¿Cómo pueden la psoriasis y la artritis psoriásica afectar su salud?

Usted ya sabe que la artritis psoriásica afecta su piel, uñas, articulaciones y tendones. Pero también puede afectar otros aspectos de su salud. Tener dos enfermedades crónicas puede ser algo difícil de manejar. Sin embargo, los estudios muestran que la mayoría de las personas con artritis psoriásica también padecen al menos una enfermedad más. Comprender estos riesgos para la salud lo ayudará a trabajar con su médico para controlar su salud de manera efectiva.

La psoriasis y la artritis psoriásica se asocian con casi el doble del riesgo de padecer un grupo de enfermedades llamadas síndrome metabólico. Estas incluyen presión arterial alta, hiperglucemia, exceso de grasa abdominal y colesterol alto, y juntas aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes y enfermedad hepática.

Padecer artritis psoriásica implica un mayor riesgo de arteriopatía coronaria, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Hacer cambios importantes en el estilo de vida, como dejar de fumar, seguir una dieta saludable, mantener un peso saludable y hacer ejercicio de forma habitual puede ayudar a reducir estos riesgos. Hágase exámenes cardíacos con regularidad y siga de cerca el plan de tratamiento para la salud del corazón que le recomiende su médico.

Los estudios muestran que existe un mayor riesgo de padecer diabetes tipo II entre las personas con artritis psoriásica. Algunos estudios señalan que es más probable que esta enfermedad afecte a las mujeres con artritis psoriásica y a las personas que toman corticoesteroides. Hacer ejercicio, seguir una dieta sana, mantener un peso saludable y controlar los niveles de azúcar en sangre pueden disminuir este riesgo.

Los estudios sugieren que la obesidad es un factor de riesgo para desarrollar psoriasis y artritis psoriásica. La mayoría de las personas con artritis psoriásica tienen sobrepeso alrededor de la cintura, que es más peligroso para la salud que la grasa en las caderas y los muslos. El exceso de peso no solo aumenta la actividad de la enfermedad, también puede afectar su respuesta al tratamiento. Combine nutrición saludable y ejercicio para alcanzar y mantener un peso saludable. Hable con un experto si necesita ayuda para comenzar.

El síndrome del ojo seco y la uveítis son complicaciones oculares comunes de la artritis psoriásica. El síndrome del ojo seco provoca sequedad, ardor y sensación de arena en los ojos. La uveítis causa dolor, enrojecimiento, visión borrosa y sensibilidad a la luz. Si no se controla, la uveítis puede conducir a la pérdida de la visión. Las personas con artritis psoriásica deberían hacerse exámenes de la vista con regularidad.

La psoriasis está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica. Padecer psoriasis grave, utilizar NSAID o tener artritis psoriásica aumentan este riesgo aún más. Mantener una presión arterial saludable y reducir los niveles de colesterol pueden proteger la salud de los riñones.

Existe un tipo de enfermedad hepática llamada enfermedad del hígado graso no alcohólico que se asocia con la psoriasis. Tener artritis psoriásica aumenta este riesgo. Algunos medicamentos, como el metotrexato y los NSAID que se usan para tratar la artritis psoriásica, también pueden afectar el hígado, por lo que su médico controlará su función hepática con regularidad.

La depresión y la ansiedad son comunes entre las personas con psoriasis, y aún más comunes entre las personas con artritis psoriásica. Tenga una red de apoyo sólida que lo ayude a manejar su salud emocional y solicite ayuda profesional si afecta su funcionamiento.

Los resultados de los estudios varían en cuanto a si las personas con psoriasis y artritis psoriásica corren un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis. Sin embargo, los beneficios de tener huesos fuertes y sanos con claros. Trate por todos los medios de obtener la cantidad adecuada de calcio y vitamina D, y realice ejercicio regular con pesas para reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas.

Trabajar con sus médicos para controlar la inflamación sistémica tendrá un gran impacto en los posibles riesgos para la salud. Hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta sana, tener un peso saludable y mantener la presión arterial y el colesterol en niveles saludables reducirán aún más estos riesgos.