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Artritis infecciosa

Esta forma de artritis repentina y dolorosa causada por una infección puede dañar las articulaciones de manera rápida y permanente.


La artritis infecciosa, también llamada artritis séptica, es una infección dolorosa en la articulación. Puede producirse cuando una infección en otra parte del cuerpo se propaga a una articulación o al líquido que rodea la articulación. También pueden ingresar en el cuerpo gérmenes infecciosos durante una cirugía o a través de una herida abierta o una inyección. La artritis infecciosa generalmente se produce en una sola articulación.

La mayoría de los casos de artritis infecciosa son causados por bacterias. La más común es la Staphylococcus aureus (estafilococo), una bacteria que vive en la piel sana. La artritis infecciosa también puede ser causada por un virus o un hongo. 

En la mayoría de los casos, la artritis infecciosa se desarrolla cuando una infección en alguna otra parte del cuerpo se propaga hasta la articulación a través del torrente sanguíneo. Con menor frecuencia, la infección ingresa en la articulación directamente a través de una herida punzante o una cirugía en la articulación o cerca de ella.
Los síntomas de artritis séptica suelen aparecer rápidamente e incluyen hinchazón intensa, dolor, fiebre y escalofríos. La artritis infecciosa generalmente afecta la rodilla, pero la cadera, los tobillos y las muñecas también pueden verse afectados. Rara vez, la artritis infecciosa afecta más de una articulación. 
 
El diagnóstico de artritis infecciosa incluirá una historia clínica completa, un examen físico y análisis de laboratorio. Analizar una muestra de líquido articular puede ayudar a determinar qué organismo está causando la infección, para que el médico pueda planificar el tratamiento. Pueden pedirse radiografías y otras pruebas de diagnóstico por imágenes para evaluar si hay daños en la articulación afectada.
 
Los médicos tratan la artritis infecciosa con una combinación de medicamentos antibióticos y drenaje articular.
  • Antibióticos. El tratamiento dependerá del tipo de germen que cause la infección. Las infecciones bacterianas casi siempre se tratan con antibióticos. El tipo de antibiótico utilizado dependerá del tipo de bacteria que cause la infección. Los antibióticos pueden tomarse por boca o administrarse por vía intravenosa. Los antibióticos habitualmente frenan la infección en unos días, pero en algunos casos, deben administrarse durante varios meses. La artritis infecciosa causada por un virus suele desaparecer sola sin ningún tratamiento específico, y las infecciones fúngicas se tratan con medicamentos antifúngicos.
  • Drenaje articular. Muchas personas con artritis infecciosa deben realizarse un drenaje del líquido articular. Este procedimiento se realiza para eliminar el líquido sinovial infectado, aliviar el dolor, reducir la inflamación y evitar más daños en la articulación. El procedimiento menos invasivo se llama aspiración articular, durante el cual un médico (u otro proveedor de atención médica) inserta una aguja en la articulación y extrae el líquido. A veces se utiliza un procedimiento llamado artroscopia para drenar el líquido o, en casos más complejos, una cirugía articular abierta. 
Además del tratamiento recetado por su médico, es importante hacer reposo y proteger las articulaciones inflamadas. Después de que la infección se vaya, hacer un ejercicio suave ayuda a fortalecer los músculos para brindar soporte a la articulación y mejorar la amplitud de movimiento.

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