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¿Su dolor de espalda es causado por la artrosis?

Por Timothy Gower

La artrosis de columna es más común de lo que se imagina.

Los estudios muestran que cuatro de cada cinco adultos tienen dolor de espalda en algún momento de sus vidas. Con el envejecimiento de la población estadounidense, el dolor de espalda puede ser un problema creciente, dado que la artrosis suele aparecer en personas de más de 40 años, y la columna es el objetivo principal de esta afección articular común. El dolor de espalda es una afección compleja, y la artrosis es solo una pieza del rompecabezas.

La artrosis y la columna

La columna vertebral es una columna de 33 huesos llamados vértebras. Cinco de las vértebras inferiores se fusionan en el sacro; otras cuatro se combinan para formar el coxis. El resto de las vértebras están conectadas por articulaciones facetarias. Entre cada vértebra hay unas almohadillas llamadas discos, que protegen la columna y le dan flexibilidad. Dentro de la columna vertebral se encuentra la médula espinal.

Vista de costado, la columna forma una elegante S. Pero esta estructura elegante es vulnerable a la artrosis, especialmente en la región inferior, o lumbar, gracias en gran parte al hecho de que caminamos sobre dos piernas. "Eso produce una carga constante sobre la columna", dice Michael Marks, MD, portavoz de la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos. A medida que envejecemos, el cartílago que reviste las articulaciones facetarias se desgasta. Mientras tanto, los discos de la columna se estrechan debido a la pérdida de agua, lo que suma presión a las articulaciones facetarias (y le resta estatura en general). Como resultado de estos cambios, dice el Dr. Marks, las articulaciones facetarias pueden desarrollar inflamación.

La artrosis puede hacer que la columna sea inestable, explica el Dr. Marks. En respuesta, se pueden formar protuberancias llamadas osteofitos, o espolones óseos. Si bien los espolones óseos parecen ser el intento del cuerpo de restaurar la estabilidad, pueden provocar la rigidez de la columna. A medida que la artrosis empeora, los espolones óseos estrechan los "marcos" donde los nervios salen de la médula espinal. Esta afección, llamada estenosis espinal, puede dar lugar al pinzamiento de los nervios y provocar entumecimiento y debilidad en las piernas.

No solo las articulaciones

El traumatismo de la columna vertebral aumenta sus posibilidades de tener artrosis de columna. "Si jugó al fútbol americano como defensor con impacto constante, tiene más probabilidades de tenerla [artrosis de columna] que alguien que era nadador", señala el Dr. Marks. Sin embargo, la genética también incide; si uno de sus padres, o ambos, tenían artrosis en la columna, sus probabilidades aumentan. El Dr. Marks estima que la artrosis es la causa más probable en alrededor del 20 % de los hombres y mujeres de 40 años que desarrollan dolor de espalda, una cifra que, dice, aumenta hasta el 75 % entre personas de más de 60 años.

Sin embargo, algunos médicos que tratan el dolor de espalda consideran que se atribuye demasiada responsabilidad a la artrosis. Las radiografías revelan que la mayoría de los hombres y mujeres de mediana edad y mayores tienen artrosis y degeneración discal en las articulaciones de la columna vertebral, aunque muchos no presentan síntomas. "Caminan por la calle sin dolor", dice Norman Marcus, MD, director de la división de Investigación sobre Dolor Muscular del departamento de Anestesiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de New York. Sostiene que los músculos débiles, rígidos o dañados son los responsables de tres de cada cuatro problemas de espalda, independientemente de la edad.
 
La Dra. Weiner opina que, aunque "definitivamente se presta demasiada atención" a la artrosis como origen del dolor de espalda, puede ser parte del problema. "El dolor de espalda suele deberse a múltiples factores", dice. Por ejemplo, los estudios muestran que el 7 % de las mujeres de más de 60 años tienen fibromialgia, una afección de origen desconocido que puede causar dolor de espalda. La artrosis también se vincula con la escoliosis, la curvatura anormal de la columna vertebral o la falta de correspondencia en la longitud de las piernas. 

Variedad de enfoques de tratamiento

Dado que el dolor de espalda tiene muchas causas además de la artrosis, no resulta sorprendente que los expertos digan que no existe un tratamiento único para todas. Algunos pacientes responden bien a simples analgésicos de venta libre como el ibuprofeno y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID). En el caso de inflamación grave, las inyecciones de cortisona pueden generar alivio, aunque suele ser temporal.  En algunas personas, las radiografías y pruebas de laboratorio pueden revelar que tienen espondilitis anquilosante o espondiloartritis axial ​​​​​​​no radiográfica. Su plan de tratamiento incluirá medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad.

Cuando nada más ayude al dolor de espalda, la cirugía es el último recurso. Según el Dr. Marks, muchos pacientes con artrosis de columna responden bien a un procedimiento denominado laminectomía, en el que un cirujano extrae una parte del hueso de las vértebras para aliviar la presión en la médula espinal y los nervios.
 
Independientemente de lo que cause su dolor de espalda, todos los médicos coinciden en que mantenerlo bajo control requiere ejercicio para aumentar la fuerza y flexibilidad de los músculos que sostienen la columna. Pero para algunos, eso significa superar la tensión en el músculo entre las orejas.

"Las personas a menudo creen que su dolor no es seguro", dice Carol Hartigan, MD, médica especialista en columna en New England Baptist Hospital en Boston. "Se vuelven temerosas de moverse y comienzan a anticipar el dolor y a evitar las actividades". Eso hace que los músculos se debiliten y se tensen, lo que lo hace más sensible al dolor". Una vez que la Dra. Hartigan y sus colegas descartan causas potencialmente graves del dolor de espalda, comienzan a educar a los pacientes. "Les decimos: Es seguro moverse, incluso si al principio siente algo de dolor", dice la Dra. Hartigan. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo a la espalda, lo cual nutre las articulaciones y los músculos al tiempo que elimina los productos de desecho inflamatorios destructivos.

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