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Artritis psoriásica 

¿Le diagnosticaron artritis psoriásica? Esto es lo que necesita saber para tomar el control.

La artritis psoriásica (AP) afecta a hombres y mujeres por igual, y suele desarrollarse después de los 30 años. Al igual que la psoriasis, la AP es hereditaria y es más frecuente en las personas blancas que en otras razas/etnias. La enfermedad puede comenzar en la niñez. 
 

Signos y síntomas
La artritis psoriásica, o AP, es una forma de artritis autoinmune crónica que causa inflamación articular y se produce junto con la psoriasis, una enfermedad cutánea.

Puede afectar articulaciones grandes o pequeñas. En casos menos comunes en los que afecta la columna, se la conoce como una forma de espondiloartritis.

Alrededor de un tercio de las personas con psoriasis desarrollan AP.

En la AP, el sistema inmunitario ataca al propio cuerpo, principalmente las articulaciones y la piel, pero también los órganos.
Los científicos creen que los genes y un desencadenante externo, como un traumatismo o un virus, pueden influir en el desarrollo de la AP.

Los dedos de las manos y los pies pueden inflamarse, y las uñas pueden picarse o separarse del lecho ungueal. El talón o la planta del pie también pueden doler.

La AP afecta a cada persona de forma diferente. Los síntomas pueden ser leves o intensos, pueden afectar pocas o muchas articulaciones, y pueden aparecer y desaparecer. Una aparición repentina de los síntomas se llama "brote".

Hable con su médico de atención primaria y pídale que lo remita a un reumatólogo o dermatólogo especializado en psoriasis y AP.
 
Diagnóstico y tratamiento
Un reumatólogo o dermatólogo puede diagnosticar su artritis psoriásica.

Revisará las articulaciones, la piel, las manos y los pies; analizará sus antecedentes médicos familiares y personales; y pedirá análisis de sangre y del líquido articular, y posiblemente radiografías o resonancias magnéticas de las articulaciones.

Si no se trata, la AP puede empeorar, así que no lo postergue.

El tratamiento agresivo temprano mejorará sus probabilidades de controlar la AP.

Se utilizan medicamentos modificadores de la enfermedad llamados DMARD para tratar la AP. Su tratamiento dependerá de cómo lo afecte la enfermedad y de si tiene más síntomas articulares o cutáneos.

Los medicamentos afectan a cada persona de forma diferente, así que consulte a su médico para controlar cualquier efecto colateral y obtener el máximo beneficio de su tratamiento.

Descubrir qué es lo mejor para usted puede requerir varios intentos y fracasos, así que sea paciente, manténgase positivo y sea franco con su médico.
 
Cómo vivir bien con artritis psoriásica
Además de seguir su régimen de medicamentos, debe tomar medidas para seguir haciendo las cosas que le gustan.

Aprenda todo lo que pueda acerca de la AP.

Mantenga un diario de sus síntomas, los niveles de dolor, la ubicación del dolor, la energía, los niveles de estrés y otra información para compartir el diario con su médico y hacer un seguimiento de sus avances.

Arme un equipo de atención médica en el que confíe.

Haga actividad física regularmente y siga una dieta saludable para mantener un peso saludable, aliviar el dolor y la inflamación, y mejorar el sueño y el estado de ánimo.

Un fisioterapeuta puede ayudarlo con una rutina de ejercicio, mientras que un dietista puede ayudarlo con su dieta.

Además de su terapeuta, sus amigos y sus familiares, la comunidad en línea de la Arthritis Foundation puede ayudarlo a enfrentar los desafíos emocionales de vivir con AP.

Además de un terapeuta, amigos y familiares, el Los grupos de conexión pueden ayudarlo a sobrellevar los desafíos emocionales de vivir con AP.
Primeros pasos importantes si recién le diagnosticaron AP
Recibir un diagnóstico de artritis psoriásica puede ser aterrador, pero usted puede tomar medidas para controlarla.

Aprenda todo lo que pueda sobre la enfermedad y pregúntele a su médico qué esperar.

Asegúrese de que su equipo de atención médica escuche sus inquietudes.

Cuídese bien.

Hable con su médico sobre maneras de bajar el exceso de peso, que ejerce una presión adicional sobre las articulaciones, ayuda a aumentar la inflamación y empeora la psoriasis.

Propóngase dejar de fumar. Este hábito empeora la AP y disminuye la eficacia de los medicamentos. Siga una dieta saludable de origen vegetal e implemente buenos hábitos de sueño.

Manténgase activo para reducir el estrés y mejorar su sueño y su estado de ánimo.

Trate de mantenerse positivo. Un terapeuta con licencia podrá ayudarlo a lidiar con la enfermedad.

Obtenga apoyo e información de otras personas que viven con AP uniéndose a un programa de Live Yes! de la Arthritis Foundation  Grupo de conexión.
Salud emocional
Vivir con AP puede causar problemas emocionales, como ansiedad y depresión.

Las lesiones cutáneas causadas por la psoriasis pueden provocar estigmatización social, baja autoestima y aislamiento.

La fatiga también puede afectar el estado de ánimo.

Tome sus medicamentos según lo recetado y cuide su bienestar emocional.

Evite el diálogo interno negativo. Si se siente inseguro, reconozca su inseguridad y luego déjela a un lado y concéntrese en pensamientos positivos.

Dedique tiempo a hacer cosas que disfrute. Busque una actividad física que le guste para ayudar a controlar el estrés, la ansiedad y la depresión, y mejorar su sueño.

Nadar, caminar, bailar, hacer yoga y practicar tai chi son buenas opciones.

Si se siente angustiado, hable con un familiar, un amigo o un terapeuta de salud mental.

Recuerde que al no sentirse emocionalmente fuerte, es más difícil controlar sus síntomas físicos.
 

Causas

La AP (al igual que la psoriasis) es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano, lo cual provoca inflamación y dolor y genera daños. Los investigadores no saben con seguridad por qué algunas personas desarrollan AP. Creen que se debe a una combinación de determinados genes, que aumentan las probabilidades de desarrollar la enfermedad, y un desencadenante externo, como una infección, estrés, un traumatismo físico u otro factor. 

Síntomas:

Parches rojos que duelen y pican, o una acumulación blanca plateada de células cutáneas muertas; mayormente en las rodillas, los codos y el cuero cabelludo, aunque puede producirse un sarpullido en cualquier parte del cuerpo. No es contagiosa. 

Se produce mayormente en los dedos de las manos (en las articulaciones más cercanas a las uñas), las muñecas, los tobillos y las rodillas. Los síntomas como el dolor, la sensibilidad, el calor y la hinchazón pueden afectar diferentes lados del cuerpo (mano derecha y rodilla izquierda). Esto puede denominarse artritis periférica. A veces se inflama un solo dedo entero de la mano o el pie, lo que que provoca dolor y dificultad para flexionarlo. A esto se lo denomina dactilitis. También puede producirse dolor y rigidez en la zona inferior de la espalda y los glúteos. A veces afecta el cuello y la cadera, y esto puede denominarse espondilitis o artritis axial. 

Pueden producirse grietas, lesiones punteadas, manchas blancas y separación del lecho ungueal. Esto puede denominarse enfermedad de las uñas.

Inflamación e hinchazón de una o más entesis, que son los lugares del cuerpo donde un tendón o ligamento se conecta con un hueso. Los puntos más frecuentes incluyen la parte posterior del talón y la planta del pie. A esto se lo denomina entesitis

Muchas personas con artritis psoriásica tienen mucho cansancio (fatiga) y algunas pueden tener fiebre baja. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer. Un período de mayor inflamación y empeoramiento de otros síntomas se denomina brote. El brote puede durar días o meses.  

Efectos en la salud

Si la inflamación causada por la AP no se controla, puede causar muchos problemas de salud, que incluyen: 

  • Daños en el recubrimiento que cubre los extremos de los huesos de una articulación (cartílago) y los huesos en sí mismos. Esto hará que sea más difícil mover las articulaciones y puede provocar una discapacidad en algunas personas. 
  • Enrojecimiento, irritación y visión borrosa (uveítis), o enrojecimiento y dolor en los tejidos que rodean los ojos (conjuntivitis). 
  • Problemas estomacales, diarrea y distensión abdominal (problemas gastrointestinales). 
  • Falta de aire y tos (problemas pulmonares). 
  • Daños en los vasos sanguíneos y el músculo cardíaco. 
  • Huesos débiles que se quiebran con mayor facilidad (osteoporosis). 

Las personas con AP también pueden desarrollar síndrome metabólico, que es un grupo de enfermedades que incluye obesidad, presión arterial alta y niveles deficientes de colesterol.  

Diagnóstico

Un diagnóstico rápido es un primer paso importante en el control de la AP. No existe una única prueba que pueda confirmar la presencia de artritis psoriásica. Los primeros síntomas en aparecer pueden determinar qué médico realizará el diagnóstico. Se puede consultar a un médico de la piel (dermatólogo) si los problemas en la piel o las uñas aparecen primero. Se puede consultar primero a un médico de atención primaria o un reumatólogo si la artritis es la principal molestia. El médico utilizará la historia clínica, un examen físico y análisis de laboratorio para realizar el diagnóstico.

Historia clínica. El médico preguntará cuándo comenzaron los síntomas, si aparecen y desaparecen, qué tan intensos son, qué acciones hacen que mejoren o empeoren, y si algún miembro de la familia tiene psoriasis, AP u otra enfermedad autoinmune.  
Examen físico.  El médico evaluará si hay dolor articular, sensibilidad, hinchazón, calor, movimientos limitados o cambios en las uñas o la piel. 
Pruebas. Es posible que el médico solicite radiografías para observar si hay cambios en los huesos y las articulaciones. Los análisis de sangre sirven para evaluar si hay signos de inflamación. Incluyen el análisis de la proteína C reactiva y el factor reumatoide (FR). Las personas con AP casi siempre tienen un FR negativo, de modo que si los análisis de sangre arrojan un factor reumatoide positivo, el médico sospechará la presencia de AR. Las pruebas del líquido que rodea una articulación pueden ayudar a descartar un diagnóstico de gota o artritis infecciosa. 

 

Tratamientos

Medicamentos

El tratamiento de la artritis psoriásica se concentra en lo siguiente:  
  • Frenar el avance de la enfermedad. 
  • Reducir la inflamación.  
  • Tratar los síntomas cutáneos. 
  • Aliviar el dolor.  
  • Mantener las articulaciones lo más móviles posible. 
El tratamiento agresivo temprano de la AP ayuda a minimizar el efecto de la enfermedad en la calidad de vida. Controlar la artritis psoriásica puede ser como tratar dos enfermedades.  Dado que muchas personas con AP tienen psoriasis, quizás necesiten atenderse con un médico de atención primaria, un dermatólogo y un reumatólogo. Algunos tratamientos sirven para ambas enfermedades. Otros sirven principalmente o únicamente para los problemas cutáneos o la artritis. Todos los medicamentos tienen beneficios y riesgos. 

Tratamiento de la psoriasis  
Los tratamientos de venta libre y recetados para la psoriasis incluyen:  
  • Medicamentos tópicos elaborados con vitamina D, derivados de la vitamina A, ácido salicílico, alquitrán de hulla o corticoesteroides.  
  • Tratamientos que usan la luz solar o luz ultravioleta especializada. 
  • Medicamentos dirigidos a la piel. 
  • Medicamentos dirigidos al sistema inmunitario. 
Tratamiento de la artritis psoriásica
Los medicamentos de venta libre y recetados para la artritis psoriásica incluyen:  

NSAID. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) suelen tomarse por boca, aunque algunos pueden aplicarse en la piel. Las versiones populares, como el ibuprofeno y el naproxeno sódico, ayudan a aliviar el dolor.  Muchos NSAID recetados también pueden ayudar a reducir la inflamación.  

Corticoesteroides. Estos potentes medicamentos antiinflamatorios pueden tomarse por boca (oralmente) o inyectarse en una articulación en un consultorio médico. En el caso de los corticoesteroides orales, los médicos tratan de usar estos medicamentos a la dosis más baja durante el menor tiempo posible debido a los efectos colaterales, que pueden incluir hinchazón facial, moretones, aumento de peso y fragilidad de los huesos.  

DMARD. Las drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD) son medicamentos potentes que reducen la inflamación y pueden frenar el empeoramiento de la AP. Pueden tomarse en píldoras, autoinyectarse o administrarse en forma de infusión. Hay tres tipos de DMARD: 
  • Las DMARD tradicionales son las usadas desde hace más tiempo y tienen un gran efecto inmunodepresor. El medicamento más utilizado es el metotrexato. Estos medicamentos suelen tomarse por boca y pueden tardar hasta tres meses en hacer pleno efecto. 
  • Los productos biológicos interrumpen determinados pasos o sustancias químicas del proceso inflamatorio y generalmente actúan más rápido que las DMARD tradicionales. Se autoinyectan o se administran mediante infusión en un consultorio médico. 
  • Los DMARD dirigidos, como los inhibidores de la quinasa Janus (JAK) y los productos biológicos, también bloquean ciertos pasos en el proceso inflamatorio, pero estos medicamentos se administran por vía oral. 
Si bien las DMARD pueden ser muy eficaces, en muchos casos suprimen el sistema inmunitario y aumentan el riesgo de infecciones.  

Cada persona con AP es diferente. Los médicos recomiendan determinados medicamentos en función de lo siguiente: 
  • Cuántas y qué partes del cuerpo se ven afectadas. 
  • Gravedad de la enfermedad. 
  • Cantidad de articulaciones afectadas. 
  • Alergias a medicamentos y otros problemas de salud. 
  • Uso actual de otra medicación.  

Cirugía

La mayoría de las personas con artritis psoriásica nunca necesitarán una cirugía articular. No obstante, si las articulaciones están muy dañadas por la enfermedad o si otros tratamientoss no reducen el dolor, un cirujano ortopédico podría ayudar. Las articulaciones dañadas se reemplazan por una prótesis de plástico, metal o cerámica para reducir el dolor y mejorar la función.  

Ejercicio

Los estudios indican que el ejercicio regular es una de las mejores maneras de mantener las articulaciones sanas y móviles, y también ayuda a mantener el peso bajo control. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos recomienda que todas las personas, incluso las que tienen artritis, realicen 150 minutos de ejercicio de moderado a intenso por semana.  Los ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta, pueden reducir el dolor y la rigidez articular. Fortalecer los músculos que rodean las articulaciones dolorosas les brinda un soporte adicional. Consulte siempre a su médico o fisioterapeuta antes de comenzar un nuevo programa de ejercicio. 

Fisioterapias y dispositivos de asistencia

La fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ayudar a aliviar el dolor con: 
  • Ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad.
  • Terapias con calor y frío.
  • Manipulación corporal.
  • Consejos sobre el uso de dispositivos de asistencia (como dispositivos ortopédicos o férulas) y maneras de modificar los movimientos. 
Cuidados personales

Mantener la piel humectada ayuda a controlar la psoriasis. El uso regular de lociones o cremas que contengan aloe vera, jojoba o zinc puede ayudar a lubricar la piel afectada. Tomar baños tibios (no calientes) cortos con aceite de avena o sales de Epsom o del Mar Muerto también puede aliviar la piel. Tome como hábito humectar su piel después de ducharse o bañarse a diario, o después de nadar.  
 

Lave la ropa con detergentes sin fragancia y suavizantes textiles para reducir el riesgo de reacciones cutáneas. Elija ropa que le quede suelta para evitar raspar las zonas escamosas de la piel. Las fibras suaves naturales, como el algodón, pueden ser menos irritantes para la piel y más frescas en los meses cálidos. 

Una dieta equilibrada saludable --rica en alimentos frescos, como frutas y verduras, y con bajo contenido de azúcar, grasa y sal-- puede ayudar a las personas con artritis psoriásica a mejorar su salud en general y controlar el peso. Comer demasiados alimentos poco saludables puede aumentar la inflamación y la fatiga.  

El estrés excesivo puede empeorar los brotes y dificultar las actividades diarias. La meditación, escuchar música relajante, caminar, unirse a un grupo de apoyo y hacer ejercicio, como yoga y tai chi, pueden ayudar a reducir el estrés. 

El calor mejora la circulación de la sangre, lo cual ayuda a reducir la rigidez articular y los espasmos musculares. El frío ayuda a reducir la hinchazón al contraer los vasos sanguíneos.

Entrene los músculos para relajarse y desacelere sus pensamientos con técnicas como respiración profunda, meditación y visualizar imágenes que lo pongan de buen humor.  

Fumar es malo para la salud. Siempre es un buen momento para dejar de fumar. Beber demasiado alcohol puede alterar el efecto de los medicamentos, aumentar los efectos colaterales o provocar sobrepeso. Pregúntele a un médico si es seguro beber alcohol al recibir un tratamiento para la artritis psoriásica.