Cinco estrategias para la crianza teniendo artritis
La crianza es uno de los trabajos más duros que hay. Use estos consejos para aliviar la carga en sus articulaciones con artritis y su salud en general.
Por Maria Z. Leach | 10 de abril de 2023
Ser padres no es trabajo sencillo: desde los pañales hasta las tareas escolares, siempre hay nuevos desafíos. Criar hijos puede ser todavía más complicado cuando uno de los padres (o ambos) vive con una enfermedad crónica como la artritis. Desde que me diagnosticaron artritis reumatoide (AR) a los 25 años, pasé de planear mi primer embarazo a hacer malabares para ocuparme de tres niños activos. Si bien no hay una respuesta que sirva para todos sobre cómo ser padres cuando se vive con artritis, estas son las cinco mejores estrategias que aprendí en el camino.
1. Primero sírvete tu propio vaso
Encontrar tiempo para cuidar de sí mismo, tanto física como mentalmente, debería ser una prioridad para cualquier padre, pero es especialmente importante para los padres que viven con artritis. Si no cuida de su propia salud y bienestar, no podrá cuidar de nadie más. Sin duda traté de poner las necesidades de mis hijos por encima de las mías, pero el resultado siempre fue negativo para ustedes. Entonces trato de recordarme: no puedes servir desde un vaso vacío. También me ayuda recordar que ocuparme de mí es ocuparme de mi familia, porque mi familia no funciona bien sin mí. Además, sé que estoy dejando en claro a mis hijos la importancia del autocuidado.
2. Aceptar la ayuda, o incluso pedirla.
Los padres tienen muchísimo de qué ocuparse. Estamos intentando criar niños felices y bien adaptados mientras hacemos malabares con nuestros empleos, el desorden, las comidas y los mandados. Los padres que tienen artritis también tienen que ir a sus citas con el médico, ir a buscar los medicamentos y asistir a las terapias. Para mí, aprender a pedir ayuda fue un proceso. Pedir ayuda me parecía imposible, así que comencé por aceptar cualquier ayuda que me ofrecieran. Cuando mi mamá se ofrecía a vaciar el lavavajillas, en lugar de mi primera reacción "No, yo puedo hacerlo", comencé a decir "Sí, gracias". A medida que me acostumbré a aceptar la ayuda, también empecé a pensar cómo pedir ayuda específicamente. Me di cuenta de que hay fortaleza en reconocer que no puedo hacer todo sola.
3. Está bien hacer menos.
Hoy los niños están ocupados con deportes, lecciones, instrumentos, etc. Puede ser muy abrumador, especialmente para los padres que luchan con el dolor y la fatiga. Pero descubrí que está perfectamente bien que mi familia elija hacer menos que otras familias. Una cosa que me ayudó a darme cuenta de esto fue un libro de Brené Brown llamado "The Gifts of Imperfection" (Los dones de la imperfección). El libro da 10 consejos para vivir plenamente, y el consejo número siete alienta a los lectores a cultivar el juego y el descanso en sus propias vidas, y dejar de considerar que el agotamiento es un símbolo de estatus y que la productividad refleja lo que valemos como personas. Ahora, dejando intencionalmente espacios en blanco en los horarios familiares, tengo tiempo para cuidar de mí y para que mis hijos tengan tiempo de jugar, leer, ser creativos e incluso aburrirse, ¡lo que de hecho creo que es bueno para ellos!
4. Planear anticipadamente.
Los brotes de artritis pueden ser imprevistos, pero planificar de antemano puede facilitar la crianza cuando hay más dolor y menos energía. Por ejemplo, en mi casa usamos un sistema de rotación de juguetes. Solo una parte de los juguetes están en los estantes de la sala de juegos; el resto están guardados en un armario. Esto hace que sea más fácil elegirlos día a día y, cuando no me siento bien, puedo sacar los juguetes "nuevos" que tienen a los chicos entretenidos durante más tiempo. Planificar de antemano es especialmente importante para traer a casa un bebé recién nacido. Asegúrese de poder manipular las trabas del asiento del auto (hay herramientas para destrabarlas si lo necesita), considere la ergonomía del lugar donde cambiará al bebé, y compre piyamas con cremallera en lugar de broches (¡créanme esto!).
5. No tema a cambiar de opinión
Mi amiga Stephanie, quien también es una mamá con AR, me enseñó esta lección muy importante sobre la autocompasión y tener una mentalidad de crecimiento. "Creo que la mayoría de las personas tienen en la cabeza una lista de lo que van a hacer y lo que no van a hacer como padres", me dijo. "Creo que es importante, si eres madre con una discapacidad, estar abierta a que esa lista cambie a medida que avanzas y que tu hijo crece". Así como tus hijos siempre están creciendo, los desafíos de la crianza siempre están cambiando. Planificar de antemano es útil, pero recuerde que siempre está bien reevaluar la situación y cambiar de opinión sobre cómo quiere ser padre de aquí en adelante.
Ser padres no es trabajo sencillo: desde los pañales hasta las tareas escolares, siempre hay nuevos desafíos. Criar hijos puede ser todavía más complicado cuando uno de los padres (o ambos) vive con una enfermedad crónica como la artritis. Desde que me diagnosticaron artritis reumatoide (AR) a los 25 años, pasé de planear mi primer embarazo a hacer malabares para ocuparme de tres niños activos. Si bien no hay una respuesta que sirva para todos sobre cómo ser padres cuando se vive con artritis, estas son las cinco mejores estrategias que aprendí en el camino.
1. Primero sírvete tu propio vaso
Encontrar tiempo para cuidar de sí mismo, tanto física como mentalmente, debería ser una prioridad para cualquier padre, pero es especialmente importante para los padres que viven con artritis. Si no cuida de su propia salud y bienestar, no podrá cuidar de nadie más. Sin duda traté de poner las necesidades de mis hijos por encima de las mías, pero el resultado siempre fue negativo para ustedes. Entonces trato de recordarme: no puedes servir desde un vaso vacío. También me ayuda recordar que ocuparme de mí es ocuparme de mi familia, porque mi familia no funciona bien sin mí. Además, sé que estoy dejando en claro a mis hijos la importancia del autocuidado.
2. Aceptar la ayuda, o incluso pedirla.
Los padres tienen muchísimo de qué ocuparse. Estamos intentando criar niños felices y bien adaptados mientras hacemos malabares con nuestros empleos, el desorden, las comidas y los mandados. Los padres que tienen artritis también tienen que ir a sus citas con el médico, ir a buscar los medicamentos y asistir a las terapias. Para mí, aprender a pedir ayuda fue un proceso. Pedir ayuda me parecía imposible, así que comencé por aceptar cualquier ayuda que me ofrecieran. Cuando mi mamá se ofrecía a vaciar el lavavajillas, en lugar de mi primera reacción "No, yo puedo hacerlo", comencé a decir "Sí, gracias". A medida que me acostumbré a aceptar la ayuda, también empecé a pensar cómo pedir ayuda específicamente. Me di cuenta de que hay fortaleza en reconocer que no puedo hacer todo sola.
3. Está bien hacer menos.
Hoy los niños están ocupados con deportes, lecciones, instrumentos, etc. Puede ser muy abrumador, especialmente para los padres que luchan con el dolor y la fatiga. Pero descubrí que está perfectamente bien que mi familia elija hacer menos que otras familias. Una cosa que me ayudó a darme cuenta de esto fue un libro de Brené Brown llamado "The Gifts of Imperfection" (Los dones de la imperfección). El libro da 10 consejos para vivir plenamente, y el consejo número siete alienta a los lectores a cultivar el juego y el descanso en sus propias vidas, y dejar de considerar que el agotamiento es un símbolo de estatus y que la productividad refleja lo que valemos como personas. Ahora, dejando intencionalmente espacios en blanco en los horarios familiares, tengo tiempo para cuidar de mí y para que mis hijos tengan tiempo de jugar, leer, ser creativos e incluso aburrirse, ¡lo que de hecho creo que es bueno para ellos!
4. Planear anticipadamente.
Los brotes de artritis pueden ser imprevistos, pero planificar de antemano puede facilitar la crianza cuando hay más dolor y menos energía. Por ejemplo, en mi casa usamos un sistema de rotación de juguetes. Solo una parte de los juguetes están en los estantes de la sala de juegos; el resto están guardados en un armario. Esto hace que sea más fácil elegirlos día a día y, cuando no me siento bien, puedo sacar los juguetes "nuevos" que tienen a los chicos entretenidos durante más tiempo. Planificar de antemano es especialmente importante para traer a casa un bebé recién nacido. Asegúrese de poder manipular las trabas del asiento del auto (hay herramientas para destrabarlas si lo necesita), considere la ergonomía del lugar donde cambiará al bebé, y compre piyamas con cremallera en lugar de broches (¡créanme esto!).
5. No tema a cambiar de opinión
Mi amiga Stephanie, quien también es una mamá con AR, me enseñó esta lección muy importante sobre la autocompasión y tener una mentalidad de crecimiento. "Creo que la mayoría de las personas tienen en la cabeza una lista de lo que van a hacer y lo que no van a hacer como padres", me dijo. "Creo que es importante, si eres madre con una discapacidad, estar abierta a que esa lista cambie a medida que avanzas y que tu hijo crece". Así como tus hijos siempre están creciendo, los desafíos de la crianza siempre están cambiando. Planificar de antemano es útil, pero recuerde que siempre está bien reevaluar la situación y cambiar de opinión sobre cómo quiere ser padre de aquí en adelante.
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