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La planificación familiar con una enfermedad reumática​​​​​​​

Haga planes con antelación para evitar problemas potencialmente graves a causa de un embarazo no deseado.

Por Linda Rath | 11 de enero de 2022

Un embarazo no deseado puede convertirse en un desafío emocional y económico, pero también en una alegría. Sin embargo, cuando se padece una enfermedad reumática, un embarazo no planificado también puede suponer una amenaza para la salud de la mujer y del feto. Por ello, el American College of Rheumatology (ACR) recomienda a los médicos que hablen con las pacientes en edad fértil sobre los métodos anticonceptivos y los riesgos de un embarazo no planificado en su primera visita. No obstante, está demostrado que muchas personas con enfermedades reumáticas nunca tienen estas conversaciones.

En una encuesta realizada a más de 600 mujeres con una enfermedad reumática, como la artritis reumatoide (AR) o la artritis psoriásica (AP), menos de la mitad declararon haber planificado un embarazo reciente o haber acudido a un médico antes de quedar embarazada. Muchas de las que planificaron sus embarazos no recibieron asesoramiento de sus proveedores, y la mayoría tuvo que ser quien iniciara las conversaciones sobre el embarazo y el tratamiento.

Otros estudios han descubierto que las mujeres con lupus reciben aún menos información sobre métodos anticonceptivos, a pesar de tener un mayor riesgo de embarazos complicados y de tomar con frecuencia medicamentos que pueden dañar al feto. La mayoría de las mujeres que participaron en un estudio de 2011 sobre los resultados del lupus, por ejemplo, afirmaron no haber recibido ningún consejo sobre planificación familiar, y muchas utilizaron métodos anticonceptivos menos eficaces o no recomendados en caso de lupus.

Dudas sobre la medicación

A muchas mujeres con enfermedades reumáticas tampoco se les informa qué medicamentos pueden ser seguros antes y durante el embarazo. En una encuesta, casi una cuarta parte de las mujeres embarazadas dejó de tomar bloqueadores del factor de necrosis tumoral (TNF) sin consultar a su médico, y a casi la mitad un profesional de la salud les dijo que los suspendieran. Sin embargo, los bloqueadores del TNF, incluidos el infliximab (Remicade) el etanercept (Enbrel) y el adalimumab (Humira), se consideran seguros durante el embarazo y la lactancia, si son necesarios.

Otro estudio en el que participaron 1,300 mujeres con AR descubrió que más de la mitad dejó de tomar varios medicamentos para la artritis durante el primer trimestre, incluso medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD) generalmente seguros, como la hidroxicloroquina y la sulfasalazina.  Y según un estudio alemán, muchas mujeres no volvieron a tomar la medicación después del parto, a pesar de que los síntomas empeoraron e incluso fueron hospitalizadas.

Rebecca Fischer-Betz, MD, una de las autoras del estudio alemán, señaló: "Todavía tenemos que mejorar la información sobre embarazo y planificación familiar con educación sobre la seguridad de los DMARD antes y durante el embarazo. Creo que es importante que tanto los pacientes como los médicos tratantes tengan acceso a una información correcta".

Atención médica fracturada

¿Por qué tan pocas personas con enfermedades reumáticas reciben asesoramiento sobre planificación familiar? Y para las que la reciben, ¿por qué muchas veces es incompleta o simplemente incorrecta?

Un estudio de 2019 sobre mujeres con lupus descubrió que muchos reumatólogos no se sienten cómodos hablando o recetando métodos anticonceptivos o tratando embarazos complicados. Algunos también se esfuerzan por mantenerse al día con los nuevos avances en salud reproductiva y no trabajan estrechamente con los ginecólogos-obstetras ni les remiten pacientes. Hasta que el ACR publicó sus exhaustivas pautas sobre salud reproductiva en 2020, no había mucha información fiable sobre el control eficaz de la natalidad y la seguridad de determinados medicamentos para la artritis durante el embarazo.

Aunque admiten sus propias lagunas de información, algunos reumatólogos dicen que los pacientes también pueden ser culpables cuando no confían en los consejos médicos y, por tanto, los ignoran. Otros creen que las pacientes se han hecho a la idea de que todos los medicamentos son peligrosos durante el embarazo y no se las puede convencer de lo contrario.

De cualquier modo, existe una grave y potencialmente peligrosa brecha de comunicación entre médicos y pacientes cuando se trata de la salud reproductiva. Mehret Birru Talabi, MD, directora asociada del Programa de Becas de Formación en Reumatología del Centro Médico de la Universidad de Pittsburg y autora de las Pautas sobre Salud Reproductiva 2020 del ACR, cree que los reumatólogos podrían esforzarse un poco más. En un debate celebrado en la reunión anual 2021 del ACR, señaló: "Debemos estar preparados para debatir los perfiles de seguridad de los distintos medicamentos antirreumáticos con respecto al embarazo y por qué la adherencia a la medicación -si el medicamento antirreumático es compatible con el embarazo- puede ser importante no solo para la salud de la madre, sino también para la del niño".

Cerrar la brecha

Si usted está en edad fértil -18 a 45 años- y padece una enfermedad reumática, es esencial que hable con franqueza con su médico sobre la planificación familiar, incluso si esto la incomoda a usted o al profesional. Si su médico no puede o no quiere responder a sus preguntas de forma completa, honesta y sin prejuicios para que puedan tomar juntos sus decisiones sobre la atención médica (toma de decisiones compartida), entonces puede ser el momento de buscar otro médico. Además, asegúrese de que su reumatólogo y su ginecólogo-obstetra se comunican a menudo para tomar las mejores decisiones de atención médica general para usted.