Pruebas para la artrosis

Por Mary Anne Dunkin | 15 de junio de 2022

El diagnóstico de la artrosis se basa mayormente en los síntomas y un examen físico. Sus síntomas serán el factor más importante para determinar la gravedad de la enfermedad y cómo tratarla. No obstante, es posible que su médico indique las siguientes pruebas para diagnosticar la artrosis y monitorear su evolución.

Pruebas de diagnóstico

Se utilizan análisis de laboratorio en el diagnóstico de la artrosis principalmente para descartar otras causas del dolor articular. Se usan dos tipos principales de análisis de laboratorio para diagnosticar la artrosis.

• Análisis de sangre. No hay análisis de sangre que puedan diagnosticar la artrosis, pero el médico podría indicarlos para descartar otras causas del dolor articular y la inflamación, como la artritis reumatoide o la gota.
• Análisis del líquido articular. El líquido extraído de una articulación afectada puede ofrecer indicios de lo que está sucediendo en la articulación. Analizar el líquido articular puede ayudar a eliminar otras posibles enfermedades, como la gota o una infección.

Las pruebas de diagnóstico por imágenes pueden permitir ver lo que está sucediendo dentro de la articulación. El daño en los cartílagos y los huesos que se produce con la artrosis tiene una apariencia característica en las pruebas de diagnóstico por imágenes que puede ayudar al médico a realizar un diagnóstico concluyente.

• Radiografías. Si bien el cartílago no puede verse en las radiografías, la pérdida de cartílago entre los huesos donde se unen y forman articulaciones se ve como un estrechamiento del espacio entre los huesos, lo que indica la presencia de artrosis. Una radiografía también puede detectar espolones óseos, que son protrusiones óseas en las articulaciones que pueden ser ocasionadas por la artrosis.
• Resonancia magnética Con menor frecuencia, su médico puede pedir una resonancia magnética para diagnosticar la artrosis. A diferencia de una radiografía tradicional, una resonancia magnética puede revelar cambios en los tejidos blandos, incluidos los cartílagos. Por lo tanto, puede ser útil para ver el daño en los cartílagos antes de que haya avanzado hasta el punto de ser visible en una radiografía como un estrechamiento del espacio entre las articulaciones. Una resonancia magnética también puede revelar desgarros en los tejidos blandos que pueden afectar la estabilidad articular y contribuir al desarrollo de la artrosis.
• Ecografía. La ecografía usa ondas sonoras para crear imágenes de las estructuras internas del cuerpo. Puede usarse para ver cambios pequeños en los tejidos de la articulación, como quistes, acumulación de líquido, afinamiento de los cartílagos, engrosamiento de la sinovia (el tejido que recubre la cápsula articular) o espolones óseos.  

Pruebas de laboratorio para control

Así como no hay análisis de laboratorio que diagnostiquen específicamente la artrosis, tampoco hay análisis de laboratorio que midan la evolución. Si le diagnosticaron artrosis y sus síntomas cambian o empeoran, es posible que su médico indique análisis de laboratorio adicionales para ver si otra enfermedad puede ser la causa. Quizás tenga una lesión articular, una infección u otra forma de artritis o una enfermedad relacionada además de la artrosis.

Pueden usarse pruebas de diagnóstico por imágenes, principalmente radiografías, para monitorear el grado de daño articular en la artrosis; sin embargo, el principal determinante de la gravedad de la artrosis son sus síntomas, como el dolor, la rigidez y la función. A menos que tenga otra enfermedad que requiera tratamiento, estos síntomas guiarán su plan de tratamiento.