Los riesgos de los implantes de cadera de metal sobre metal
Obtenga más información sobre las altas tasas de fracaso de los implantes de cadera totalmente metálicos que pueden provocar otros problemas, como inflamación y dolor articular.
Por Linda Rath
Si su implante de cadera le ha causado dolor u otros problemas, puede deberse a que está hecho totalmente de componentes metálicos. Las caderas artificiales suelen durar entre 10 y 15 años, pero los implantes de metal sobre metal (MoM) tienen una vida útil mucho más corta: en algunos pacientes empiezan a presentar fallas a los cinco años. Además, están relacionados con una lista cada vez mayor de otros problemas, como la destrucción del hueso y los tejidos y los altos niveles de iones metálicos en la sangre.
¿Qué es un implante de metal sobre metal?
Un implante de cadera de metal sobre metal consiste en una esfera y un cotilo hechos a partir de una aleación de cobalto y cromo. Los implantes de MoM, que en un principio se desarrollaron como una alternativa más duradera a los implantes con componentes de cerámica o polietileno (plástico), resultaron ser todo lo contrario. La alta tasa de fracaso probablemente se deba al aflojamiento que se produce cuando los componentes se desprenden del hueso.
Desechos de los implantes de MoM
La fricción provocada por el desgaste normal produce partículas que causan inflamación en los tejidos que rodean la articulación. Con el tiempo, el hueso se erosiona y se afloja el implante, lo que provoca dolor y disminución de la función.
Todas las caderas artificiales generan algunos desechos, pero los implantes de MoM, que tienen cabezas más grandes, producen más. Además, los desechos metálicos son más tóxicos. No solo inflaman y destruyen el tejido que rodea la articulación, sino que también parecen dañar las células madre mesenquimales (MSC) de la médula ósea cercana. Las MSC tienen la capacidad de convertirse en varios tipos de células especializadas, entre ellas, las que construyen hueso, llamadas osteoblastos. Si la función de las MSC se ve afectada, no pueden formarse nuevas células óseas.
Consecuencias de los implantes de MoM
Hay una serie de problemas inherentes a los implantes de MoM que tanto los pacientes como sus médicos deben conocer.
Iones metálicos en el torrente sanguíneo
No se sabe con exactitud a partir de qué concentración de iones metálicos en la sangre estos se vuelven peligrosos, pero muchos expertos consideran preocupante todo lo que supere las siete partes por mil millones. Los médicos deberían considerar la posibilidad de hacer pruebas de cobalto y cromo en sangre a los pacientes con caderas de MoM ante la más mínima queja.
Si las cifras son de siete partes por mil millones o más, es posible que el médico quiera verlo más seguido que una vez al año y que le recomiende que se haga una resonancia magnética para detectar la acumulación de fluido alrededor de la articulación. Algunos pacientes con niveles elevados de iones incluso pueden optar por que se les retire el implante.
Aspectos que hay que tener en cuenta
En la mayoría de los países, incluido Estados Unidos, los cirujanos ya no usan implantes de MoM para el reemplazo total de cadera. Los componentes totalmente metálicos siguen usándose en contadas ocasiones en los reemplazos de superficie de cadera, un procedimiento en el que se remodela la cabeza del fémur y se cubre con un revestimiento metálico. Pero eso no ayuda a los 1.5 millones de personas que se calcula que ya tienen caderas de MoM o que se les hizo un reemplazo de superficie.
La mayoría de los expertos afirma que los cirujanos deberían hacer un control de los pacientes con dispositivos totalmente metálicos al menos una vez al año (si no está seguro de qué tipo de implante de cadera tiene, pregúntele a su médico). Los pacientes deben comunicar de inmediato cualquier síntoma nuevo o que empeore, como la dificultad para caminar o el dolor, la inflamación o el entumecimiento alrededor de la articulación de la cadera.
La Administración de Alimentos y Medicamentos, que ha intensificado sus medidas enérgicas contra las caderas metálicas, sugiere que los pacientes informen también a sus médicos de cualquier cambio en su salud general, ya que los iones metálicos pueden causar problemas en todo el organismo.
Si su implante de cadera le ha causado dolor u otros problemas, puede deberse a que está hecho totalmente de componentes metálicos. Las caderas artificiales suelen durar entre 10 y 15 años, pero los implantes de metal sobre metal (MoM) tienen una vida útil mucho más corta: en algunos pacientes empiezan a presentar fallas a los cinco años. Además, están relacionados con una lista cada vez mayor de otros problemas, como la destrucción del hueso y los tejidos y los altos niveles de iones metálicos en la sangre.
¿Qué es un implante de metal sobre metal?
Un implante de cadera de metal sobre metal consiste en una esfera y un cotilo hechos a partir de una aleación de cobalto y cromo. Los implantes de MoM, que en un principio se desarrollaron como una alternativa más duradera a los implantes con componentes de cerámica o polietileno (plástico), resultaron ser todo lo contrario. La alta tasa de fracaso probablemente se deba al aflojamiento que se produce cuando los componentes se desprenden del hueso.
Desechos de los implantes de MoM
La fricción provocada por el desgaste normal produce partículas que causan inflamación en los tejidos que rodean la articulación. Con el tiempo, el hueso se erosiona y se afloja el implante, lo que provoca dolor y disminución de la función.
Todas las caderas artificiales generan algunos desechos, pero los implantes de MoM, que tienen cabezas más grandes, producen más. Además, los desechos metálicos son más tóxicos. No solo inflaman y destruyen el tejido que rodea la articulación, sino que también parecen dañar las células madre mesenquimales (MSC) de la médula ósea cercana. Las MSC tienen la capacidad de convertirse en varios tipos de células especializadas, entre ellas, las que construyen hueso, llamadas osteoblastos. Si la función de las MSC se ve afectada, no pueden formarse nuevas células óseas.
Consecuencias de los implantes de MoM
Hay una serie de problemas inherentes a los implantes de MoM que tanto los pacientes como sus médicos deben conocer.
- Cirugía de revisión: cuando las caderas de MoM fallan (lo que ocurre seis veces más que con los implantes de metal sobre plástico), hay que retirar el dispositivo y reemplazarlo por otro. Esta nueva cirugía, denominada cirugía de revisión, es más arriesgada, más cara y menos exitosa que el reemplazo original de cadera, ya que la pérdida ósea dificulta el anclaje del nuevo implante. Algunos pacientes siguen teniendo dolor y problemas de movilidad a pesar del nuevo implante.
- Problemas de salud derivados de los iones metálicos: las caderas de metal sobre metal han suscitado otras preocupaciones, como el daño potencial a causa de los iones de cobalto y cromo liberados en el torrente sanguíneo. Estos iones están asociados a una serie de posibles problemas de salud, como el cáncer, las dificultades neurológicas y las enfermedades tiroideas y cardíacas.
- Alergia a los metales: se trata de un problema menos común, pero puede hacer que el implante se afloje o falle, y puede hacer que se forme una masa dolorosa de tejido blando llamada seudotumor. Es imposible saber qué pacientes desarrollarán una alergia a una cadera metálica, incluso si se sabe que tienen otras alergias a los metales antes de que se les coloque el implante.
Iones metálicos en el torrente sanguíneo
No se sabe con exactitud a partir de qué concentración de iones metálicos en la sangre estos se vuelven peligrosos, pero muchos expertos consideran preocupante todo lo que supere las siete partes por mil millones. Los médicos deberían considerar la posibilidad de hacer pruebas de cobalto y cromo en sangre a los pacientes con caderas de MoM ante la más mínima queja.
Si las cifras son de siete partes por mil millones o más, es posible que el médico quiera verlo más seguido que una vez al año y que le recomiende que se haga una resonancia magnética para detectar la acumulación de fluido alrededor de la articulación. Algunos pacientes con niveles elevados de iones incluso pueden optar por que se les retire el implante.
Aspectos que hay que tener en cuenta
En la mayoría de los países, incluido Estados Unidos, los cirujanos ya no usan implantes de MoM para el reemplazo total de cadera. Los componentes totalmente metálicos siguen usándose en contadas ocasiones en los reemplazos de superficie de cadera, un procedimiento en el que se remodela la cabeza del fémur y se cubre con un revestimiento metálico. Pero eso no ayuda a los 1.5 millones de personas que se calcula que ya tienen caderas de MoM o que se les hizo un reemplazo de superficie.
La mayoría de los expertos afirma que los cirujanos deberían hacer un control de los pacientes con dispositivos totalmente metálicos al menos una vez al año (si no está seguro de qué tipo de implante de cadera tiene, pregúntele a su médico). Los pacientes deben comunicar de inmediato cualquier síntoma nuevo o que empeore, como la dificultad para caminar o el dolor, la inflamación o el entumecimiento alrededor de la articulación de la cadera.
La Administración de Alimentos y Medicamentos, que ha intensificado sus medidas enérgicas contra las caderas metálicas, sugiere que los pacientes informen también a sus médicos de cualquier cambio en su salud general, ya que los iones metálicos pueden causar problemas en todo el organismo.
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