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La importancia de encontrar un reumatólogo que trate a los niños

Los niños con artritis tienen necesidades especiales y requieren un médico que trate regularmente las enfermedades reumáticas pediátricas.

Por Mary Anne Dunkin

Como cualquier médico puede decirle, no es lo mismo tratar a un niño que tratar a un adulto. La artritis idiopática juvenil (AIJ) y otras enfermedades reumáticas pediátricas tampoco son lo mismo que las enfermedades reumáticas de los adultos. Si su hijo tiene una de estas enfermedades, su primera opción debe ser un reumatólogo pediátrico. Si no hay ninguno cerca, busque un reumatólogo de adultos capacitado en el tratamiento de niños, aconseja Sandra E. Pagnussat, MD, de Southwest Medical Associates en Las Vegas, una de las pocas médicas capacitadas en reumatología para adultos y niños.

"Diferentes programas de capacitación en reumatología requieren diferentes niveles de capacitación en artritis juvenil, por lo que algunos reumatólogos se sentirán más cómodos tratando a niños que otros", sostiene ella. Comuníquese con varios reumatólogos para ver si tratan a niños y de qué edades, agrega.

Diferencias clave entre niños y adultos con artritis

Al elegir un médico para su hijo, tenga en cuenta estas diferencias clave entre el tratamiento de enfermedades reumáticas pediátricas y de adultos:

El diagnóstico se centra en los antecedentes y el examen. El diagnóstico de la artritis idiopática juvenil (AIJ), la forma más común de artritis juvenil, se basa casi por completo en un examen físico, ya que los análisis de laboratorio suelen ser negativos en los niños. La descripción de los síntomas de un niño tampoco es confiable para el diagnóstico, afirma la Dra. Pagnussat. "Es posible que los niños no se quejen de dolor, pero pueden cambiar la forma en que realizan ciertas actividades, como usar la otra mano para escribir o jugar, o los padres pueden encontrarlos cojeando". 

Los medicamentos se recetan de manera diferente. En algunos casos, se recetan los mismos medicamentos para adultos y niños, pero las dosis para niños, a menudo, se basan en el peso. Los niños tienden a tolerar los medicamentos mejor que los adultos; generalmente, son más saludables y sus cuerpos eliminan los medicamentos rápidamente, por lo que los médicos pueden recetar dosis más altas, en relación con el tamaño corporal, para niños que para adultos.

Cualquier inflamación es demasiado. Los regímenes de tratamiento y las metas son muy similares para los niños y para los adultos. Pero para los niños, "no se permite la inflamación residual", afirma la Dra. Pagnussat. "En los niños, tratamos de manera muy agresiva y temprana para prevenir daño articular, deformidades crónicas y trastornos del crecimiento". Sin embargo, los adultos pueden optar por vivir con una inflamación leve si los efectos adversos de los medicamentos necesarios para detener por completo la inflamación superan los beneficios.

La AIJ puede afectar los ojos. La AIJ, a menudo, viene acompañada de inflamación ocular que puede, sin síntomas, provocar daños oculares irreparables. Los niños con AIJ deben someterse a un examen oftalmológico cuando se les diagnostica, luego cada tres a 12 meses.

En pocas palabras, los niños con artritis tienen necesidades especiales que requieren un médico que realmente comprenda las enfermedades reumáticas pediátricas. Sin embargo, incluso si hay un reumatólogo pediátrico en su área, es posible que desee considerar un reumatólogo que trate a niños con la misma frecuencia que a adultos. De esa manera, el médico de su hijo puede continuar brindándole atención hasta la edad adulta y facilitar la transición a la atención médica para adultos.

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