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Consejos para aliviar el dolor articular

El dolor articular y los síntomas de la artritis pueden dificultar hasta las actividades más simples. Esta guía detallada puede ser de utilidad.

El dolor provocado por la artritis, incluso en una sola articulación, puede afectar todo su cuerpo. Por ejemplo, un cuello adolorido puede impedirle girar la cabeza correctamente, ejerciendo tensión sobre los hombros. Una rodilla adolorida puede hacer que camine de determinada manera, lo cual afectará sus caderas, espalda y pies. Y mantener una articulación quieta para protegerla puede hacer que moverla sea más difícil —y en algunos casos casi imposible— con el transcurso del tiempo.  

Si el dolor articular está causado por una enfermedad inflamatoria, como por ejemplo la artritis reumatoide o la artritis idiopática juvenil, se necesita un tratamiento sistémico para detener la inflamación, ya que esta puede provocar daños o destrucción articular. Para los brotes de dolor, el dolor persistente o el dolor provocado por otras causas, hay muchas cosas que puede hacer por su cuenta —o preguntar a su médico o fisioterapeuta— para obtener alivio.   

Las soluciones varían y pueden incluir férulas, ejercicios terapéuticos, modificaciones diarias más informales en su hogar y demás. Aquí hay algunas sugerencias que podrían ayudar a aliviar el dolor articular de pies a cabeza: 

Dolor de cuello

El dolor de cuello puede dificultar el mirar hacia arriba o girar la cabeza hacia los lados. Si evita torcer el cuello moviendo los hombros o todo el cuerpo, los músculos circundantes pueden doler tanto como las propias articulaciones.   

Soluciones: coloque calor húmedo en los músculos para ayudarlos a relajarse. Duerma con una almohada cervical —o sin almohada— para ayudar a aliviar el dolor de cuello. Practique ejercicios de amplitud de movimiento lentos —como mover la cabeza hacia arriba y hacia abajo y de lado a lado— para ayudar a prevenir la pérdida de movimiento y disminuir el dolor. 

Dolor en la mandíbula

La articulación de la mandíbula puede ser una fuente frecuente de molestias, haciendo que sea doloroso morder un sándwich grueso o una manzana. El dolor de mandíbula es frecuente en los lados de la cara o justo delante de las orejas. 

Soluciones: durante los episodios de dolor de mandíbula, coma alimentos más blandos que requieran menos fuerza para comer, corte la comida en pequeños bocados para minimizar la masticación y evite masticar chicle. Utilice calor o frío húmedo —o una combinación de ambos— para aliviar el dolor.  Evite actividades tales como apretar la mandíbula, sostener un teléfono entre la oreja y el cuello o apoyar la barbilla en la mano, ya que pueden empeorar el dolor. Al bostezar, sostenga la mandíbula ejerciendo una ligera presión por debajo de la barbilla con los dedos pulgar e índice.  Masajee los músculos de la cabeza y el cuello para aliviar la tensión.

Dolor en el codo

Aunque cause dolor, es importante enderezar el codo, o a la larga podría perder la capacidad de hacerlo. Con el transcurso del tiempo, el hecho de mantener cualquier articulación en una posición doblada puede hacer que los músculos de ese lado se acorten. 

Soluciones:utilice una almohadilla térmica o tome un baño o ducha caliente para aflojar la articulación y relajar los músculos rígidos. Aplique compresas de hielo para la hinchazón. Para evitar que los músculos se acorten, intente realizar ejercicios que requieran enderezar el codo, tales como alejar objetos ligeros o «empujar» objetos imaginarios hacia el techo. Hable con un fisioterapeuta sobre los diferentes tipos de aparatos ortopédicos y férulas que alivian la presión de los codos doloridos y permiten su curación.

Dolor en la muñeca

Si le duelen las muñecas, el simple hecho de elevarlas o cerrar el puño puede ser difícil.  

Soluciones: utilizar una férula funcional durante el día puede ayudarlo a llevar a cabo tareas sintiendo menos dolor. El uso de una férula de descanso por la noche proporciona un apoyo adicional y puede prevenir la deformidad. Estos ejercicios también pueden ayudar a aliviar el dolor de muñecas:  

Utilice el pulgar de una mano para alejar lenta y suavemente el pulgar de los dedos de la mano contraria. Mantenga esa posición mientras cuenta hasta 25. Repita este ejercicio con la otra mano.   

Con los brazos estirados frente a usted a la altura del pecho, apoya una muñeca sobre la otra, y luego estírelas lentamente alejándolas una de la otra. Mantenga esa posición mientras cuenta hasta 25. 

 Si el dolor persiste, trabaje con un terapeuta en el fortalecimiento de los músculos de la parte posterior y lateral del brazo. 

Dolor en los dedos

Los dedos adoloridos pueden dificultar el hecho de tomar objetos pequeños o sostener un bolígrafo o un lápiz.  

Soluciones: cuando escriba, utilice bolígrafos o lápices con cubiertas de agarre suave. Los niños que sientan dolor en sus dedos pueden utilizar lápices grandes o crayones. Cuando sea posible, utilice una computadora en lugar de escribir a mano y programas de reconocimiento de voz si le resulta difícil utilizar un teclado. Utilice plastilina, masilla o una pelota antiestrés para fortalecer sus dedos. 

Dolor de cadera

El dolor de cadera puede dificultar el caminar, subir escalones, permanecer sentado durante mucho tiempo o incluso dormir. El dolor de cadera en los niños puede ser señal de una inflamación incontrolada que, si no se trata, puede causar daño articular y problemas de crecimiento. Debido a ello, es especialmente importante que los niños obtengan ayuda profesional de un fisioterapeuta o reumatólogo. Esto también es cierto para los adultos con formas inflamatorias de artritis, tales como la AR.

Soluciones: practique ejercicios de amplitud de movimiento y estiramientos para mantener la flexibilidad, aliviar el dolor y reducir el riesgo de mayores lesiones. Sumergirse en un baño caliente también puede ayudar a disminuir el dolor y la rigidez y facilitar el ejercicio. Estos son dos ejercicios que puede probar:  

Recuéstese boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Apretando suavemente los músculos del torso y los glúteos, levante las caderas de tres a cinco pulgadas del suelo. Evite arquear la espalda. Mantenga la posición durante cinco a 10 segundos, luego baje lentamente las caderas hasta el suelo. Repítalo 10 veces, de dos a cuatro veces al día.   

Recuéstese boca arriba con ambas piernas estiradas. Tire lentamente de una rodilla hacia el pecho con ambas manos hasta que sienta un suave estiramiento en el glúteo. Mantenga esa posición durante 30 a 60 segundos. Mantenga los músculos del estómago apretados y baje lentamente la pierna. Repita el ejercicio con la otra pierna. Practíquelo de dos a cuatro veces al día.  

Dolor en la rodilla

Si el dolor y la rigidez dificultan el enderezamiento de la rodilla, podría caminar cojeando y le costará ponerse en cuclillas o subir escaleras.  

Soluciones: cuando experimente dolor de rodilla, debe descansar con la rodilla recta y el talón apoyado. Utilice un bastón en la mano opuesta a la rodilla afectada cuando camine, especialmente en superficies irregulares, o suba escaleras. Un fisioterapeuta puede trabajar con usted a fin de fortalecer los músculos del cuádriceps y brindarle mayor soporte a la rodilla. 

Un ejercicio que debería probar: recuéstese boca arriba con una pierna doblada y la otra estirada. Apriete los músculos de la pierna estirada y levante la pierna a la altura de la otra rodilla. Baje lentamente. Realice 10 repeticiones y luego cambie de pierna. Repítalo dos veces más y practíquelo al menos una vez al día.

Dolor en el tobillo

El tobillo puede requerir algún tipo de soporte si se debilita y duele. 

Soluciones: una órtesis dentro del zapato puede proporcionar soporte a la estructura del pie y aliviar el dolor al estar de pie y caminar. Fortalezca los músculos realizando círculos con los tobillos en el baño o utilizando los pies para dibujar las letras del alfabeto.  

Realice ejercicios que estiren los músculos de la pantorrilla. Uno que debería probar: siéntese en el suelo con las piernas estiradas hacia delante. Doble una toalla a lo largo y envuélvala alrededor de las plantas de los pies. Flexione suavemente los pies y los dedos hacia arriba. Si esto es demasiado para sus cuádriceps, puede doblar ligeramente las rodillas. Mantenga la posición durante 10 segundos y repita hasta 10 veces.

Dolor de pies

Cuando le duele el pie, el dolor suele ser peor en el metatarso, dificultando el hecho de caminar o levantar los dedos. 

Soluciones:  coloque una pequeña almohadilla justo detrás del metatarso para aliviar la presión en el pie. Utilice zapatos de tacón bajo con una puntera amplia. 

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