar llenas y los tiempos de espera por teléfono pueden ser largos, incluso de horas.

La solicitud inicial constará de varios formularios en los que se le pedirá información demográfica básica; información sobre sus actividades diarias; su historial laboral, incluidas las funciones del puesto y el salario; e información sobre los médicos que lo estén tratando o lo hayan tratado en el año anterior a quedar discapacitado. Si tiene preguntas sobre los formularios y cómo completarlos, consulte a un representante de la SSA.

La psicóloga especializada en discapacidad Rhoda Olkin, PhD, profesora adjunta de Psicología Clínica en la Facultad de Psicología Profesional de California, recomienda crear un sistema de archivo con las copias de todos los documentos que presente en la SSA, así como de la correspondencia que reciba de ella. Tener fácil acceso a estos documentos a medida que avance el proceso le será útil.

Brindar pruebas de discapacidad

Una vez que haya presentado su solicitud, la SSA comenzará a recopilar información para respaldar su reclamo. Esto incluirá ponerse en contacto con todos los médicos que haya indicado en su solicitud para determinar si sus niveles de funcionamiento le permiten o no trabajar.

Para demostrar la discapacidad será necesario determinar su nivel de funcionamiento y su capacidad para hacer frente a las exigencias físicas y mentales del trabajo.  
  • Las exigencias físicas pueden incluir la capacidad de estar de pie, sentarse, levantar y transportar cosas, caminar, trepar, encorvarse, inclinarse, mantener el equilibrio, agacharse, alcanzar y agarrar elementos, ver, oír, pellizcar y sentir.  
  • Las exigencias emocionales incluyen la capacidad de razonar; aprender, procesar, retener y expresar información; tomar decisiones adecuadas; comportarse de manera apropiada; mantener el control emocional; y comprender y seguir instrucciones.  
Sea proactivo a la hora de recabar información y asegúrese de que su reumatólogo y otros médicos y profesionales de salud estén de acuerdo sobre su discapacidad. Explíqueles la importancia de presentar la información requerida y haga un seguimiento para asegurarse de que hayan recibido y presentado los formularios y justificantes necesarios.

Conseguir el apoyo de sus médicos es fundamental, dice Randy Wolfe, del bufete de abogados Phillips, de Seattle. La información que debe facilitar su médico incluye radiografías, resonancias magnéticas, pruebas de laboratorio y los resultados de tratamientos específicos (medicamentos o cirugía de sustitución articular, por ejemplo). También puede ayudar a su caso que el médico incluya fotografías a color que muestren cómo lo afecta la artritis. Las fotografías de articulaciones coloradas e hinchadas o de manos desfiguradas por la artritis pueden tener más impacto que simplemente decir "Me duelen las articulaciones" o "La artritis hace que sea difícil usar mis manos". 

Además de facilitar su historial médico, sus médicos deberán completar formularios sobre su discapacidad y brindar su opinión sobre su capacidad para trabajar, y sobre si su estado puede empeorar y afectar aún más su actividad laboral. Los expertos aconsejan someterse a una evaluación adicional por parte de un especialista o fisioterapeuta vocacional, que pueda medir y documentar su capacidad (o incapacidad) para satisfacer las demandas de su trabajo o del trabajo que podría realizar. Además, sométase a una evaluación psicológica por parte de un psicoterapeuta, sobre todo si la depresión, la ansiedad, la fatiga o los problemas de concentración afectan su capacidad para trabajar. ((Si se le conceden beneficios y se espera que su estado mejore, la SSA volverá a evaluar el caso en un determinado número de meses. Si una mejoría es poco probable, la reevaluación se realiza al cabo de unos siete años.)

Estar preparado para esperar e intentarlo otra vez

Después de presentar la solicitud, suelen pasar entre tres y cinco meses hasta que llega una respuesta, que en la mayoría de los casos es "no". Según la Administración del Seguro Social, solo el 21% de las solicitudes por incapacidad presentadas entre 2010 y 2019 se aprobaron en el primer intento. 

Si rechazan su solicitud, debe apelar. Durante el proceso de apelación (llamado reconsideración), es posible que tenga que acudir a un médico contratado por la SSA para que le realice un examen y tome una decisión sobre su discapacidad. También recibirá más formularios para completar.

Dado que el proceso de apelación puede ser complicado, a estas alturas muchos expertos recomiendan contratar a un abogado o a un defensor autorizado del Seguro Social para que responda sus preguntas, trabaje con sus médicos con el fin de obtener los historiales adecuados, lo represente en las audiencias y mejore sus posibilidades de obtener beneficios.

Los servicios de un abogado no le costarán nada si su solicitud no prospera. Si se le conceden beneficios, la SSA limita los honorarios de los abogados al 25% de su primer cheque por discapacidad, y no pueden superar los $6,000. En consecuencia, a su abogado le convendrá ayudarlo a obtener beneficios.

Intentar otra vez

Si su apelación de reconsideración es denegada —como ocurre aproximadamente en la mitad de los casos, dice Wolfe— y aún no ha contratado los servicios de un abogado o defensor, ahora es el momento de hacerlo. El siguiente paso en el proceso, y normalmente el último, será acudir a un juez de derecho administrativo. Su abogado puede ayudarlo a prepararse para esa reunión y representarlo (en raras ocasiones, los solicitantes llevan su caso un paso más lejos, a un Consejo de Apelaciones y luego a un Tribunal Federal de Distrito).

El tiempo que transcurre desde la solicitud inicial hasta el momento en que ve a un juez puede ser de un año y medio o más, dice Wolfe. Si le conceden beneficios en ese momento, pueden ser retroactivos hasta 12 meses. Aunque el proceso puede ser agotador, la perseverancia y la paciencia pueden dar frutos y ayudarlo a pagar las facturas cuando ya no pueda seguir trabajando.

Supervivencia emocional  

El proceso hasta obtener beneficios del Seguro Social puede ser emocionalmente agotador en el momento menos indicado, dice Olkin, que se especializa en hacer frente a las discapacidades y ayudar a las personas a solicitar beneficios. 
"Para empezar, tiene que firmar algo que dice que es incapaz de trabajar, y eso es un paso psicológico enorme", dice. Pero no lo vea como una firma permanente. "Dese cuenta de que, firme lo que firme, lo único que está diciendo en realidad es que no puede hacerlo en este momento", explica.  

Aunque la discapacidad la tenga ahora mismo, el proceso para probarla y recibir los pagos puede durar muchos meses. Saber eso y conocer cómo es todo el proceso puede ayudar con el estrés que conlleva la incertidumbre, añade. "Es una serie de pasos, y va a llevar tiempo. Debe saberlo desde el inicio".