Del metrotexato a Miss Teen Minnesota: Nicole encuentra la fortaleza en hacer lo que ama
Llámelo intuición de madre. Cuando Nicole Doyle se levantó una mañana con el dedo sorpresivamente inflamado, caliente y dolorido, su madre supo que algo malo sucedía. Aunque el pediatra de Nicole en un principio desestimó el misterio del pulgar y dijo que era una lesión debido a los juegos, la mamá de Nicole siguió insistiendo para recibir respuestas.
"Fuimos a un médico tras otro; con el tiempo, terminamos en el consultorio de un reumatólogo para adultos porque solo existen alrededor de 250 reumatólogos pediátricos en los Estados Unidos", recuerda Nicole, que ahora tiene 18 años. "Era una niña de tres años que no quería estar allí ni que me examinaran. Solo quería volver a casa y jugar con mi hermano".
Nicole nunca olvidará el día de su consulta con el reumatólogo para adultos.
"Recuerdo que el médico extendió, dobló y revisó todas mis articulaciones", afirma Nicole. "Recuerdo haber entrado en un laboratorio abrazada a mi gran conejo de peluche violeta y apretarlo fuerte. No quería que me tocaran ni pincharan, pero si queríamos obtener una respuesta, debían hacerlo".
Después de su consulta con el reumatólogo, Nicole recibió oficialmente el diagnóstico de artritis idiopática juvenil (AIJ). Tenía solo tres años. Poco después del diagnóstico, Nicole comenzó a consultar a un reumatólogo pediátrico (había solo uno en Minnesota en ese momento) y empezó a tomar metotrexato para controlar la artritis en las rodillas, la mandíbula, los dedos y en un dedo meñique del pie. Al igual que muchos niños con artritis, Nicole aprendió que el metotrexato puede tener efectos colaterales brutales.
"Al principio, el tratamiento estaba bien, pero luego comencé a enfermarme", explica Nicole. "Pronto, tuve la edad suficiente para saber que el medicamento provocaba malestar, náuseas y vómitos, y me hacía faltar a la escuela y mis actividades. Era una persona explosiva. Me escabullía al piso superior con la excusa de que solo tomaría mi medicamento si estaba sola, pero, en secreto, lo echaba por el lavabo porque no quería lidiar con los efectos colaterales".
A medida que fue creciendo, Nicole pasó de tomar metotrexato líquido a comprimidos, que también eran difíciles de tragar y no vomitar.
"Esto es muy común en los niños con AJ", comenta Nicole. "A veces, el tratamiento de la enfermedad es incluso más doloroso que la enfermedad en sí".
Nicole se hizo más responsable de su enfermedad a medida que creció. Cuando tenía 11 años, comenzó a aplicarse por su cuenta inyecciones de metotrexato. Aunque las náuseas continuaban, la enfermera de la escuela de Nicole se convirtió en su aliada.
"Recuerdo visitar a la enfermera de la escuela con frecuencia para comer galletas saladas", cuenta Nicole. "La hija de la enfermera de la escuela también tenía artritis. Fue la primera vez que un miembro del persona de la escuela me comprendía. Ella sabía que me encantaba la escuela y que un pequeño descanso, como recostarme por una hora, me ayudará a recargar las baterías. Finalmente, me di cuenta de que no era la única que se veía afectada por la AJ".
Luego de un período corto de remisión, Nicole comenzó a tomar etanercept (Enbrel). Le funciona bien, tanto es así que puede jugar tanto al hockey como al lacrosse para su equipo de secundaria. Aunque, a menudo, tiene dolores, alienta a otros niños a que sigan haciendo sus cosas favoritas.
"Deben encontrar una forma de superar la artritis con su fuerza y sus pasatiempos", asegura Nicole. "Podría ser un deporte, obras artísticas, escribir un blog o cualquier cosa. Deben encontrar lo que les gusta y no dejar que el diagnóstico los defina".
Algo que le gusta a Nicole es competir en concursos de belleza. Actualmente, es Miss Teen Minnesota y usa su plataforma como oportunidad para concientizar sobre la AJ.
"Como Miss Teen Minnesota, me siento honrada de poder hablar en escuelas, eventos, recaudaciones de fondos e incluso con niños y sus familias", dice Nicole. "Compartir mi historia e informar a otras personas sobre esta enfermedad es una de mis actividades favoritas. ¡Les recomiendo a los niños que viven con artritis que hagan lo mismo!".
Recursos relacionados:
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Nicole nunca olvidará el día de su consulta con el reumatólogo para adultos.
"Recuerdo que el médico extendió, dobló y revisó todas mis articulaciones", afirma Nicole. "Recuerdo haber entrado en un laboratorio abrazada a mi gran conejo de peluche violeta y apretarlo fuerte. No quería que me tocaran ni pincharan, pero si queríamos obtener una respuesta, debían hacerlo".
Después de su consulta con el reumatólogo, Nicole recibió oficialmente el diagnóstico de artritis idiopática juvenil (AIJ). Tenía solo tres años. Poco después del diagnóstico, Nicole comenzó a consultar a un reumatólogo pediátrico (había solo uno en Minnesota en ese momento) y empezó a tomar metotrexato para controlar la artritis en las rodillas, la mandíbula, los dedos y en un dedo meñique del pie. Al igual que muchos niños con artritis, Nicole aprendió que el metotrexato puede tener efectos colaterales brutales.
"Al principio, el tratamiento estaba bien, pero luego comencé a enfermarme", explica Nicole. "Pronto, tuve la edad suficiente para saber que el medicamento provocaba malestar, náuseas y vómitos, y me hacía faltar a la escuela y mis actividades. Era una persona explosiva. Me escabullía al piso superior con la excusa de que solo tomaría mi medicamento si estaba sola, pero, en secreto, lo echaba por el lavabo porque no quería lidiar con los efectos colaterales".
A medida que fue creciendo, Nicole pasó de tomar metotrexato líquido a comprimidos, que también eran difíciles de tragar y no vomitar.
"Esto es muy común en los niños con AJ", comenta Nicole. "A veces, el tratamiento de la enfermedad es incluso más doloroso que la enfermedad en sí".
Nicole se hizo más responsable de su enfermedad a medida que creció. Cuando tenía 11 años, comenzó a aplicarse por su cuenta inyecciones de metotrexato. Aunque las náuseas continuaban, la enfermera de la escuela de Nicole se convirtió en su aliada.
"Recuerdo visitar a la enfermera de la escuela con frecuencia para comer galletas saladas", cuenta Nicole. "La hija de la enfermera de la escuela también tenía artritis. Fue la primera vez que un miembro del persona de la escuela me comprendía. Ella sabía que me encantaba la escuela y que un pequeño descanso, como recostarme por una hora, me ayudará a recargar las baterías. Finalmente, me di cuenta de que no era la única que se veía afectada por la AJ".
Luego de un período corto de remisión, Nicole comenzó a tomar etanercept (Enbrel). Le funciona bien, tanto es así que puede jugar tanto al hockey como al lacrosse para su equipo de secundaria. Aunque, a menudo, tiene dolores, alienta a otros niños a que sigan haciendo sus cosas favoritas.
"Deben encontrar una forma de superar la artritis con su fuerza y sus pasatiempos", asegura Nicole. "Podría ser un deporte, obras artísticas, escribir un blog o cualquier cosa. Deben encontrar lo que les gusta y no dejar que el diagnóstico los defina".
Algo que le gusta a Nicole es competir en concursos de belleza. Actualmente, es Miss Teen Minnesota y usa su plataforma como oportunidad para concientizar sobre la AJ.
"Como Miss Teen Minnesota, me siento honrada de poder hablar en escuelas, eventos, recaudaciones de fondos e incluso con niños y sus familias", dice Nicole. "Compartir mi historia e informar a otras personas sobre esta enfermedad es una de mis actividades favoritas. ¡Les recomiendo a los niños que viven con artritis que hagan lo mismo!".
Recursos relacionados:
- El sitio web oficial de Nicole Doyle - Miss Teen Minnesota International 2015
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