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Análisis de sangre, fluido y tejido para la artritis

Analizar la sangre, los tejidos y diversos fluidos corporales ayuda a los médicos a diagnosticar y controlar la artritis.

La sangre y otras pruebas de laboratorio juegan un papel fundamental en el diagnóstico y seguimiento de la artritis. Cuando su médico necesita confirmar un diagnóstico de artritis, controlar el progreso de la enfermedad, verificar la efectividad de los medicamentos o determinar si los medicamentos están causando efectos colaterales potencialmente peligrosos, pero no evidentes, se piden pruebas de laboratorio. 

La mayoría de las pruebas requieren extraer y analizar sangre, pero algunas pueden implicar analizar orina, líquido articular o incluso pequeños trozos de piel o músculo.  

Diagnóstico y seguimiento de la actividad de la enfermedad 

Si su médico sospecha que tiene artritis inflamatoria, estas son las pruebas más comunes que se utilizan para diagnosticar y controlar la enfermedad: 

Análisis de sangre

  • Anticuerpo antinuclear (ANA): los anticuerpos anormales (proteínas de la sangre) pueden sugerir la presencia de lupus, polimiositis, esclerodermia, síndrome de Sjogren, enfermedad mixta del tejido conectivo o artritis reumatoide.
  • Factor reumatoide (FR): detecta y mide el nivel de un anticuerpo que actúa contra el componente sanguíneo gammaglobulina; esta prueba suele ser positiva en personas con artritis reumatoide y negativa en personas con artritis psoriásica.
  • Antipéptido cíclico citrulinado (anti-PCC): busca la presencia de un autoanticuerpo presente en aproximadamente el 60-80 por ciento de las personas con AR.
  • Ácido úrico: mide el nivel de ácido úrico en la sangre y ayuda a los médicos a diagnosticar la gota.
  • Tipificación tisular mediante HLA: detecta la presencia de ciertos marcadores genéticos para confirmar un diagnóstico de espondilitis anquilosante o artritis reactiva.
  • Índice de sedimentación eritrocitaria (ISE): mide la rapidez con la que los glóbulos rojos se unen, caen y se asientan para ayudar a determinar la presencia de inflamación. 
  • Proteína C reactiva (PCR): mide la inflamación en todo el cuerpo y puede ayudar a diagnosticar la artritis reumatoide, la artritis psoriásica o el lupus. 
  • Serología de Lyme: se utiliza para determinar la presencia de la enfermedad de Lyme.

Otras pruebas de laboratorio

  • Biopsia de piel: Un médico extrae un pequeño trozo de piel.  Por lo general, se realiza con anestesia local. La muestra se analiza en un laboratorio y los resultados ayudan a determinar la presencia de lupus, vasculitis y artritis psoriásica.
  • Biopsia muscular: Un médico toma la muestra de tejido de un músculo con una aguja para biopsia. Se analiza la muestra en busca de signos de daño en las fibras musculares para ayudar a confirmar un diagnóstico de polimiositis o vasculitis. 
  • Análisis de fluido articular: Un médico extrae una pequeña cantidad de fluido de una articulación para determinar la presencia de ácido úrico y diagnosticar la gota.

Control de la respuesta a la medicación y los efectos colaterales  

Los medicamentos recetados y de venta libre suelen usarse para tratar la artritis, por lo que su médico solicitará pruebas de forma periódica para verificar la efectividad y los efectos colaterales adversos. Entre ellos se incluyen: 

  • Enzima muscular (CPK, aldolasa): Los músculos dañados por la artritis y la inflamación pueden liberar enzimas en la sangre.  Esta prueba mide la cantidad de daño muscular y cuán eficaces son los medicamentos para reducir la inflamación.  
  • Creatinina: Se usa para monitorear la función renal en personas con lupus o en aquellas que toman medicamentos que podrían afectar los riñones. 
  • Actividad de la enfermedad según múltiples biomarcadores (MBDA): Verifica 12 proteínas, hormonas y factores de crecimiento relacionados con la artritis reumatoide para determinar qué tan agresiva es la enfermedad de una persona, qué tan probable es que ocurra un brote si se suspenden los medicamentos y qué combinaciones de medicamentos pueden funcionar mejor.  
  • Enzima hepática (SGOT, SGPT, bilirrubina, fosfatasa alcalina): Mide los niveles de enzimas hepáticas en la sangre y puede ayudar a determinar si hay daño hepático. 
  • Hematocrito (HCT) y hemoglobina (Hgb): Mide la cantidad y la calidad de los glóbulos rojos. Los recuentos bajos pueden sugerir que los medicamentos están causando hemorragia gastrointestinal. 
  • Recuento de glóbulos blancos: Mide el nivel de glóbulos blancos. Un número bajo puede sugerir que la medicación está reduciendo el recuento, lo que perjudica las posibilidades del cuerpo de combatir infecciones. 
  • Recuento de plaquetas: Mide la cantidad de plaquetas que ayudan a la coagulación de la sangre. Un número bajo podría sugerir que los medicamentos le causan un riesgo de sangrar mucho. 

Comprobación de comorbilidades 

Las personas con artritis son propensas a desarrollar otras enfermedades crónicas graves o comorbilidades, como enfermedad cardíaca, diabetes, y enfermedad renal y pulmonar. Es posible que su médico lo controle con frecuencia para detectar estas enfermedades y que solicite análisis de sangre y otras pruebas de laboratorio como parte de ese control. 

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