EN

Información para comprender el síndrome de fatiga crónica

Los síntomas de esta afección, también conocida como encefalomielitis miálgica, a menudo se superponen con los del COVID prolongado, la fibromialgia y otros trastornos.

Actualizado por Linda Rath | 30 de junio de 2023

La encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC) es una enfermedad compleja caracterizada por un agotamiento profundo que dura al menos seis meses. Los síntomas empeoran con la actividad mental o física normal y no se alivian con el descanso. Es diferente del cansancio profundo que puede sentir por tener un trabajo exigente, trasnochar demasiados días, sufrir de estrés o depresión. El agotamiento del SFC es duradero y puede no tener una causa clara. La gravedad varía de una persona a otra, pero alrededor de una cuarta parte de las personas que padecen este trastorno pueden estar postradas en cama o confinadas en casa al menos parte del tiempo. Solo una pequeña proporción se recupera por completo.
No es gripe
A veces se dice que los síntomas de EM/SFC se parecen a los de la gripe, pero eso no es del todo correcto. Puede desarrollarse después de una infección como la gripe, la enfermedad de Lyme, el virus Epstein-Barr, la mononucleosis o el COVID-19. Y, si bien algunos síntomas son parecidos a los de la gripe, especialmente el dolor muscular y articular crónico, no son características definitorias de la enfermedad. Los síntomas más importantes son exclusivos de la EM/SFC y afecciones similares. Estos incluyen:  

  • Agotamiento que dura más de seis meses y que interfiere con la capacidad de trabajar, ir a la escuela, socializar o realizar las tareas diarias. 
  • Malestar post esfuerzo (MPE), empeoramiento de los síntomas después de realizar actividades físicas o mentales que antes no causaban problemas. La recuperación del MPE puede llevar días o semanas. Según los Institutos Nacionales de Salud, el MPE también es el síntoma predominante del COVID prolongado.
  • Deficiencia de sueño que no alivia los síntomas y puede empeorarlos.
  • Problemas con la capacidad de pensar y la memoria, a veces llamados niebla mental
  • Intolerancia ortostática, lo que significa que los síntomas empeoran al pasar de estar sentado a estar de pie. El síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS, por sus siglas en inglés), que provoca latidos cardíacos acelerados y mareos al ponerse de pie, es común tanto en la EM/SFC como en el COVID prolongado.

La EM/SFC se diagnostica cuando la persona presenta cuatro de los cinco síntomas principales enumerados anteriormente. Estos deben ser moderados o graves por los menos la mitad del tiempo.

Historia dudosa 

La EM/SFC, antes llamada neurastenia, tiene una historia desafortunada pero familiar. A partir de mediados de 1800, se creía que el agotamiento severo era resultado de una sociedad que se había vuelto demasiado acelerada para el propio bien del cuerpo humano. Si bien los hombres podían desarrollar neurastenia, se diagnosticaba con mucha más frecuencia en las mujeres, especialmente en aquellas que "pensaban demasiado" o trabajaban fuera del hogar. Era ignorada y ridiculizada por el establishment médico o, más comúnmente, tratado con largas curas de descanso y tónicos dudosos. La fatiga crónica todavía no está incluida en la mayoría de los planes de estudio de las facultades de medicina, y agunos médicos continúan descartándola como una enfermedad psicosomática. Sin embargo, la EM/SFC es un trastorno físico real que provoca síntomas que pueden alterar la vida. 

Causas

No está claro por qué algunas personas desarrollan EM/SFC. Es una enfermedad complicada que probablemente tenga muchas causas. A veces se produce después de una infección o un episodio de estrés emocional severo. También puede ser consecuencia de:

  • Cambios anormales del sistema nervioso autónomo, que regula funciones vitales como el ritmo cardíaco, la digestión y la temperatura corporal. El POTS, un trastorno autonómico, afecta aproximadamente al 1% de la población y es especialmente común en personas con EM/SFC o COVID prolongado.
  • Problemas del sistema inmunitario, como formas autoinmunes de artritis, donde el cuerpo ataca sus propios tejidos. Muchas personas con EM/SFC también tienen fibromialgia o una enfermedad autoinmune.
  • Defectos en la química energética del cuerpo.
  • Disbiosis: un desequilibrio poco saludable en el ecosistema microbiano del intestino. 
  • Incapacidad para llevar suficiente oxígeno y sangre al tejido muscular. 

Quién la tiene

Se cree que aproximadamente una de cada ocho personas tiene EM/SFC, aunque hasta el 90% de los casos pueden no ser diagnosticados. Puede afectar a cualquiera, pero es más común en adultos jóvenes y en los que se les asigna sexo femenino al nacer.  También es más común en personas de color que en los caucásicos. 

Tratamiento

No existe cura ni tratamiento específico para la EM/SFC. Es probable que los médicos recomienden ciertos cambios en el estilo de vida para reducir los síntomas y ayudar a mantener y desarrollar fuerza.

  • Moderar el ritmo físico. Este es uno de los aspectos más importantes, aunque también más desafiantes, del tratamiento de la EM/SFC. Los pacientes primero deben averiguar qué nivel de actividad desencadena los síntomas posteriores al esfuerzo. Luego, trabajando con un fisioterapeuta o entrenador personal con experiencia en EM/SFC, pueden comenzar un programa de ejercicios suaves que tenga como objetivo aumentar la intensidad y prevenir el MPE. Las investigaciones indican que los pacientes con EM/SFC se sienten y duermen mejor y tienen más energía cuando hacen ejercicio. 
  • Moderar el ritmo mental. Al igual que en el caso del ritmo físico, es importante evitar un trabajo mental intenso que pueda desencadenar una reacción. Muchas personas necesitan reducir lo que hacían antes en el trabajo o en la escuela.
  • Manejar los síntomas ortostáticos. Agregar más sal a la dieta, beber mucha agua y usar medias de compresión puede ayudar a estabilizar la presión arterial.
  • Mejorar el sueño. ¿Da vueltas y vueltas incluso cuando sigue todas las reglas de higiene del sueño: dormir en un dormitorio fresco y oscuro y evitar comidas copiosas, alcohol o pantallas antes de acostarse? Pruebe con la meditación, las aplicaciones gratuitas para dormir como Calm, o la terapia cognitiva conductual para el insomnio (TCC-i), que también está disponible en varias aplicaciones basadas en evidencia.
  • Evitar los alimentos desencadenantes. Manténgase alejado de los alimentos que agravan los síntomas, especialmente el azúcar, el alcohol y la cafeína. Las personas con EM/SFC a menudo tienen sensibilidad a los alimentos. Llevar un diario de los alimentos que consume puede ayudarlo a rastrear los más problemáticos 
  • Probar con ácidos grasos insaturados. La evidencia sugiere que los suplementos de aceite de pescado o los alimentos ricos en ácidos grasos insaturados, como el salmón salvaje, el aceite de oliva y las nueces, pueden reducir la inflamación en la EM/SFC. 
  • Considerar la medicina tradicional china. En ensayos controlados aleatorizados, se ha demostrado que las hierbas, la acupuntura y otras terapias chinas tradicionales logran excelentes resultados sobre la EM/SFC, y a menudo superan los enfoques convencionales. Muchas aseguradoras privadas cubren la acupuntura para varias indicaciones. Medicare lo cubre solo para el dolor de espalda y limita la cantidad de tratamientos.
     

Manténgase informado. Viva en el sí.

Participe en la comunidad de la artritis. Cuéntenos un poco acerca de usted y, de acuerdo a sus intereses, recibirá correos electrónicos con la información más reciente y los recursos necesarios para vivir una vida plena y para conectarse con otras personas.