Investigadores en el camino hacia una cura - Enfoque en el Dr. Hongsik Cho
Lo grande viene en frasco chico, y el Dr. Hongsik Cho está muy familiarizado con este fenómeno. Cuando presentamos al Dr. Cho por primera vez en agosto de 2016, estaba comenzando a trabajar en su proyecto de 2 años financiado por la Arthritis Foundation, A Novel Method of Detecting and Treating Early PTOA Using Smart Nanosome". Él y su equipo están estudiando dos cosas: un nuevo medicamento y un nuevo sistema de administración de medicamentos. El medicamento, llamado TPCA-1, funciona para prevenir la inflamación causada por la artrosis postraumática (PTOA). El sistema de administración de medicamentos utiliza pequeños paquetes, llamados nanosomas, que contienen TPCA-1 y un tinte fluorescente que ilumina el camino de los nanosomas una vez inyectados en ratones.
El primer objetivo del estudio es encontrar una manera de proporcionar un diagnóstico temprano de la PTOA. El Dr. Cho explicó que uno de los problemas con el tratamiento de la PTOA es la identificación temprana del tejido dañado en el cartílago afectado. Las lesiones pueden ser demasiado pequeñas para ser detectadas. Pero el Dr. Cho y su equipo han encontrado una manera de usar nanosomas para diagnosticar la PTOA en sus inicios.
El Dr. Cho afirma que el cartílago sano contiene colágeno suave sin áreas visibles de ADN unido. Cuando se daña el colágeno, estas áreas quedan al descubierto y la superficie del cartílago se deteriora. El equipo ha desarrollado un aglutinante que es atraído por el colágeno dañado en el cartílago. El aglutinante se combina con el tinte fluorescente en el nanosoma, y juntos encuentran el colágeno dañado y pueden identificar incluso las lesiones más pequeñas. Los nanosomas apuntan a la herida con el aglutinante y marcan la herida con tinte fluorescente.
“En el momento en que se forma la primera lesión después de una herida”, explicó el Dr. Cho, “la lesión puede no ser detectable por medios normales. Pero las vías que causan la degeneración del cartílago ya están comenzando”.
El Dr. Cho y su equipo han descubierto que la tensión mecánica en una articulación, como la PTOA, puede causar un efecto dominó (o vía) químico de eventos que conducen a la degeneración del cartílago. Cuando el colágeno se ve afectado y el cartílago se lesiona, se producen estas vías. El medicamento TPCA-1 está diseñado para bloquear la vía inflamatoria causada por una lesión en el cartílago. Sin embargo, el TPCA-1 puede tener efectos colaterales no deseados cuando se usa en dosis altas y/o durante largos períodos. Mediante el uso de un sistema de nanosomas dirigidos que llevan TPCA-1, el equipo puede controlar la concentración del medicamento, y cuántas veces y con qué frecuencia se administra.
El segundo y tercer objetivos del estudio son encontrar una manera de realizar mediciones en articulaciones individuales para hacer un seguimiento de la evolución de la enfermedad y determinar qué tan eficaz es el tratamiento farmacológico. El proyecto se encuentra en esta etapa. El equipo ha detectado artrosis en los ratones que están tratando con el sistema de administración dirigido de TPCA-1. Durante los próximos 6 meses, monitorearán a los ratones, medirán las lesiones y la evolución de la artrosis mientras buscan la dosis óptima de TPCA-1. Si bien el Dr. Cho es optimista sobre los resultados hasta el momento, sostiene (siempre y cuando todavía obtengan resultados exitosos) que pueden pasar, al menos, 5 años hasta que los ensayos en seres humanos sean posibles. “Todavía hay muchas preguntas por responder”, afirmó. “Todavía estamos analizando cosas como cuál será la vía más eficaz de administración del medicamento. ¿Lo administramos por vía intravenosa, lo inyectamos directamente en la articulación o lo inyectamos por vía intramuscular? Esto puede funcionar de manera diferente para los seres humanos".
Mientras tanto, el Dr. Cho y su equipo utilizarán lo que han aprendido sobre los nanosomas como plataforma para nuevas aplicaciones de su método de administración de medicamentos. Continuarán estudiando otras moléculas que puedan estar involucradas en diferentes vías de la enfermedad en busca de una cura.
El Dr. Cho es profesor adjunto de Cirugía Ortopédica en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee, en Memphis, TN.
El primer objetivo del estudio es encontrar una manera de proporcionar un diagnóstico temprano de la PTOA. El Dr. Cho explicó que uno de los problemas con el tratamiento de la PTOA es la identificación temprana del tejido dañado en el cartílago afectado. Las lesiones pueden ser demasiado pequeñas para ser detectadas. Pero el Dr. Cho y su equipo han encontrado una manera de usar nanosomas para diagnosticar la PTOA en sus inicios.
El Dr. Cho afirma que el cartílago sano contiene colágeno suave sin áreas visibles de ADN unido. Cuando se daña el colágeno, estas áreas quedan al descubierto y la superficie del cartílago se deteriora. El equipo ha desarrollado un aglutinante que es atraído por el colágeno dañado en el cartílago. El aglutinante se combina con el tinte fluorescente en el nanosoma, y juntos encuentran el colágeno dañado y pueden identificar incluso las lesiones más pequeñas. Los nanosomas apuntan a la herida con el aglutinante y marcan la herida con tinte fluorescente.
“En el momento en que se forma la primera lesión después de una herida”, explicó el Dr. Cho, “la lesión puede no ser detectable por medios normales. Pero las vías que causan la degeneración del cartílago ya están comenzando”.
El Dr. Cho y su equipo han descubierto que la tensión mecánica en una articulación, como la PTOA, puede causar un efecto dominó (o vía) químico de eventos que conducen a la degeneración del cartílago. Cuando el colágeno se ve afectado y el cartílago se lesiona, se producen estas vías. El medicamento TPCA-1 está diseñado para bloquear la vía inflamatoria causada por una lesión en el cartílago. Sin embargo, el TPCA-1 puede tener efectos colaterales no deseados cuando se usa en dosis altas y/o durante largos períodos. Mediante el uso de un sistema de nanosomas dirigidos que llevan TPCA-1, el equipo puede controlar la concentración del medicamento, y cuántas veces y con qué frecuencia se administra.
El segundo y tercer objetivos del estudio son encontrar una manera de realizar mediciones en articulaciones individuales para hacer un seguimiento de la evolución de la enfermedad y determinar qué tan eficaz es el tratamiento farmacológico. El proyecto se encuentra en esta etapa. El equipo ha detectado artrosis en los ratones que están tratando con el sistema de administración dirigido de TPCA-1. Durante los próximos 6 meses, monitorearán a los ratones, medirán las lesiones y la evolución de la artrosis mientras buscan la dosis óptima de TPCA-1. Si bien el Dr. Cho es optimista sobre los resultados hasta el momento, sostiene (siempre y cuando todavía obtengan resultados exitosos) que pueden pasar, al menos, 5 años hasta que los ensayos en seres humanos sean posibles. “Todavía hay muchas preguntas por responder”, afirmó. “Todavía estamos analizando cosas como cuál será la vía más eficaz de administración del medicamento. ¿Lo administramos por vía intravenosa, lo inyectamos directamente en la articulación o lo inyectamos por vía intramuscular? Esto puede funcionar de manera diferente para los seres humanos".
Mientras tanto, el Dr. Cho y su equipo utilizarán lo que han aprendido sobre los nanosomas como plataforma para nuevas aplicaciones de su método de administración de medicamentos. Continuarán estudiando otras moléculas que puedan estar involucradas en diferentes vías de la enfermedad en busca de una cura.
El Dr. Cho es profesor adjunto de Cirugía Ortopédica en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee, en Memphis, TN.
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