11 formas de sentirse mejor sin medicamentos

Según numerosas investigaciones, muchas de las decisiones que tomamos para sentirnos cómodos o satisfechos —tales como escuchar música o abrazar a nuestra pareja— pueden influir significativamente en la forma en la que nos sentimos y funcionamos. Aprovechar los cinco sentidos de los que depende cada día —vista, tacto, sonido, gusto y olfato— puede ayudar a aliviar los síntomas de la artritis y mejorar su bienestar general. Estas estrategias no farmacológicas son una excelente adición para cualquier régimen de tratamiento.

Mirar las fotos favoritas es un estímulo instantáneo para mejorar el estado de ánimo. Un estudio publicado en el Journal of Visual Communication in Medicine descubrió que incluso los pacientes en estado crítico sienten menos ansiedad cuando ven regularmente fotos de escenas y personas que aman.

Los productos tópicos de venta libre pueden ayudar a aliviar el dolor articular. Sus ingredientes más populares son la capsaicina, el mentol y el alcanfor. Los tópicos que contienen capsaicina producen una leve sensación de hormigueo y ardor. Este componente actúa bloqueando las señales de dolor hacia los nervios y es recomendado para el dolor de rodilla. Los productos que contienen mentol y alcanfor no afectan las señales de dolor ni la inflamación, sino que actúan produciendo una sensación de frescor que ayuda a distraer del dolor.
 

Según un estudio publicado en la revista Psychosomatic Medicine, numerosas personas expuestas a la luz natural del sol luego de una intervención quirúrgica utilizaron un 21% menos de medicamentos para el dolor que los pacientes alojados en salas donde no ingresaba la luz solar. «No se trata solo de la vitamina D o del calor», afirma Judy Fulop, especialista en Medicina Integrativa del Northwestern Memorial Hospital de Chicago. «El hecho de ver la luz del sol provoca cambios químicos que frustran el estrés y disminuyen el dolor».

Un masaje de 30 minutos puede reducir los niveles de cortisol del cuerpo, siendo esta una hormona del estrés que puede incrementar la respuesta inflamatoria. Además, un estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine mostró otros beneficios: las personas con artritis de rodilla tenían más flexibilidad, amplitud de movimiento y menos dolor luego de recibir masajes suecos una o dos veces por semana, durante algunos meses.

«Un abrazo firme estimula los receptores de presión en el cuerpo que reducen los niveles de las hormonas del estrés», afirma Tiffany Field, PhD, directora del Instituto de Investigación del Tacto de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami. Reducir las hormonas del estrés de su cuerpo ayuda a reducir los riesgos de enfermarse o de experimentar un brote de artritis.

Intente evitar los ruidos fuertes, discordantes o constantes e irritantes, los cuales, según un estudio publicado en Noise & Health, aumentan los niveles de cortisol. Algunos hospitales están prestando atención a la investigación y han adoptado políticas de «pasillos silenciosos» para reducir el ruido innecesario.

Según un estudio publicado en el Journal of Advanced Nursing, una gran cantidad de personas con dolor crónico que escucharon una hora de música diaria experimentaron hasta un 21% menos de dolor, un 25% menos de depresión, y se sintieron un 18% menos discapacitados que antes.

«Los alimentos asociados a los buenos recuerdos —como por ejemplo, la sopa que le preparaba su madre cuando estaba enfermo— pueden desencadenar la liberación de sustancias químicas cerebrales inductoras del placer, tales como las endorfinas, las cuales también pueden facilitar la curación», afirma Marcia L. Pelchat, PhD, científica sensorial del Centro de Sentidos Químicos Monell de Filadelfia. Eso sí, no exagere con los macarrones con queso de su hermana. Deje que sean pequeñas porciones las que surtan efecto.

Una investigación presentada en una conferencia celebrada en el 2012 por la Sociedad Americana de Química, reveló que los compuestos químicos que le aportan sabor al chocolate, a las fresas, a los arándanos, a las frambuesas y a otras bayas son estructuralmente similares al ácido valproico, siendo este un medicamento comúnmente recetado para estabilizar el estado de ánimo. Pero recuerde que los alimentos sabrosos no podrán sustituir a los medicamentos que le hayan recetado, ni a otras recomendaciones efectuadas por su médico.

Decenas de estudios han demostrado que el aroma de la lavanda reduce el estrés, en parte porque disminuye los niveles de cortisol en el cuerpo. «La mejor exposición es oler una ramita fresca de lavanda o un algodón rociado con unas gotas de aceite esencial de lavanda durante dos o tres minutos», afirma Susan M. Shields, enfermera titulada y experta en aromaterapia certificada en el Texas Health Harris Methodist Hospital de Fort Worth.

En varios estudios en curso, los investigadores han vinculado a la menta con un mayor estado de alerta y energía, lo que podría ser especialmente útil para las personas que lidian con la fatiga, propia de la niebla mental característica en la fibromialgia. «La inhalación de menta provoca [un] incremento de la actividad en la parte del cerebro que nos hace dormir por la noche y nos despierta por la mañana. Por lo tanto, una mayor cantidad de estimulación conduce a una mayor atención y energía», afirma el autor principal del estudio, Bryan Raudenbush, PhD, de la Universidad Jesuita de Wheeling, en West Virginia.